Me oculto detrás de un gran roble, parece que me encuentro en un jardín o en el patio trasero de alguna casa antigua. Las flores y plantas muy bien cuidadas hacen del lugar algo precioso.—Nadie se va a enterar, mi dulce amada... —Un hombre extremadamente pálido y de cabello negro toma de la mano a una chica rubia y muy hermosa, más joven que él.—Lo mejor es guardar distancias, mi señor.La mujer se aleja y él la lleva de nuevo hacia su cuerpo firme. Ella termina cediendo, hasta que acaban besándose los dos, con pasión desenfrenada.El hombre es alto e imponente, tiene un gran bigote debajo de su protuberante nariz y viste un traje bastante anticuado, parece algún rey o persona realmente importante.Mi vista se enfoca de inmediato en un muchacho que aparece en el lugar, tiene un aspecto hermoso y exótico, jamás había visto un chico así de apuesto: su cabello negro y corto resalta el color azul celeste de sus ojos, la pálida piel y los labios rojos de un tono parecido a la manzana; su
La puerta se cierra detrás de mí y el guardia gira una palanca que parece bastante fuerte. El silencio se hace presente en el lugar, agudizando mi agonía y desesperación. La habitación solo tiene iluminación y una colchoneta, parece más un cuarto psiquiátrico que una celda.Sin tener otra elección, me acuesto sobre el colchón y miro el techo blanco y pulcro, luego las esposas en mis manos y pies. Me pregunto cómo llegué rápido a un estado tan lamentable. Estoy decepcionada de mí misma.De repente escucho un ruido proveniente de la entrada, han dejado una bandeja con comida. Supongo que la han deslizado por la abertura que hay debajo de la puerta. Es un pequeño vaso de agua con una banana. Me acerco a la bandeja, pero los ruidos en el pasillo captan mi atención y en ese momento me acuesto en el suelo para poder mirar por la abertura, lo que veo me deja atónita: hay dos hombres peleando en el pasillo y los guardias tratan de separarlos sin éxito, ya que ambos parecen ser muy fuertes, no
El silencio es sepulcral y asfixiante, como si estuviera en medio de la nada. Escucho el sonido de mi respiración, el roce de mis largas uñas contra lo que parecer ser tela de seda, tan suave y relajante. Sin embargo, cuando los recuerdos de la desgracia vuelven a mí golpeando como un bumerán, exhalo con fuerza y abro los ojos de inmediato. El techo, de una madera bastante oscura, es lo primero que veo seguido de un elegante dosel que está sobre la cama, pero las cortinas permanecen recogidas, sumiendo la habitación en oscuridad.Me siento sobre las sábanas, finalizando mi recorrido visual sobre unos elegantes zapatos negros de charol, continúo subiendo la mirada y me encuentro con unas largas piernas enfundadas en un pantalón clásico negro y un pecho firme cubierto con una camisa de lino blanco. Tiene brazos fuertes y grandes manos con dedos alargados y pálidos. De repente, mi corazón late deprisa anunciando algo que no logro comprender, me dice mucho y a la vez nada, es un mar de e
—No sabes mantener tus manos quietas, te dije que no vuelvas a tocarme... Y no, no quiero verte de nuevo. ¡Vete! —grito y luego tomo una gran bocanada de aire para recuperar mis fatigados pulmones, después de tan horrible arrebato.El hombre me mira furioso, sus ojos parecen centellear en ira. Aprieta fuertemente los puños, como tratando de mantener el control que está a punto de perder.—Tú... —Me señala con el dedo, su entrecejo se frunce cada vez más, mostrando un hombre muy distinto al de hace unos minutos atrás.—Kylian... Debes salir, vamos. —Un hombre pelinegro entra a la habitación, interviniendo. Su voz profunda hace eco en el lugar.Es un poco bajo que el otro, pero aún así, igual de corpulento y apuesto. Observo mejor al pelinegro, recordando que él también aparecía en mis sueños, al igual que Kylian. ¿Qué significa todo esto?, no logro entender.—Velkan, no te metas en esto. —Se cruza de brazos y clava de nuevo sus ojos en mí—. Creo que es bruja y ha robado el cuerpo de El
KYLIANLa observo mientras duerme; tan cálida, hermosa y más hermosa de lo que fue en un principio. Sus bellos párpados lucen hinchados de tanto llanto y rebeldía, de tanto dolor que aparenta guardar en su alma.Odio verla aquí frente a mí y no poder besar sus dulces labios, porque en realidad su cuerpo tiene la esencia de mi amada. Pero esta es una nueva oportunidad para ella, un nuevo ciclo que se le concedió a su alma para enderezar el camino y no repetir los errores de su anterior vida, esa que perdió por mi maldita culpa. Prácticamente esta Electra es otra persona.Sin embargo, no puedo odiar a esta chiquilla altanera y lastimada. Siento que haciéndole mal me hago más daño a mí mismo, porque el destino decidió que fuera mi alma gemela en todas sus vidas como humana. Electra regresó en un nuevo cuerpo y con un nuevo propósito, y no quiero que muera de nuevo en horribles circunstancias. Voy a retenerla a mi lado aunque no quiera y evitar que los brujos de fuego se salgan con la suy
Doy una vuelta sobre la cama, experimentando un ligero cosquilleo en el estómago. Voy hacia la ventana que también está cerrada con seguro y pongo mi mano sobre el cristal helado, observo los árboles de pino salpicados de nieve. El cielo está nublado, como cuando se aproxima una gran tormenta. Desde los días que he permanecido aquí encerrada, el clima siempre está igual, no cambia.—Me han sacado de una cárcel, para traerme a otra... —susurro contra el vidrio y el vapor de mi aliento hace que se ponga borroso.Recuerdo cuánto me gustaba hacer eso. Cuando era una niña escribía mi nombre y luego lo borraba para repetirlo una y otra vez.Me giro exaltada y con el corazón latiendo fuerte. Gabriel se acerca a mí a paso rápido y deposita un beso en mi mejilla, para después regresar rápidamente a su posición inicial. Un suspiro bastante sonoro se me escapa. Aquello me ha tomado por sorpresa, pero no me ha hecho sentir incómoda. No comprendo por qué él si puede acercarse y hasta sentir su bes
Cierro los ojos y empuño las manos, reprimiendo un sollozo. Sus palabras me hieren y duelen. No entiendo el porqué de tantas emociones cuando lo he vuelto a ver. Levanto la cabeza y le sostengo la mirada, para después salir por la puerta e irme corriendo hacia no sé dónde. Cuando ya estoy muy lejos de allí, me detengo y observo el inmenso salón de paredes rústicas. Los objetos son clásicos y elegantes, pero con una apariencia de épocas antiguas. La luz es tenue, solo las pequeñas llamas de las velas rojas aportan un poco de claridad. Miro hacia arriba y noto que el techo es extremadamente alto y alrededor del salón hay diez escaleras anchas que llevan a la segunda planta, hacia diferentes caminos. Avanzo debido a la poca luz, no logro apreciar si hay adornos u otros objetos pequeños.Veo hacia el lugar donde parece que el sonido del viento hace eco, es una especie de túnel. Me encamino hacia allí, a paso lento, con cautela. Aprieto mi pulcro vestido blanco, como infundiéndome valor y
Luego de un momento, Gabriel me lleva hacia la habitación y ceno junto a él, quien me mira con atención y no come nada, como lo ha hecho estos últimos días. Después me desea una buena noche y se marcha. De nuevo me quedo sola, con mis pensamientos arbitrarios y confusos.De un momento a otro, mi vista se nubla y tengo una extraña visión del futuro, es una imagen que pasa fugazmente, pero que me deja comprender la advertencia: he visto a diez personas haciendo fuego con sus manos, también sostenían una especie de látigos con los cuales me ahorcaban y encendían mi cuerpo en llamas. Destruían a todos aquí. Me levanto de la cama y salgo de la habitación, casi tropezando con mis pies. No quiero que de nuevo se repita, no cuando de nuevo tengo la posibilidad de evitar una tragedia. Después no quiero sentirme morir cuando me reproche a mí misma que no hice nada por cambiarlo.—¡Gabriel! ¡Gabriel! —Lo llamo a gritos, pero una mano helada me cubre la boca y aprisiona mi cuello con su fuerte an