Cielo veía la reja negra de hierro forjado, y a pesar de que fuera había algunos hombres, Gabriel no gasto ni un apalabra en ellos y solo dejo que un aparato escaneara su retina, para que el portón se abriera por sí solo.— Es magia, como en los cuentos. — concluyo Pamela y Cielo no sabía si estaba
— Gabriel. — susurro molesta Cielo y Azazel trino los dientes.— No tenía porque sonreírte. — se quejó comenzando a caminar.— Pues me alegro de que lo hiciera, no reacciono bien cuando alguien me ve con seriedad mientras carga un arma. — y fue allí donde Azazel se detuvo, la vio por un segundo y lu
— Ya veo. — concluyo Hades aguantando una sonrisa y abrió el pequeño paquete, donde había una manualidad de Kínder, un prendedor en forma de corazón un poco chueco, hecho con masa que ya estaba seca y pintada, con la palabra love, en ella. — Oh por Dios, es el mejor regalo que he podido recibir. — m
Cielo:Había demasiado que ver, no solo lo gigantesca que era la mansión y eso que solo estábamos en un salón, podía ver las grandes escaleras y me imaginaba la cantidad de habitaciones que debían de tener, como si en algún momento hubiese estado repleta de niños, ya me los podía imaginar, corriendo
— Creo que tu novia aun no aprende su lugar. — un hombre apareció detrás de Alma, la diversión estaba clara en sus ojos rasgados.— ¿Y se lo enseñaras tu Daki? — sí, era el esposo de Alma, y de pronto el ambiente se tensó.— Estaría en mi derecho, está ofendiendo a mi esposa. — la amenaza, si es que
— De Luca… ¿por eso a Dulce le dicen princesa? — bien, mi cerebro al fin está respondiendo.— Eso mismo y sus hermanos, los mellizos De Luca son conocidos como los príncipes.— Nos llamaban. — apenas habíamos ingresado al salón y mi boca se abrió de la sorpresa.— Tu. — digo asombrada al ver al homb
Cielo siempre fue una chica aplicada con sus deberes, tanto en el colegio como en el hogar, antes y después de perder a sus padres, nadie podía dar queja de ello, pero luego del incidente con los Crips, luego de tener a Pamela, Cielo se aseguró de poder protegerla, quizás en el fondo sabía que el ap
— Suelta a mi hermana, loca. — la increpo Baltazar, aun en la bruma de la furia Cielo lo reconoció, y su cabeza casi estallo al comprender que esa perra a la que estaba golpeando, era el motivo por el que su tierno novio, rompiera lazos con su estúpido hermano, esa bruja era el mismo diablo, y cuand