Mientras tanto, en el hospital en donde estaba Lucían, los padres de Amelia cuidaban de su nieto, ambos estaban consternados y sentían culpabilidad por todo lo que le pasaba a su hija, sin embargo, allí estaban para ella, como no lo estuvieron antes y la defenderían con las garras si fuera necesario.—Señora ¿Cuándo va a venir mi mamá? La extraño mucho —El pequeño Lucían aún no se sentía confianza con ellos.—Mi amor, no me digas señora, puedes decirme abuela, yo soy la mamá de Amelia, y ella vendrá pronto mi amor —Eva miró con preocupación a Charles, que tampoco sabía exactamente que hacer o que decir.—Eva, cariño, yo tengo que ir a saber de Amelia, no puedo estar tranquilo sabiendo que ella también nos necesita, no importa que este con ese joven Billy, es un Archer y tampoco me inspira confianza.—Lo sé Charles, pero ella confía en él y eso es lo que importa, no me dejes sola con el pequeño, si pasa algo con él no sabría que hacer —Eva tomó la mano de su esposo mientras le suplicab
Billy llegó a la habitación de Lucían, el niño estaba jugando con el muñeco que le había llevado Maximilien, y ni siquiera notó su presencia.—Buenas tardes—dirigió la mirada a los padres de Amelia, ambos al mismo tiempo simplemente arquearon sus cejas en forma de saludo, Billy se acercó a Lucían. —Hola campeón ¿Cómo te sientes?El niño levantó la mirada y le sonrió efusivo—¡Billy! Mira lo que me ha traído Maximilien, es mi personaje favorito, ¿En donde está mi mamá? Quiero enseñárselo.—Ella está un poco enferma, pero me pidió venir a verte y saludarte, sé que es muy duro para ti todo lo que está pasando y no estar a su lado, pero mando a decirte que apenas pueda viene a verte ¿Entiendes cariño?El niño asentó con la cabeza con total serenidad, mientras seguía embelesado con su muñeco.Billy se acercó ahora a los padres de Amelia, Eva no dejaba de verlo de arriba abajo, con cierto resentimiento, estigmatizó a Billy por el simple hecho de ser un Archer.—Señores Hastings, Amelia les
Amelia entró a la habitación de Olivia, se llevó la mano al pecho al sentir esa sensación de ausencia, miró a su alrededor, y se palpaba una calma impoluta, era como si Olivia se hubiera ido en paz, Amelia se lamentó por no haber estado en su último adiós, pero como siempre, la vida se portaba de manera injusta con ella.Se acercó a la mesa de noche, sus manos le sudaban producto de los nervios, y aunque dudo por un momento en buscar lo que le dijo Olivia, debía hacerlo, con zozobra abrió el cajón y busco hasta lo más profundo, sacó todo lo que había en este, hasta que encontró un sobre con su nombre, por lo visto Olivia lo tenía todo planeado.Al abrir el sobre, Amelia se encontró con un caset de video, y con unas cartas, fotos que tomó un investigador secreto y una carta hecha por Olivia.“Querida Amelia, para cuando estes leyendo esto, yo ya estaré muerta, sé que no es el momento apropiado, pero tuve que callar con la única esperanza de encontrar a mi hijo, no tienes idea de cuanto
Amelia conservó cada palabra que leyó en aquel sobre que le dejo Olivia, cada cosa dejo marcado su interior, y aunque estaba deseosa por decirle a Maximilien toda la verdad acerca de quien era su madre, no sabía si él realmente era de confianza y aceptaría la realidad.Apenas llegó al hospital, su corazón se quiso salir de su pecho, llevaba varios días sin ver a su pequeño despierto y lo único que anhelaba en ese momento, era hablar con él, decirle cuanta falta le hizo y abrazarlo fuerte a su lecho, aunque caminaba despacio por el fuerte trajín de las muletas, la ansiedad por llegar a la habitación de su hijo fue más grande que cualquier dolor.Cuando entró, con lo primero que se encontró fue con la dulce imagen de sus padres cuidando a su pequeño, que encantado jugaba con el muñeco que le había regalado Maximilien.—¡Mi amor! —Amelia apresuró el paso, Lucían apenas la vio, dio un sobre salto, y se levantó como pudo de la camilla.—¡Mami! ¡Eithan! Mami ¿Qué te pasó? —preguntó Lucían a
Amelia regresó a la habitación, junto a Billy, Maximilien estaba aún hablando con los gemelos, para los niños era una gran sorpresa saber que tenían un padre como lo tenían sus amigos del colegio, y estaban impresionados, su inocencia le ayudó a Maximilien para poder entrar fácilmente en su corazones.—¡Maximilien! —lo llamó Amelia, él apenas dio un sobresalto y se giró.—¿Dime Amelia?—Despídete de los niños, tenemos que hablar —Maximilien refunfuñó para su interior, él quería estar con ellos mucho más tiempo.—¡Mami!¿Qué? Déjalo aquí, necesitamos conocer más a nuestro papá —Refutó Eithan, inocente—Mi amor—Amelia lo miró con ternura —Si, Maximilien es su padre, pero ustedes deben saber que esto es un proceso, debemos ir primero al doctor, hablar con el psicólogo, y así podrán compartir más con Maximilien. ¿Está bien? Espero que lo entiendan, mami solo quiere lo mejor para ustedesLos gemelos se cruzaron de brazos y le hicieron un mal gesto a su madre.—¡No mami! Deja que él se que
Mientras tanto, en la cafetería del hospital, Maximilien estaba completamente distraído, jugaba con el mezclador de su café, sus pensamientos no lo dejaban concentrarse en la conversación, mientras que Claude hablaba sin parar, pero su voz se convirtió en apenas un susurro en sus oídos, él solamente estaba pensando en Amelia, en su actitud, en su forma de despreciarlo, sabiendo que estaba sintiendo lo mismo por él.—¿Maximilien? ¿Me estás escuchando lo que te estoy diciendo? —le preguntó Claude un poco malhumorada—Si, por supuesto que te estoy prestando atención ¿Qué me decías? —le preguntó sin remedio—Simplemente te estaba hablando acerca de mi paciente, pero está bien, tu cabeza está en otro lado y no te puedo juzgar por eso, pero quiero que sepas que puedes confiar en mi y decirme que es lo que te está pasando—Claude le estiro su mano, él se la tomó y negó con la cabeza.—Me estoy volviendo loco Claude, siento que necesito estar con Amelia por sobre cualquier cosa, no solamente
Maximilien estaba completamente atorado con el nudo que tenía en su garganta producto del dolor por el desamor de Amelia, sin embargo, era consciente de que su mundo seguía y había cosas por las que debía luchar en ese momento, se prepararía para la junta extraordinaria del otro día, tenía que responder y actuar como el CEO de su empresa, aunque descuidó todo por lo que aconteció en los últimos días, debía estar al pendiente.Esa noche le costó demasiado conciliar el sueño, y al otro día estaba fatal, su rostro estaba colmado de dos ojeras gigantes, su cabello un poco despeinado y toda la carga de una mala situación reflejada en su mirada.—Buenos días, Maximilien —Uno de los accionistas lo saludó sarcástico.Todos ya lo estaban esperando en la sala de juntas, incluyendo Billy.—Buenos días caballeros —Saludó en un tono bajo—Primo, te ves fatal —le dijo Billy mirándolo de arriba abajo—Mientras que tú te ves perfecto primo Billy, Cómo siempre, ¿No?Billy sabía que eso último fue llen
Maximilien, sumido en los efectos del alcohol, se encontraba totalmente ajeno a sus acciones; en su mente, solo existía la vívida imagen de Amelia, inmerso en la fantasía que su mente creaba.—¡No sabes cuánto te deseo! —Exclamó Maximilien, escapándosele las palabras.—¿De verdad? Yo también te deseo. —Claude se encendió con las declaraciones de Maximilien y continuaron con apasionados besos, la pasión ardía. La acarició de manera sublime.—¡Amelia! ¡Te amo! —Nuevamente, su subconsciente lo traicionó. Claude se levantó de golpe y se cubrió con las manos.—¿Amelia? ¿Dijiste Amelia? —Gritó enfurecida.De repente, Maximilien empezó a reflexionar y se dio cuenta de que estaba frente a Claude, su amiga. Avergonzado, se levantó de la cama y comenzó a vestirse.—Claude…yo… discúlpame, yo estoy ebrio, no sé bien que es lo que está pasando ahora, perdóname.Ella tragó un duro nudo que se le formo en la garganta y empezó a recoger su ropa. Las lágrimas se escaparon por sus mejillas y miró a Max