No lo sabía, que no iba a poder cobrar el cheque aquí. Aunque eso del dinero de Eva, creo que tienes razón, recuerdo que escuché a mi padre diciendo, que la empresa de Santiago está congelada, porque va a ir a la bancarrota. Si el patriarca Sardino no se mete, se quedará sin nada. Entonces es verdad eso que dices. ¿De dónde Eva va a sacar dinero? Aunque puede ser que tenga el suyo oculto.—Ahora entiendo por qué está tan agitada Eva, aunque parecía que no lo sabía. Dice que tiene un buen plan, puede que nos convenga, ¿qué opinas?—¿Le tienes confianza Luis? A mi Eva no me gusta para nada. ¿Cuando tu has escuchado a una madre, tramando raptarle los hijos a su propia hija? No me gusta esa mujer, no me gusta. Vamos a oír lo que planeó. Pero si no nos gusta, nos vamos, ¿de acuerdo?—Yo también desconfío de ella, pero no deja de ser alguien al que le podemos sacar dinero, y ahora mismo voy a cobrar este cheque que me dio Santiago para pagar el hospital de Luisito, que no podemos sacarlo de
Santiago y su padre se quedan mirando fijamente a las chicas, que no saben qué hacer y qué decir. Marta a pesar de lo que dijo, le ha soltado la mano corriendo a Rodrigo, que tampoco reacciona. Isabella mira a su padre, y al ver cómo mueve la cabeza reprochándola, se abraza de su abuela escondiéndose detrás de ella.—¿En serio Bella, vas a hacer pasar a tu hermana por novia de Rodrigo? —pregunta Santiago tratando de sacar a Isabella de atrás de su abuela.—¡Papá, no es lo que tú crees! —se adelanta Marta, tratando de defender a Isabella, que le pide auxilio. — Papá, no es Bella la que está con Rodrigo…, ¡soy yo!—Esto es el colmo Isabella, ahora quieres hacer pasar a Marta por la novia de tu amante, para engañarme —le dice ante los ojos asombrados de las tres mujeres.—¡Papá! —exclama Isabella, saliendo de atrás de su abuela, que se ríe de ver el lío que se ha armado. —¡Papá, te juro por lo más sagrado que yo no tengo nada que ver con Rodrigo! Mima, díselo —le pide —Tania —inte
Por otro lado en la casa de Christian está tirado en la cama después de haber salido del baño en que satisficiera sus fantasías pensando en Isabella. Está pensando seriamente en ir a ver a su psicólogo, porque cree que lo que le está pasando no es normal. ¿Será en verdad que no puede vivir sin ella? Le pareció todo tan real, su cuerpo en sus manos, cómo se hundía en ella una y otra vez. ¿Es que acaso Isabella está viniendo a verlo y no habla para que él no se dé cuenta que es ella? ¿Sabrá que es ciego y lo acepta a sí mismo? Las luces de la habitación se prenden en ese momento para dejar pasar a su madre y se sienta de un salto.—Mamá, creo…, creo…, creo que vi la luz cuando la encendiste. ¿La prendiste verdad?—Sí, hijo lo acabo de hacer. ¿Estás recuperando tu vista como dijo el doctor? ¡David…, David…., hijo ven a ver a Chris, David…!—¿Qué es, mi suegra? Ya estoy aquí Entra David corriendo a la habitación de Christian, seguido por su esposa Christie y el señor Thomson, q
Después de todo el alboroto que se armara con la relación de Marta y Rodrigo. Todos en la casa están felices de que ellos sean pareja, pues tienen al muchacho en gran estima y saben que es muy responsable. Les agrada mucho que la haya respetado todo el tiempo y que si no llega a ser porque Marta prácticamente lo enamoró, él no lo hubiese hecho. La señora Tania invitó al otro día a almorzar a Augusto, qué es su guardaespaldas de toda la vida y a su señora Leila. Porque quería formalizar rápidamente la relación de Rodrigo y Marta, que no dejaban de mirarse felices. Desde que ella llegara con Isabella, primero había permanecido todo el tiempo muy silenciosa y aunque todos la querían y le hacían sentir como de la familia. Podían notar que ella se sentía cohibida en muchas cosas. Ahora rebosa de felicidad, todo el tiempo está sonriendo y se deja abrazar por los demás, cosa que no hacía comúnmente. Más después de lograr que le dejaran a Rodrigo de guardaespaldas, por lo que an
—¿Todavía le dices mamá? ¡Esa mujer no es tu mamá Bella, sabrá dios de quien te robó! —Mira Marta, aunque papá me enseñó aquella prueba, no lo creo, ¿y sabes por qué?—¿Por qué?—Porque si Eva no es mi mamá, ¿quién es? ¿Cómo papá no va a saber quien es mi mamá? Por eso sospecho, que lo que quiere es que esté a su favor en contra de mamá con el lío del divorcio. Por eso quiere que piense que no soy hija de ella, para que no me oponga a que la deje sin nada.—¡Bella! ¿Cómo puedes creer esa cosa tan macabra de papá? ¡Fíjate, y esto te lo digo por el bien de Lucas y Lucy! ¡Despierta, porque esa mujer es mala y es capaz de hacerle cualquier cosa a tus hijos y a nosotras! Papá no es capaz de engañarte así, con solo mirar la forma en que te mira y te ama, no haría una cosa como esa. —Puede ser, pero yo sospecho que me quiere hacer creer eso por otra cosa, ya te dije, sé que ella no me quiere. Pero de ahí a que me haya robado, y se haya hecho pasar por mi madre tantos años engañando a papá
Es sábado, se encuentra sentado en unión de toda su familia en el salón de la casa, haciendo las historias felices de los niños, cuando vienen a quedarse con ellos ahí. Christian ya ve un poco mejor toda la claridad y algunas sombras borrosas.—Oye Chris — lo llama su hermana—, ¿por qué no le pedimos a Bella, que deje quedar a Lucas y Lucy hoy y que los recoja mañana? Es muy tarde ya, dijo que los iba a traer cuando salieran del supermercado y no han llegado. Ya es de noche, a lo mejor se arrepintió de traerlos.—No, Marta me advirtió que podían demorarse, pero que los iban a traer aunque fuera una hora. Los niños dicen que me tienen una sorpresa. Es buena idea, se lo diré a Lucas que es el negociador. No sé a quién salió tan inteligente.—Ja, ja, ja…, —ríe el señor Thompson. —Oye querida, lo que dijo tu hijo, ¿qué no sabe a quién salió Lucas? ¿Nuestros nietos no te recuerdan a ellos dos cuando eran niños?—Así mismo es querido. Chris cuando tú eras pequeño, vivías defendiendo a t
—No escatime —interviene el señor Thompson, abrazando a Christian. —Le daré toda mi fortuna si es necesario, pero que nos los regresen vivos, ¿entiende? ¡Lo único que me interesa es salvar a mis nietos!—Por desgracia —dice el abuelo Sardino. —Todavía no recibimos noticias de los secuestradores. Hemos puesto en alerta, a todos los conocidos y agencias policiales. Sin embargo, nadie sabe nada, nadie vio nada. Fue en un lugar muy estratégico cerca de la casa, donde no hay cámaras de tráfico. Fue una suerte que Bella lograra llamar antes de desmayarse.—Papá, parece que van a salir los doctores, vamos —dice Santiago caminando al encuentro del doctor, que sale del salón de operaciones. —¿Y bien doctor, cómo están mis hijas?—Todo salió bien en la operación —comenzó a explicar el doctor. — Marta, tenía unas fracturas muy grandes en sus piernas, pero logramos reconstruirla. Por suerte, el golpe en la cervical, no ocasionó fractura. Llevará tiempo, pero se va a recuperar.—¡Gracias al cielo,
Están dos carros apostados escondidos frente a la mansión de los Sardinos. En otro más allá, Eva disfrazada supervisa la operación. Habían pensado ir directamente para casa de Christian, pero después que le dijeran que Isabella llevaba los niños y los dejaba todos los días, se puso a seguirla y se dio cuenta de que era verdad, por lo que decidieron asaltarla a ella en el camino y raptarlos a los tres.—¿Oye Ruan, no te parece que conocemos esta casa de la televisión? —pregunta uno de ellos que no había venido nunca al lugar.—¿De la televisión? ¿ Qué quieres decir con eso?— Me parece que esta casa salió en la televisión y es de los Sardinos.—¿Qué Sardinos? ¿Los millonarios?—Sí, sí esos mismos. ¿Estás seguro que esa mujer no nos está engañando? ¿De quién dijo que eran los chiquillos?—Ahora que lo mencionas, nunca nos ha dicho de quién son los niños que vamos a raptar. Solo vive diciendo que la familia tiene suficiente dinero para pagar por ellos cien millones sin pensarlo. Que