Maximilien estaba consumido por el despecho, saber que Amelia no era la mujer adorada e inocente que él conoció, estaba destrozando su corazón, a pesar de que había logrado ocupar un puesto importante en la compañía, el que siempre anhelo, su felicidad no era completa, ahora su única motivación era el hijo que estaba esperando con Selene.Los días siguientes pasaron en calma, él no supo nada de Amelia, pero su humor estaba pésimo, no le daban ánimos de llegar a su casa, y ocupaba la mayor parte de su tiempo en la compañía.Sin embargo, una noche llegó sin avisar, ya no quería rendirle cuentas a Selene, cuando abrió la puerta, lo primero que hizo fue ir a la sala de estar a buscarla, pero ella no estaba, la busco por todos lados, y no había rastro alguno de ella, al sacar su telefono le marcó y su esposa no le contestó, se supone que estaba embarazada ¿A dónde iría en ese estado?Las horas fueron pasando, y no hubo ningún rastro de Selene, Maximilien comenzó a preocuparse pensando que
Mientras que Maximilien estaba con su esposa, tratando de conseguir la verdad, Amelia estaba enfocada en la salud de Olivia y de Lucían, sin embargo, la frustración por perder el cargo en Archer, la tenía en depresión.Hastings LM iba viento en popa, pero le faltaba mucha fuerza para poder posicionarse en el mercado, hubiera sido mejor si tuviera más acreedores de Archer, pero por lo visto su gestión fue en vano, pero como siempre, Olivia tenía algo para ella.—Que bueno que has venido a verme Amelia —La mujer estaba en sus últimos alientos, la enfermedad la estaba consumiendo rápidamente y su lucha era agotadora.—No dejaré de venir un solo día Olivia, quiero pasar el mayor tiempo contigo—Amelia acarició su frente.—Amelia, recoge ese sobre que está en esa mesa, es algo importante que tengo para ti.—¿Para mí? —Amelia preguntó extrañada—Sí, se que hiciste lo mejor que pudiste en Archer y Asociados, pero alguno de ellos hizo hasta lo imposible porque salieras de tu cargo, se valier
Maximilien estaba estupefacto con la noticia, cuando planeó ser el CEO general de la compañía no contaba con que Amelia se quedaría con las acciones de Olivia, y eso fue como un balde agua fría.Se encerró en su oficina, tratando de asimilar todo lo que estaba sucediendo, pero sus nervios le estaban jugando una mala pasada, por un lado, estaba desconcertado por la actuación de Selene, y por el otro, de nuevo Amelia estaba cerca suyo, era como si el destino quisiera mantenerlos en contacto, y eso si que le causaba incomodidad.Resopló desesperado y decidió no estar más tiempo en la compañía, así que regresó a la mansión para poder hablar con su esposa, de alguna forma necesitaba encontrar paz.Sin embargo, esa necesidad estaba muy difícil de complementar, pues todo lo que pasaba a su alrededor era una mezcla de sentimientos encontrados y sucesos inesperados, cuando entró a la habitación principal, su esposa estaba dormida profundamente en la cama, apenas se podían escuchar sus ronqu
En la sala hospitalaria, la tensión flotaba en el aire. Maximilien, herido, pero aún lúcido ante la gravedad de la situación, observaba impotente mientras su esposa permanecía en un estado de inconciencia.Desesperado, se enderezó en la camilla y aferró con fuerza la mano de la enfermera.—Señorita, mi esposa está embarazada. ¡Por favor, ayúdenla! —suplicó.La enfermera, intentando calmarlo, respondió:—Señor, tranquilícese, por favor. Estamos haciendo todo lo posible. ¡Cálmese!—Ella tenía un sangrado, y con el accidente podría estar peor. Deben saberlo.—¡Entiendo, señor! Déjeme ver qué puedo hacer. —Ante las súplicas de Maximilien, la mujer corrió hacia donde se encontraba Selene y comunicó al médico todo lo recién descubierto. Esto provocó que Selene recibiera un trato prioritario; la trasladaron a otra sala para atenderla con mayor diligencia, poniendo énfasis en la situación de su embarazo.Mientras tanto, Maximilien era examinado. Afortunadamente, sus lesiones resultaron ser su
Selene no reaccionaba ante la mirada enfurecida de Maximilien, no solamente estaba conmocionada por los estragos del accidente, sino también por la actitud de su esposo, ¿Por qué estaba tan enfurecido? Se preguntó de forma repentina.—¡Maxi! Mi amor ¿Qué pasa? —tragó saliva y preguntó—No me digas mi amor, esas palabras suenan falsas en tu boca—¿Qué pasa? ¿Por qué me estás hablando de esa manera? —Selene se estaba empezando a preocupar realmente—¡Arpía mentirosa! —Maximilien no pudo evitar soltarle lleno de odio—Pero… pero ¿Qué pasa? —Un terrible escalofrió le heló hasta los huesos a Selene.—¿Qué pasó con nuestro hijo? —preguntó Maximilien sarcásticoSelene lo miró confundida sin saber que hacer o que decir, por inercia se acarició el vientre, ya estaba acostumbrada a hacerlo de tanto mentir, que lo hacía de forma natural.—Nuestro hijo está aquí mi amor, aquí dentro de mi vientre ¿Por qué me estás hablando así? Cálmate, sea lo que sea que este pasando, lo podemos hablar, mira en
Por su lado, Amelia no la estaba pasando mejor, a pesar de su inesperado regreso a Archer y Asociados, su vida personal era un completo torbellino de emociones.—Amelia, se que tienes cosas que hacer, no debes estar todo el tiempo aquí a mi lado—Por desgracia para Olivia, sus últimos días estaban cerca, su salud día tras día se estaba deteriorando, y con esta, sus ganas de vivir.—Si Olivia tengo un montón de cosas que hacer, es cierto, pero no podría estar tranquila sabiendo que te dejo aquí sola con todo esto ¿Acaso la vida no puede ser más justa con nosotras? —Amelia se reprochó en medio de su tristeza, ¿Qué más podía pasarle para completar todas sus desgracias?—¡Amelia!—Olivia la tomó de la mano —Yo sé que lo estás intentando, pero debo pedirte algo que te va a parecer demasiado insensato, sin embargo, dadas las circunstancias que estamos atravesando, no puedo seguir siendo egoísta contigo.—Dime Olivia. —respondió Amelia desmotivada—Deja todo atrás y vete con tus hijos, yo sé
Amelia se sumió en el sueño sobre la camilla de su hijo. La tenue luz del amanecer que se filtraba por la ventana la despertó, y al abrir los ojos, constató que su hijo continuara dormido. Los médicos le habían aconsejado mantenerlo en ese estado hasta que se llevara a cabo el trasplante.A pesar de la recomendación médica, Amelia no se separó de su lado, la angustia de tener a su hijo en el hospital era un dolor completamente inexplicable.Estirándose ligeramente, se encaminó hacia el baño para organizarse un poco. Al regresar, se encontró con que el médico ya estaba examinando a su pequeño.—Buenos días, Amelia—Buenos días doctor, gracias por venir tan temprano, me quedé dormida y estaba en el baño.—No se preocupe, quiero que conserve la calma con lo que tengo para decirle.Amelia ni siquiera atendió al doctor, de inmediato se descontroló, y el llanto empezó a brotar por sus ojos.—¿Qué pasó doctor?—No eres compatible con tu hijo, necesitamos otro donante —Le soltó el hombre sin
Maximilien decidió irse de la mansión que compartía con Selene, estar en ese lugar le carcomía el alma, tantos recuerdos al lado de su esposa, para terminar convencido de que no era una buena mujer.Se sentó en su sofá y sirvió una copa de vino, de un solo sorbo se la terminó y así pasó con unas cuantas más, su estado emocional empezó a cambiar producto del alcohol, y sentía que todo en su interior estaba completamente vacío, no lo acompañaba ni una sola motivación para seguir .Las horas fueron pasando y con ellas, una copa de vino tras la otra fue quedando vacías sobre la mesa, Maximilien estaba completamente ebrio, lo peor del todo lo que sucedía, era que aún estaba muy sensible a causa del accidente y sus heridas no curaron completamente.El ardor en su brazo lo hizo examinar una de las heridas que estaba sin tratar, la llaga estaba sangrando, y el dolor era insoportable.> Resopló. Sin embargo, trató de levantarse de su silla, pero debido