CAPITULO 35

DAVID

Me dirijo hacia la cocina, mis pasos se detienen en seco antes de entrar cuando veo a Andrea parada frente a la mesada. Mis ojos se abren más ante esa imagen suya. Se ve radiante con esa falda que lleva puesta, sus piernas largas se notan mucho y de repente una oleada de algo se instala dentro de mí.

—¿Saldrás? ¿A dónde?—pregunto al pasar a la cocina. No la veo, de hecho hago como si no la notará.

Paso por su lado y me dispongo a abrir uno de los cajones, saco un sacacorchos.

—No pensé que estuviera en casa ya —manifiesta ella, a mi espalda.

Me tomo mi tiempo para girarme, mientras busco espero que diga algo más, sin embargo, no lo hace. Así que me muevo a la alacena donde tengo almacenadas las botellas de vino.

—¿No crees que ya es tarde para salir? —indago, luchando por disimular mi coraje.

¿Qué estoy haciendo? Sono cómo un padre o pueda que hasta peor que uno, como un novio.

También me tardo un poco para elegir una de las botellas, ya sé por cuál venía, pero solo quiero hacer
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP