Se nos viene mucho drama, nada termina siendo color de rosas Jajajaja. Estaré atenta a sus comentarios. Si les gusta la historia, pueden regalarme sus estrellitas y un comentario. (✿◠‿◠)ヽ(✿゚▽゚)ノ
Charlotte se encontraba encima del escritorio de Damián, siendo penetrada violentamente. A ella le dolía su parte íntima, ya que él no tenía compasión de ella en ese momento. Los celos que el alfa sintió al ver a la humana cerca y coqueteando con el mesero lo obligaron a esto. Pero eso era lo que Charlotte quería en ese momento, sacar el lado celoso de Damián para confirmar lo que ella tanto quería.«Ambos entraron al restaurante a comer, se dirigieron hacia la mesa que Damián había reservado para ambos y esperaron al mesero. Él llegó y ambos ordenaron, pero lo que a Damián no le gustó para nada fue la mirada que el mesero le hizo a su sumisa y eso lo enfureció más que la vez anterior. El mesero se retiró pero, no sin antes guiñarle un ojo a Charlotte provocando el sonrojo de esta. Ella se percató que Damián estaba muy tenso y decidió romper el hielo.— Señor, ¿Qué pasa? ¿Hice algo malo? — preguntó, llamando la atención de Damián, y el nombrado la miró con recelo.— Nada que importe,
El primero en despertar fue Damián al sentir algo pesado en su pecho, pero después se calmó al ver que era Charlotte que estaba dormida sobre él y lo estaba abrazando como si no quisiera que se fuera de su lado.Ayer en la noche, después de quedarse dormido, James lo llamó y le dijo que iba a ir a su casa a entregarle un sobre de suma importancia, sin embargo, no le daría más detalles, hasta que llegara.Suspiró y pasó sus dedos por el cabello de Charlotte, la comenzó a mover con delicadeza y tirando de ella con suavidad. La humana fue abriendo los ojos lentamente al sentir esas caricias que la hacían sentir bien, y olvidarse de todos los problemas.Dejó escapar un suspiro antes de dejar un beso en el pecho de Damián y míralo a los ojos para darle otro beso de buenos días.— Hola —saludó, con una sonrisa tímida que hizo que el alfa sonriera.— Hola, ¿Estás adolorida? —preguntó, con una ceja levantada. Esto provocó que Charlotte lo mire con timidez y pena para luego la humana poner su
— ¿Quién te lo entregó? — preguntó, con voz enojada. Ella dándose cuenta de esto y colocó su cabeza en el regazo de Damián para calmarlo, proporcionándole algunas caricias con sus manos que estaban funcionando. — Fue Nadia —dijo, desviando la mirada hacia otro lado. Charlotte levantó la cabeza al oír ese nombre. — Perdón que me entrometa, la persona que se lo entregó es Nadia Green —indagó, con un dedo en la barbilla. — Sí, es ella, ¿La conoces? —preguntó James, de inmediato. — Sí, es mi mejor amiga, es la única con quien he hablado desde que llegué aquí —confesó, sonriendo. — Ya no hablemos de eso, tenemos algo más importante que hacer antes de dos semanas — dispuso Damián, haciendo que las miradas se dirijan a él. — Sí, tienes razón, al menos tienes a Charlotte para que sea tu sumisa, pero yo no tengo a nadie, y Nadia no quiere saber de mí —declaró, bajando la mirada. — No obstante, Charlotte no está preparada para eso, y yo no quiero asistir a ese evento —expresó Damián, seri
Charlotte esperó a que su amiga terminara de arreglarse, en cambio, fue a su dormitorio, encontrándose con Michael, hurgando entre sus cosas.— Te dije que no podías tocar mis cosas, Michael —dijo la humana, cerrando los ojos un momento—. ¿Qué miras?— Tus dibujos —Michael seguía sentado en el piso—. Son hermosos, ¿me puedes dibujar a mí?— ¿Quieres que lo haga? Sabes que puedo hacer cualquier cosa por ti —sonrió, sentándose a su lado—. Ahora que estoy más tiempo en tu casa, puedo hacerlo y luego haremos que tu padre nos ayude en eso.— Papá no lo hará, no le gustan las fotos —dijo Michael, haciendo un puchero—. Contigo, es diferente. A mí me gusta tu olor, también sé que siempre estarás conmigo y papá se nota más feliz que con mi mamá.— ¿Por qué no te gusta hablar de tu mamá?— Mi madre es una mujer mala, se fue una noche y nunca volvió —dijo Michael, jugando con sus dedos y mirando los dibujos—. Por eso es mala, tampoco ha ido a buscarme y no quiero que lo haga de todos modos —se e
Por lo que observó, su hijo parecía estar llorando o al menos eso fue lo que le dejó dicho sus lágrimas. No se lo pensó mucho y se puso de pie, acelerando el paso hacia ellos.— ¿Sucedió algo? ¿Por qué Michael está llorando? —preguntó Damián, tomando a su hijo en brazos—. Habla.— Estábamos disfrutando de un buen momento en una cafetería, Michael estaba jugando y de un momento a otro apareció su madre —Damián levantó las cejas—. No tenía idea de que esa mujer iría, lo siento.— Ven, vamos a la habitación —Damián se detuvo en seco al ver que detrás de ella se encontraba otra persona—. Lo siento, pasa. No te estaba viendo.— Hola, señor Walter —saludó Nadia—. Es un placer verlo y, disculpe que haya llegado a su casa sin avisar…— Nadia —James corrió hacia ellos—. Dios mío.— Todavía no acepto tus condiciones —Nadia dio pasos hacia atrás.— Los dejaré, debo ir con mi hijo porque ha estado llorando.Charlotte inclinó la cabeza hacia ellos, y siguió al alfa escaleras arriba. En lugar de ir
Damián acariciaba el collar que ella tenía en el cuello, pasaba sus dedos por este. También en poco tiempo se quedó dormido, pero su felicidad no duró mucho al sentir algo en su pecho. Los pezones de Charlotte estaban duros sin él tocarlo ni nada por el estilo.Colocó a la humana a un lado sin despertarla, sin despertar a su hijo, el cual se movió hacia la parte del medio de la cama, y se bajó de la cama para quitarle los zapatos y la ropa y dejarla desnuda solo con la ropa interior. Salió de la habitación y comenzó a caminar por el pasillo hasta que se detuvo cuando escuchó unos gemidos de placer de una de las habitaciones.— ¡James, hay personas que quieren dormir! —gritó, entre carcajadas.— ¡Cállate, Damián! ¡Vete a follar a Charlotte! —gritó de vuelta, pero después escuchó un golpe y supo que Nadia le había dado una nalgada. Eso hizo que él se fuera de allí riéndose sin parar.Cuando llegó al sitio que buscaba entró y cerró la puerta tras de él, los recuerdos llegan a su mente co
Al día siguiente, decidió que era momento de salir de la casa a pasar un buen rato disfrutando del clima. Charlotte se puso de esos vestidos que dejaban al descubierto sus piernas, él pasó saliva en seco al verla tan sensual, tan vivaz. Esa mujer iba a matarlo lentamente en cualquier momento.— Damián —lo llamó Charlotte—. Quiero irme, vámonos por favor.— ¿Qué? ¿Por qué nos tendríamos que ir? —preguntó cargando a su hijo—. Habla.— Mi madre está aquí, quiero irme.— No me iré de aquí —dijo Damián, mirando hacia las personas que acababan de entrar—. Nos quedaremos a desayunar, mostrarás tu hermoso anillo y serás mi novia. Que no se te olvide que mi hijo también es tu hijo y que te necesitamos completamente cuerda.— Es que no lo entiendes, ella es…— Si te digo que te vas a quedar conmigo lo haces, que no se te olvide que soy tu amo.— Sí, mamá. Silencio.Le sonrió a su hijo, porque este le siguió la corriente. Se sentaron en una de las mejores mesas. Él reconoció a esas personas en c
Charlotte dejó salir un estornudo luego de salir del baño y ver que su ropa no era la más apropiada para usar ese día. Luego de la discusión que tuvo con el alfa el otro día, no tuvo más remedio que tomarse un poco de su tiempo para ver si podía seguir con esas cosas que hacían. Iba a buscar a Michael a la escuela y se lo llevaba a su dormitorio a pasar la tarde. Cuando llegaba casi la noche, el chofer del alfa la iba a buscar. Tampoco había respondido ninguna de las llamadas por parte del alfa, mucho menos los mensajes para saber si estaba bien. Las únicas llamadas que se hicieron durante todo ese tiempo, fueron para saber cómo se encontraba Michael.Era fin de semana, repleto de chicos en busca de sexo y ella tenía que quedarse en su dormitorio sufriendo por amor. Su padre se encontraba bien y la última llamada que tuvo con él, sintió que le ocultaba algo, porque le dijo que quería ir a visitarlo el fin de semana, pero este se negó. Su amiga se fue con su enamorado empedernido y el