Han dejó a Caroline en la cajuela del auto, esto tampoco era parte del plan, pero la cantidad de drogas que había consumido en las últimas veinticuatro horas lo habían dejando completamente loco. Con cinta adhesiva súper fuerte, inmovilizó sus manos, también le tapó la boca para que no pudiera gritar, ¡estaba completamente loco!Cuando él apretó el acelerador con todas sus fuerzas, alejándose del lugar del secuestro, Alice sintió un golpe en su corazón, algo pasó, esto no es normal, sus instintos de madre le pedían que hiciera algo. —¿Qué ocurre cielo?— preguntó Aron, quien al saber que su novia estaría sola en casa, salió antes de su trabajo, esta sería la noche perfecta para tener suerte con su enamorada por primera vez. —No lo sé, pero algo me está subiendo en el estómago.— dijo Alice, tratando de explicar lo que sentía, pero esto era algo que no podía decirlo con palabras. —Debió ser el sushi, ¿Tienes algún antiácido en tu maletín de primeros auxilios?— explicó Aron, a
El mundo giraba alrededor de Francesco, no era un error que le atendieran la llamada desde el hospital, Zia había salido de la casa junto a su hija y ahora solo estaba una sola internada, ¿Dónde está Caroline? De la nada, Francesco se sentía desorientado, la vista se le nubló y vino una imagen clara hasta sus mente. Estaba él, conduciendo un auto a toda velocidad, perdiendo el control y dando varias vueltas en la autopista hasta perder el conocimiento.Este recuerdo era de la noche de su accidente, era la primera vez que recordaba algo antes de caer en coma, haciendo que su cabeza estuviera a punto de estallar. —Francesco, ¿Estás bien?— le preguntó Mike, quien notó como su hermano casi caía al suelo totalmente desubicado. —Si, vamos al hospital, si Thomas confirma que vio a Zia salir con Caroline, esto no puede significar nada bueno.— razonó Francesco, tratando de mantener la calma, está situación era muy complicada para él y debía mantener su mente serena y tratar de actuar
Marlene, alejada de todo el drama que ocurría en su familia, le había ordenado a John que la llevara a su casa a una hora específica, esto lo obligaba a quedarse un par de horas extras a lo que era normal de su jornada laboral. Otro día, desesperado por verse con su amante, esto lo habría vuelto loco, pero justo en este momento le caía como anillo al dedo, era la cuartada perfecta, con un testigo tan importante, su jefa, una de las mujeres más poderosas de toda la ciudad. —¿Será posible?— dijo Marlene, sentada en el asiento de atrás de su auto, ella había pasado todo el camino viendo su celular, pero justo al cruzar a la calle que daba a su mansión, levantó la mirada por cosas del destino.—¿Disculpe señora? ¿Me preguntó algo?— dijo confundido John, quien también venía distraído, su mente estaba en otro lugar, pensando únicamente en cómo le había ido al amor de su vida, quien llevaría a cabo una parte peligrosa de un plan peligroso. —Nada, dedícate a conducir.— contestó de f
Luego de que el detective Stuart, terminara de explicar los próximos pasos a seguir con respecto al caso del secuestro de Caroline, Alice no tenía nada que pensar, para ella, todo esto no era coincidencia, Zia estaba involucrada con la desaparición de su hija.Por otro lado, el detective sí tenía razón en algo, ¿Cómo podía ser la culpable si en el vídeo se muestra como ella forcejea con el malhechor, recibiendo, además, un fuerte golpe en su cabeza? Lo que ninguno sabía, era que este plan había sido pensado con mucha astucia y ese fuerte golpe recibido hasta ahora libraba a Zia de ser la principal sospechosa en todo esto.—La verdad, yo podría ser nuevo en esta ciudad, después de mi accidente, viví en Italia dos años y han pasado solo un par de meses desde que llegué.— habló primero Francesco, tenía su mirada clavada al piso, era mucha la vergüenza que sentía, había fallado en la que era su promesa más importante hasta ahora.—Fue tu prometida, ¿Quién más querría hacerle daño?—
Aún en el hospital, con una gran protuberancia en la frente, Zia despertaba. Este debía ser uno de los días más importantes y felices de su vida, pensaría cualquier persona normal, pero en vez de eso, ella era la víctima de un asalto muy bien planificado. No necesitaba actuar, ella sintió mucho miedo al ver a los ojos al primo de su amante, fue aterrador como ese loco y desquiciado hombre, impulsado por sabrá Dios qué droga se abalanzaba sobre ella para darle semejando golpe entre sus dos ojos. —Buenos días señorita Berlusconi, ¿Cómo se encuentra?— dijo una voz penetrante, Zia después de abrir los ojos con dificultad quería seguir durmiendo, esperando que todo su malestar se disipara rápidamente.—¿Dónde está mi novio?— preguntó Zia, sin ver el rostro de la voz que le hablaba. —Me temo que aún no han venido a visitarla hoy, yo soy el doctor de turno.— respondió gentilmente el apuesto caballero que se mezclaba con todas las luces de la habitación.— déjame ver cómo está tu her
Las horas pasaban, sin señal de una niña inocente que no tenía nada que con los problemas de los adultos. Esto hacía que la desesperación de sus padres siguiera en aumento, sin mensajes ni llamadas de los responsables de todo esto. ¿Qué quieren? ¿Cuánto quieren? ¿Por qué Caroline?Zia terminaba de recoger sus cosas cuando recibió la visita de la última persona que quería ver por el resto de su vida. — Te dije bien claro que no actuaras contra mí.— escupió Vito, entrando en la habitación junto a su esposa donde estaba su hija, ninguno de los dos preguntó cómo estaba, a él no le interesaba y la señora Berlusconi solo podía temblar del miedo.— Papá, pensé que no vendrían a visitarme, no tenía cómo avisarles dónde estaba, afortunadamente Francesco lo ha hecho.— decía Zia, creyendo que su padre se comería ese cuento.— Cállate, desde hoy no eres mi hija y te trataré igual que como trato a mis enemigos.— Vito estaba nublado por la ira, su esposa conocía esa expresión en su rostro, nada bu
—Salgamos de aquí, necesito un trago.— dijo Mike, caminando hacia su auto y seguido por Luke. —Sé lo que estás pensado, pero no creo estar cien por ciento seguro de que las cosas sean así.— soltó Luke, luego de observar la mirada pérdida de su hermano en el horizonte por más de quince minutos.—Bajemos aquí, en serio necesito ese trago.— ignoró Mike las palabras de su hermano.—Bien, ya tienes tu trago, ¿En serio crees que sea ella la culpable?— interrogó Luke, él estaba indeciso y si ellos creían algo como esto, debían decírselo a su hermano. Ya no importaba si Francesco descubría la verdad de sus faltas anteriores, ellos definitivamente sentían mucho aprecio por su hermano y ahora solo querían que toda esta situación se resolviera pronto y de la mejor manera. —Es que, ¿Quién más pudo ser?— replicó Mike, por mas que pensaba y pensaba no encontraba lógica alguna, tampoco otro posible responsable de un acto tan cobarde. —Sé que Zia no es de fiar, pero recibió un tremend
El reloj marcaba las cuatro y cincuenta minutos de la madrugada, todos en la mansión Rucci estaban dormidos, a excepción de los tres agentes de policías asignados por el detective Stuart para seguir monitoreando toda la zona donde posiblemente estaba el secuestrador.Alejado de toda la escena, durmiendo en su apartamento, al lado de su prometida, estaba John, él había estado al lado de su jefa en el momento exacto cuando se llevaron a Caroline. Esto lo descartó de cualquier investigación o interrogatorio, quedando asombrado por como el plan de su amante había funcionado tan perfectamente.Al hacerse las cinco de la madrugada, Alice despertaba, había descansado lo suficiente, ya no podía seguir dormida, debía, por lo menos, hablar con los oficiales de policías para saber cualquier noticia nueva que pueda haber surgido. —¿Tampoco puedes dormir?— escuchó Alice la voz que tanto retumbaba en su corazón, era Francesco, sentado en la cocina, con una taza de leche tibia. —Lo siento, p