Una vez llegaron a la casa, ella se despertó por completo cuando el bajo del auto y azotó la puerta.Fue ahí que ella pareció tomar consciencia de dónde se encontraban y espantarse al ver a Michael ir hacia su puerta y halar de ella para sacarla del auto.Fleur no sé, atrevía a emitir palabra alguna, sobre todo al ver el rostro de Michael.Michael la llevó hasta su propia cuarto.—Dime por qué te has vuelto a poner en peligro saliendo tan tarde y tomando Ella no deseaba responder, no podía responder si lo hacía, terminaría diciéndole lo que sentía por él.—No te dejaré salir si no me lo dices— Michael la empujó hacia atrás haciéndola caer sobre la cama.—No puedes encerrarme, además esta es tu cama.—De ti depende que puedas salir.—No, no lo diré.—¿Por qué diablos eres tan terca?—No soy terca, estúpido, engreído, que no te das cuenta de que estoy enamorada de ti.Fleur se llevó sus manos al su boca al darse cuenta de que lo que había pensado lo había prácticamente gritado.Michael
Fleur despertó en la cama de Michael, eso le pareció extraño, pero dado el estado en el que se encontraba la noche anterior lo más seguro es que él hubiera perdido la paciencia y en vez de caminar con ella un par de metros más hacia su cuarto la hubiera dejado en el suyo. Era mejor pensar eso que imaginar que algo más hubiera ocurrido, ya que si algo hubiera ocurrido significaba que Michael sentía algo por ella.—Fleur deja de suponer que algo así ocurrió, eso es algo imposible, es más, eso solamente pasa en tus sueños, solamente ahí.Sin embargo, fue quitarse las sabanas de encima y ver su cuerpo desnudo.Un fuerte calor inundó su cuerpo, llevándola a taparse el rostro con sus manos, antes de dejarse caer de nuevo a la cama y taparse por completo con las sábanas.Realmente no recordaba nada de lo que había pasado la noche anterior después de que Michael volviera a salvarla. Solo recordaba como él la cargaba y la metía al auto, solo eso era todo lo que ella recordaba.¿Ese hombre pod
—Duda de que sean fuego las estrellas, duda de que el sol se mueva, duda de que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amoMichael terminó de leer esa frase de Shakespeare, solo para dejar que Fleur se acomodará mejor en sus brazosEra curioso lo que le pasaba con esa mujer, no entendía qué clase de embrujo ejercía ella sobre él y siendo sinceros realmente no le importaba, lo único que le importaba era que ella siguiera entre sus brazos.Fleur, si ella supiera que su amor por ella no había comenzado de un día para otro, todo lo contrario empezó de manera lenta y mucho antes de que ella supiera de su existencia.El simple hecho que ella estuviera en sus brazos hacía que el rostro siempre serio de Michael ahora sonriera de manera cálida, aunque no a la vista de los demás.De cara al público, él seguía siendo un despiadado hombre de negocios, un verdadero tiburón que devoraría a todo aquel se interpusiera en su camino.A todos menos a Fleur, con ella Michael ya no necesitab
Fleur sentía que no podía vivir más tiempo con Michael. Era obvio que él sentía algo por ella, pero ella no podía aceptar seguir viviendo con él.Necesitaba su espacio y así tal vez ella podría estar segura de que lo Michael sentía por ella era verdadero, algo genuino. Que era algo duradero, algo que duraría por muchos años y que no acabaría en un par de meses cuando el se diera cuenta que ella no era la mujer adecuada para estar a su lado,Además, ella sentía que se estaba aprovechando de alguna manera de su amabilidad, por lo que más de una vez le dijo a su amiga que le gustaría encontrar un lugar donde vivir. Era una manera también de que ella se pusiera a prueba, le daba mucho miedo depender de alguien más, ya que desde la muerte de sus padres se había encontrado sola.Confiar en alguien más significaba esperar cosas que podrían no suceder, tanto su cabeza, como su corazón en esos momentos se encontraban llenos de sentimientos contradictorios, con respecto a lo que debía de acepta
— ¿Dónde dices que te vas? Yo no autoricé que tengas un viaje, y tampoco has trabajado el tiempo suficiente como para tener vacaciones pagadas.Se quedó callado por un instante para intentar ser racional y se plantó frente a ella tomando el teléfono y colgándolo.—¿Pero por qué has colgado la llamada?Fleur no esperaba una reacción de ese tipo por parte de Michael, no entendía cómo es que ese sujeto pasaba de ser un encanto a ser un completo gilipollas, realmente era algo que no lo entendía por mucho que trataba de hacerlo.— Así tendré toda tu atención… ¿Qué es eso de que te mudas? No Puedes hacerlo, sabes perfectamente que te necesito cuidando de mi hijo todo el tiempo y no puedes hacerlo si vas a vivir a otro lado.Michael llevó la mano hasta el delicado mentón de su niñera, haciéndole levantar levemente el rostro para fijar sus ojos aceitunas en los verdes de ella.— Además, dijiste que te harías responsable de tus palabras.Fleur se quedó aún más sorprendida con las últimas palab
Aquella mañana, como todas desde que Fleur decidió dejarlo, porque así se sentía él como un hombre abandonado por la mujer y de la que estaba enamorado, Michael se despertó antes de tiempo.Se preparó un café y otro para ella, era una costumbre que no perdía y al lado del café le dejaba una nota disculpándose por haber tenido que marcharse antes de tiempo, pero en realidad no tenía que hacerlo, simplemente no quería enfrentarse a lo que le provocaba la decisión que ella había tomado.Fleur iba todos los días a casa de Michael, no faltaba ni un día, no llegaba tarde.Todo con tal de que Michael no pudiera tener ningún problema con ella o tuviera motivos para pedirle regresar.Pero no importaba lo temprano que ella llegara, ya no podía encontrarse con él en la cocina, era como si la evitará, lo único que podía encontrar sin falta era su taza de café con una pequeña nota.Por otra parte, no era lo mismo, ella deseaba poder bromear con él, mientras veían al pequeño Michael desayunar.—¿Fl
— A ver si te aclaras con lo que quieres, porque yo ya no entiendo tu forma de actuar, ya no sé ni qué decirte o que debo hacer las cosas contigo para agradarte.Negó el hombre, quien caminó hasta la puerta de su habitación indicándole con un gesto de su mano donde estaba la salida.Realmente ese hombre la ponía en una maldita montaña rusa, que la hacía subir y bajar de golpe.Fleur no entendía, ¿cómo diablos, podría estar enamorada de alguien como Michael?No era más que un Neandertal, un maldito hombre de las cavernas, que sino se hacían las cosas como él quería, no estaban bien. Un hombre por demás desesperante.— Vamos, vete a tu casa y aléjate de mí, si tanto te molesta mi presencia, yo no voy a ser un obstáculo para ti.Justo en ese momento ella no quería más que gritarle, darle hasta un buen par de golpes por ser tan estúpido.¿Acaso no veía cómo ella se derretía en sus brazos?Que lo único que ella quería de él, era un poco de respeto. Si él se lo diera, ella no tendría motivo
—No, es que no quiero— decía Fleur al joven que trataba de abrazarla y así besarla.—Debes besarme, son las reglas, es mi castigo.—Por eso es tu castigo, no el mío— trataba ella de hacerme entender al idiota que ella no era la que tenía que sufrir por un castigo que no era suyo.Pero no solo era el beso, era la forma en que su cuerpo se rozaba con el cuerpo de ese hombre.Era un roce molesto para ella, porque parecía que hacía a propósito el frotar su entrepierna contra sus piernas o contra su trasero cuando intentaba era huir.Lo peor es que nadie parecía querer ayudarla todo lo contrario, parecían divertirse con lo que ese imbécil Neandertal trataba de hacerle.—Por favor para ya…— pedía Fleur, sin embargo, el otro sujeto parecía que ella lo único que hacía era invitarlo a más.—Eres tan hermosa — murmuró contra su cuello, aspirando su aroma, era un hermoso, suave y dulce que no hacía más que invitarlo a lamer y morder su cuello.Ella no podía más que seguir intentando tratar de sa