Con Zia evadiendo a su padre y dirigiéndose a la casa de su prometido, todo parecía ir viento en popa, nada podría salir mal, su plan era realmente perfecto.Francesco, por su parte, apenas y podía concentrarse en su trabajo, ahora sí se sentía muy presionado, en menos de veinticuatro horas se casaría con una mujer que no amaba y mucho antes de eso, iría a buscar a su hija para llevarla con él por primera vez. ¿Si Caroline no quiere estar sola con él?¿Si no le agrada la mansión o sus hermanos?¿Si se despierta a media noche llorando por su madre?Eran varios de los pensamientos que pasaban por la mente del ahora atormentado futuro esposo.Pero afortunadamente, las cosas en la empresa estaban en una etapa de mucha calma, las cosas importantes ya se habían hecho, por lo que Francesco pudo retirarse poco después del medio día, directo a la casa de Roxana a buscar a su hija. —No cierres la puerta.— gritó Francesco desde su auto, él que llegaba a buscar a su hija y Roxana que es
El peligro estaba en el aire, había mucha maldad en la mansión Rucci, Zia en la habitación, teniendo una actuación magistral al frente de su futura hijastra y John, en la cocina, esperando el momento indicado para dar la señal de ataque, todo estaba servido para presenciar una verdadera tragedia. Francesco solo estaba concentrado en su hija, verla sonreír, jugar y divertirse era todo lo que necesitaba para mantener su corazón lleno de amor, hasta que sonó su celular.—Mike, ¿Cómo estás? ¿Qué ocurre?— contestó Francesco la llamada, era inusual, Mike había estado ocupado en sus cosas y casi nunca lo había llamado. —Bien, hermano, estoy con Luke en tu bar preferido y mientras pedíamos una cerveza, recordamos que no te organizamos tu despedida de soltero, perdón, fue todo muy rápido y no te habíamos visto, ¿Por qué no vienes hasta aquí y nos tomamos unos tragos? Será tu última noche como soltero, debemos aprovecharla.— explicó Mike, ante la mirada atenta de Luke, quien no estaba na
Han dejó a Caroline en la cajuela del auto, esto tampoco era parte del plan, pero la cantidad de drogas que había consumido en las últimas veinticuatro horas lo habían dejando completamente loco. Con cinta adhesiva súper fuerte, inmovilizó sus manos, también le tapó la boca para que no pudiera gritar, ¡estaba completamente loco!Cuando él apretó el acelerador con todas sus fuerzas, alejándose del lugar del secuestro, Alice sintió un golpe en su corazón, algo pasó, esto no es normal, sus instintos de madre le pedían que hiciera algo. —¿Qué ocurre cielo?— preguntó Aron, quien al saber que su novia estaría sola en casa, salió antes de su trabajo, esta sería la noche perfecta para tener suerte con su enamorada por primera vez. —No lo sé, pero algo me está subiendo en el estómago.— dijo Alice, tratando de explicar lo que sentía, pero esto era algo que no podía decirlo con palabras. —Debió ser el sushi, ¿Tienes algún antiácido en tu maletín de primeros auxilios?— explicó Aron, a
El mundo giraba alrededor de Francesco, no era un error que le atendieran la llamada desde el hospital, Zia había salido de la casa junto a su hija y ahora solo estaba una sola internada, ¿Dónde está Caroline? De la nada, Francesco se sentía desorientado, la vista se le nubló y vino una imagen clara hasta sus mente. Estaba él, conduciendo un auto a toda velocidad, perdiendo el control y dando varias vueltas en la autopista hasta perder el conocimiento.Este recuerdo era de la noche de su accidente, era la primera vez que recordaba algo antes de caer en coma, haciendo que su cabeza estuviera a punto de estallar. —Francesco, ¿Estás bien?— le preguntó Mike, quien notó como su hermano casi caía al suelo totalmente desubicado. —Si, vamos al hospital, si Thomas confirma que vio a Zia salir con Caroline, esto no puede significar nada bueno.— razonó Francesco, tratando de mantener la calma, está situación era muy complicada para él y debía mantener su mente serena y tratar de actuar
Marlene, alejada de todo el drama que ocurría en su familia, le había ordenado a John que la llevara a su casa a una hora específica, esto lo obligaba a quedarse un par de horas extras a lo que era normal de su jornada laboral. Otro día, desesperado por verse con su amante, esto lo habría vuelto loco, pero justo en este momento le caía como anillo al dedo, era la cuartada perfecta, con un testigo tan importante, su jefa, una de las mujeres más poderosas de toda la ciudad. —¿Será posible?— dijo Marlene, sentada en el asiento de atrás de su auto, ella había pasado todo el camino viendo su celular, pero justo al cruzar a la calle que daba a su mansión, levantó la mirada por cosas del destino.—¿Disculpe señora? ¿Me preguntó algo?— dijo confundido John, quien también venía distraído, su mente estaba en otro lugar, pensando únicamente en cómo le había ido al amor de su vida, quien llevaría a cabo una parte peligrosa de un plan peligroso. —Nada, dedícate a conducir.— contestó de f
Luego de que el detective Stuart, terminara de explicar los próximos pasos a seguir con respecto al caso del secuestro de Caroline, Alice no tenía nada que pensar, para ella, todo esto no era coincidencia, Zia estaba involucrada con la desaparición de su hija.Por otro lado, el detective sí tenía razón en algo, ¿Cómo podía ser la culpable si en el vídeo se muestra como ella forcejea con el malhechor, recibiendo, además, un fuerte golpe en su cabeza? Lo que ninguno sabía, era que este plan había sido pensado con mucha astucia y ese fuerte golpe recibido hasta ahora libraba a Zia de ser la principal sospechosa en todo esto.—La verdad, yo podría ser nuevo en esta ciudad, después de mi accidente, viví en Italia dos años y han pasado solo un par de meses desde que llegué.— habló primero Francesco, tenía su mirada clavada al piso, era mucha la vergüenza que sentía, había fallado en la que era su promesa más importante hasta ahora.—Fue tu prometida, ¿Quién más querría hacerle daño?—
Aún en el hospital, con una gran protuberancia en la frente, Zia despertaba. Este debía ser uno de los días más importantes y felices de su vida, pensaría cualquier persona normal, pero en vez de eso, ella era la víctima de un asalto muy bien planificado. No necesitaba actuar, ella sintió mucho miedo al ver a los ojos al primo de su amante, fue aterrador como ese loco y desquiciado hombre, impulsado por sabrá Dios qué droga se abalanzaba sobre ella para darle semejando golpe entre sus dos ojos. —Buenos días señorita Berlusconi, ¿Cómo se encuentra?— dijo una voz penetrante, Zia después de abrir los ojos con dificultad quería seguir durmiendo, esperando que todo su malestar se disipara rápidamente.—¿Dónde está mi novio?— preguntó Zia, sin ver el rostro de la voz que le hablaba. —Me temo que aún no han venido a visitarla hoy, yo soy el doctor de turno.— respondió gentilmente el apuesto caballero que se mezclaba con todas las luces de la habitación.— déjame ver cómo está tu her
Las horas pasaban, sin señal de una niña inocente que no tenía nada que con los problemas de los adultos. Esto hacía que la desesperación de sus padres siguiera en aumento, sin mensajes ni llamadas de los responsables de todo esto. ¿Qué quieren? ¿Cuánto quieren? ¿Por qué Caroline?Zia terminaba de recoger sus cosas cuando recibió la visita de la última persona que quería ver por el resto de su vida. — Te dije bien claro que no actuaras contra mí.— escupió Vito, entrando en la habitación junto a su esposa donde estaba su hija, ninguno de los dos preguntó cómo estaba, a él no le interesaba y la señora Berlusconi solo podía temblar del miedo.— Papá, pensé que no vendrían a visitarme, no tenía cómo avisarles dónde estaba, afortunadamente Francesco lo ha hecho.— decía Zia, creyendo que su padre se comería ese cuento.— Cállate, desde hoy no eres mi hija y te trataré igual que como trato a mis enemigos.— Vito estaba nublado por la ira, su esposa conocía esa expresión en su rostro, nada bu