Dalila

Me levanté muy temprano ya que el hambre me despertó.Me decepcionó un poco ver que Sirius no había venido a dormir conmigo, quizás el lobo también me había engañado y ahora que su otra Luna estaba aquí prefería dormir con ella.Sentí una punzada en el estómago con ese pensamiento ,de seguro era el hambre.

Bajé a la cocina y me sorprendió encontrar a Mateo haciéndose un sándwich.

—Buenos días —

—¡Buenos días!,que madrugadora, Luna— el moreno se sirvió un vaso de zumo.

—Tenía hambre— dije secamente.

—Suele pasar eso cuando te acuestas sin cenar—

—Deja los sermones para otro momento,Mateo— Yo no estaba del mejor humor e iba empeorando por momentos.

Mateo pareció darse cuenta y se mantuvo callado por unos minutos ,luego volvió a hablar.

— Oye,¿te apetecería venir al entrenamiento de esta mañana?—

—¿Entrenamiento?—

—Sí.Todos tenemos que entrenar ,aunque sea un mínimo de tiempo,para saber defendernos en caso de ataque.Vamos prácticamente todas las mañanas—

—Entiendo.Nunca nadie me ha