Eros.
Estoy perdiendo la puta cabeza, no sé dónde demonios está Zoé y estoy comenzando a desesperarme, nadie la ha visto, nadie ha estado en contacto con ella, es como si mi hermana mágicamente hubiera desaparecido de la faz de la tierra. Pues bien, yo sé que nadie desaparece de esa forma, debe haber una explicación y yo voy a encontrarla.
–¿Alguna novedad? – le pregunto al quinto equipo de búsqueda que he enviado para que den con ella.
–No señor, no hay rastro alguno, solamente esto – uno de los soldados pone una máscara de gas en alto, mostrándomela, yo se la arrebato de las manos y la examino, es muy difícil saber si era la mascara de Zoé, debido al químico, los olores se han convertido en irreconocibles, esta puñetera mascara podría ser de cualquiera.
–¿Dónde estaba?
Eros.–¿Dónde la tienes, malnacido? – le grito a traves del teléfono al tiempo en que regreso a la oficina de inteligencia, necesito que mi padre escuche esta conversación, pero aun más importante que eso, necesito que el ingeniero me diga si hay una manera de rastrear la llamada y dar con ellos – ¿Qué es lo que quieres? – pregunto, haciendo tiempo. –La pregunta número uno es demasiado estúpida como para responderla, la pregunta dos, en cambio, es bastante inteligente de tu parte, Campbell – se burla – lo que quiero es fácil y sencillo.Me meto dentro rápidamente y pongo el celular en altavoz, señalo a mi padre para que venga a escuchar y atraigo la atención además del técnico.–Necesitamos rastrear esta llamada, se trata de los hermanos Traciano – digo al oído del hom
Eva. Me siento mucho mejor, no sé cuanto tiempo llevo en el hospital ni tampoco estoy muy segura de que me han hecho los médicos, sin embargo, me siento mejor de lo que me he sentido en las últimas semanas, me siento descansada, hace mucho tiempo que no dormía de esta manera y ya lo estaba necesitando, estar formando a un bebe dentro de mi barriga no es una tarea nada sencilla.–Veo que estás despierta – el medico entra en la habitación seguido de una enfermera que carga consigo una bandeja de comida, sonrío en cuanto veo la gelatina, desde que estoy embarazada no he dejado de tener antojos de dulces, es lo que más me apetece comer – vamos a ver cómo está todo – dice el médico, haciendo la bandeja de comida a un lado.Yo suelto un puchero y mi estomago ruge del hambre, pero al hombre no parece importarle eso y por el contrario contin&uacut
Eva. –Gigi, ¿Qué tan mala está la situación en el batallón? – le pregunto, con miedo a la respuesta.–Muy mala – es lo único que dice mientras ambas nos subimos en su auto y nos ponemos en marcha directo al batallón.–¿Tú crees que todo esto vaya a salir bien? – la miro de reojo, sé que Gigi siempre intenta ponerle pañitos de agua fria a los problemas, sobre todo ahora que estoy embarazada y trata de no preocuparme, pero por lo que veo en su rostro, las cosas son aun peor de lo que yo soy capaz de imaginar.–Quisiera poder responderte, pero la verdad es que no sé – ella suspira y entonces conduce hacia la carretera que nos saca al batallón.Yo me quedo en silencio y miro por la ventana, veo a las personas que caminan con sus hijos de la mano, veo el hermoso paisaje que también se p
Eva. Las tripas se me remueven, siento ganas de vomitar y creo que voy a llorar, o a vomitar, cualquiera de las dos cosas que suceda antes, el punto es que estoy jodidamente enferma y lo peor de todo es que no soy capaz de despegar mis ojos de la imagen que tengo enfrente, el video sigue reproduciéndose y ellos continúan besándose como si fueran una pareja, como si el resto de las cosas no importasen. Estoy consciente de que yo tambien estuve traicionando a Aaron durante mucho tiempo, pero ¡Joder! Cuando él se enteró me hizo sentir como la peor persona del mundo, me trató como a una mujer indeseable que ya no merecía nada, y ahora resulta que él ha estado haciendo lo mismo conmigo, y lo que es peor aún, lo ha estado haciendo con la persona que fue mi mejor amiga durante tanto tiempo.Y es que ¡Zoé! ¡Por un demonio, Zoé! Ella tambien se encargó d
Eros. –¡No vayan a dejar que los detecten, tropa, ni un solo movimiento en falso! – digo a traves del intercomunicador que tengo en la mano.Hace una media hora que enviamos a uno de nuestros quipos más profesionales para que vayan a hacer frente a la amenaza en el capitolio, se supone que no deben ser vistos y por ahora están ahí solo para controlar la amenaza, no podemos permitirnos que las águilas negras se den cuenta de nuestros movimientos y que entonces quieran cobrárselas con Zoé. Estamos arriesgando demasiado aquí, y mientras mi padre se encarga de hacer las llamadas para negociar la libertad de Traciano nosotros tenemos que atacar los otros ángulos del problema, pero es jodido trabajar de esta forma, hemos tenido que estar encubiertos porque todavía no sabemos quién demonios es el infiltrado de las águilas aquí en la base, eso en caso de que
Eros. –Tú no te mereces nada de esto – le digo a su foto que está puesta a un lado de su escritorio, paso los dedos por la imagen y quiero darme golpes de pecho porque no recuerdo la ultima vez en que ambos tuviéramos una conversación de hermanos, no recuerdo la ultima vez en que la abracé o que me comporté como la persona que se supone que debe cuidar de ella.Sé que estarme lamentando en este momento no me sirve de nada, pero no puedo evitarlo, tengo un hueco en el pecho que no se cierra, sé que solo dejaré de sentirme de esta forma cuando la tenga frente a mí, sana y salva, y pueda decirle a los ojos que lo lamento y que a partir de ahora las cosas entre ella y yo van a ser diferentes. ¡Joder! Es que se supone que uno de los motivos por los que regresé a Australia era para estar junto a ella y he hecho de todo menos acompañarla.–&iexc
Eva. Eros se desploma encima de mí, cae como si fuera un niño y necesitara de mi ayuda para poder sostenerse, al principio me cuesta reaccionar, no sé qué hacer o como comportarme, esto es algo muy inusual, lo que está sucediendo es demasiado extraño en todo el sentido de la palabra, no solo porque tengo a un hombre fuerte, frio y grande llorando en mi hombro, sino porque además conozco las razones que lo tienen tan destruido en este momento y aunque quisiera ayudarlo sé que nada de lo que yo diga hará que lo que siente dentro del pecho sea más fácil de soportar.Eros no tiene a muchas personas, siempre ha sido alguien mas bien solitario, incluso antes de que regresara a Australia ya lo sabía, él siempre ha tenido únicamente a su padre y a Zoé, y su padre en realidad jamas ha estado demasiado presente en su vida.La única person
Eros. –¿Qué estás haciendo? – me pregunto al tiempo en que salgo del edificio de Eva, haber venido aquí fue una completa estupidez, me siento ridículo porque una vez más me he dejado tentar por Eva Larsson y he preferido venir a verla que estar pendiente a lo que sea que suceda dentro del batallón con respecto a Zoé. No lo entiendo, no sé qué es lo que me pasa con Eva, tal vez se trata de que estoy ebrio como ella dijo, quizá toda esta situación me tiene en un limbo emocional que ni siquiera yo mismo soy capaz de controlar, sea lo que sea, no entiendo porque demonios siempre llegamos al mismo punto, ese en el que ella me obliga a confrontarme con lo que siento, cuando me pone entre la espada y la pared y suelta preguntas como esa, sus palabras resuenan dentro de mi cabeza y no puedo alejar de mi mente la forma en la que sus labios se movieron para preguntarm