Amelia no estaba esperando visitas en ese momento, tampoco tenía una cita programada, levantó la mirada de la pantalla de su laptop, y lo primero que vino a su cabeza fue la imagen de Maximilien al otro lado de la puerta, tragó entero de solo pensarlo, se levantó y arregló su vestido, tuvo que esperar por unos segundos a que el color rojo de sus mejillas se desvaneciera.De nuevo la puerta sonó, con el corazón bombeando a mil por hora abrió. Sus ojos se abrieron con sorpresa al darse cuenta de quien estaba al otro lado.—La magnifica CEO de Archer y Asociados, ¡Amelia! ¿Cómo estás? —Jean se abalanzó sobre ella y le dio dos besos, uno en cada mejilla. Mientras que ella con desilusión le esbozó una fingida gran sonrisa.—¡Jean! No me esperaba tu visita ¿Cómo estás? Sigue por favor—ella le señaló para que entrara a la oficina.—Bueno, sé que soy inoportuno al venir sin avisar, pero estaba cerrando unos negocios en otro departamento de la compañía, así que pensé, ¿Por qué no saludarte? —J
Días más tardeSelene estaba frente al espejo acabando de arreglar su vestido, aplicó bastante rubor en sus mejillas y lápiz labial, Maximilien se quedó mirando su figura, a pesar de estar embarazada, su estado no le restaba belleza, se acercó por la espalda y le dio un abrazo.—El embarazo te está sentando muy bien—le dijo mientras la acarició con ternura, Selene tomó sus brazos y los despego de su cuerpo.—Gracias cariño, pero tengo prisa, tengo una cita médica en una hora, un control del embarazo.—¡Perfecto! No tengo reuniones pendientes esta mañana, te puedo acompañar—Selene palideció por la petición de su esposo—No es necesario, yo puedo ir sola a la cita, debes tener pendientes —Selene se acercó para darle un beso en la mejilla, pero Maximilien la tomó del brazo.—Mi único pendiente importante en este momento, eres tu y mi hijo— acarició el vientre de Selene, y le devolvió el beso en la mejilla —Vamos, yo te llevo.La mujer apenas apretó sus ojos, tratando de disimular, tenía
Maximilien no dejó de pensar ni un solo momento en la conexión que tuvo con los gemelos, y en su cabeza solo rondaba la idea de que ellos fueran sus hijos, sin embargo, Amelia evitó a toda costa darle la cara, no quería revelar sus nervios.Pero él tenía preparado un as bajo la manga que no lo dejaría quedarse con la duda acerca de la paternidad de los niños; su telefono sonó y era la llamada que tanto estaba esperando.—¡Abogado Reynolds! ¿Cómo está? Dígame, ¿Logro conseguir la solicitud de la prueba de ADN para los hijos de Amelia? —Maximilien preguntó ansioso—Señor Archer, bueno está un poco complicado, ya me comuniqué con el abogado de la señora, pero tiene la razón, ella no está en la obligación de dejar hacer de manera voluntaria la prueba, es necesario que la demandemos. —Maximilien se quedó en silencio, lo que menos quería en ese momento era que ella sintiera acoso de su parte y mucho menos perturbar su paz.—¿Señor? ¿Esta ahí? —el abogado preguntó al no escuchar a Maximilie
Inmediatamente Maximilien salió de la oficina de Amelia, ella se sentó tratando de recobrar el aire, tomó su telefono y en seguida llamó a la única persona que estaba dispuesto a ayudarle con todo.—¡Billy! ¿Cómo estás?—Hola Amelia, estaba en una reunión, pero ya estoy libre ¿estás bien? —preguntó al escuchar el tono de su voz—No, no lo estoy ¿podemos vernos? Es urgente.—Claro, ¿Quieres que vaya a la compañía?—No, nos vemos en la mansión, estoy allí en una hora ¿puedes?—Sí, estoy cerca, ten cuidado Amelia, ya nos vemos.Amelia trató de controlar sus deseos de llorar, no acostumbraba a beber, pero gracias a su ansiedad lo estaba viendo necesario, abrió una botella de vino y de un solo sorbo se tomó casi un cuarto de esta.Tragó entero, tomó su bolso y se fue para su mansión, debía solucionar lo más pronto posible. Al llegar a casa, sus niños no regresaban todavía del colegio, cuando Olivia la vio entrar, de nuevo supo que algo estaba pasando.—Amelia ¿te sientes bien?Amelia tenía
Todo lo que estaba pasando tenía a Maximilien en la cuerda floja emocional, su humor estaba pésimo los últimos días y no podía controlar sus emociones, todo lo que se acercaba a él llevaba las represalias de su decadencia, y no era para menos, la desilusión de que los hijos de Amelia no fuesen suyos, lo llevaron a un completo declive emocional. Y ni hablar de la situación de su patrimonio.Dos semanas más tarde—Mi amor, te tengo una excelente noticia —Selene se sentó frente a Maximilien, quien estaba centrado en la pantalla de su laptop. Sin embargo, él ni siquiera se inmuto. —¡Maximilien! ¿Me estás escuchando? —Repitió ellaÉl sacudió la cabeza y la miró confundido —¿Qué me estabas diciendo?—¿En que mundo estás? ¡por favor! Préstame atención, te estaba diciendo que te tengo una buena noticia —él apenas sonrió con la comisura de sus labios—¡Por fin una buena noticia! —dijo sarcástico —Dime cariño ¿Cuál es la buena noticia?—La mustia esa de Amelia renunció a la herencia, ella y su
Mientras tanto en la mansión de Amelia, Billy la estaba esperando, ella olvidó por completo que tenía un compromiso con él y la estaba llamando al teléfono , pero sus llamadas no fueron respondidas.—Olivia, ¿Amelia se ha comunicado contigo? —Le preguntó preocupado, Olivia estaba a punto de irse a dormir—Cariño, no, sé que estaba trabajando hasta tarde hoy, hace como una hora y media me lo dijo, ella debe estar en la compañía, cuando se entrega al trabajo no hay poder humano que la retire de ese computador.—Pero no me contesta, quedamos de vernos a las diez aquí, hablaríamos un rato, bueno, supongo que lo olvido, iré hasta allí.—Como quieras cariño, está muy tarde y quiero descansar —Olivia dio un bostezo, sin darle mayor importancia a Billy.—Descansa Olivia —Billy se acercó y le dio un beso en la mejilla, marcó de nuevo el teléfono de Amelia, pero ella no contestó, preocupado tomó su chaqueta y se fue hacia Archer y Asociados.Mientras que, en la compañía, todos ya se habían ido
Amelia caminó al lado de Billy avergonzada, no era capaz de mirarlo a la cara, él tampoco buscó explicación alguna, pues su corazón se quebró de inmediato con su descubrimiento, para él, fue como si ella de verdad hubiera traicionado su matrimonio, y eso le dolía, Billy estaba tan desconsolado, que los sentimientos que llevaba dentro no lo dejaban respirar con mesura. Durante el trayecto hasta el recibidor del edificio, ninguno de los dos dijo nada, el silencio sepulcral decía más que mil palabras. Pero Amelia no se sintió bien dejando que él asumiera todo sin escucharla primero. —Billy, cariño, debemos hablar por favor, necesito que me escuches. —Amelia lo tomó por el brazo —Vámonos de esta compañía Amelia, me arden los pies de solo pisar sus suelos —Billy evadió el tema, estaba demasiado enojado para hablar.—¿Podemos ir a tomar un café? —preguntó ella —¿Acaso no estabas tomando café con Maximilien?¿Quieres más café? Eso puede desvelarte —Billy por favor, necesito cinco minutos
Maximilien se acostó del lado de su cama, dándole la espalda a Selene. —¿Maxi, amor? ¿Estás dormido? —Selene comenzó a acariciar la espalda de su esposo con la intención de seducirlo. Y aunque él estaba despierto, no tenía ni la más mínima intención de responder a sus insinuaciones, conocía a la perfección el juego de Selene. —Quiero estar contigo Maximilien, ¡Despierta! Solamente te espere para que me hicieras tu mujer —Selene repetía insistente Maximilien apretó sus ojos, y respiro fuerte simulando que estaba dormido profundamente, Selene refunfuño en voz alta, maldiciendo la situación, se envolvió en su sabana y se giró de espaldas a Maximilien, mientras que él suspiró sintiéndose mal. Sin embargo, él no se dejó invadir por el mal sentimiento del remordimiento, pues en su ser habitaba una extraña felicidad, una que superaba cualquier cargo de conciencia que tuviese con su mujer. Al día siguiente se levantó mucho más temprano que Selene, se arregló sigilosamente para evadir su