Isabella vuelve a abrazar a Santiago, que le devuelve el abrazo sintiendo una inmensa felicidad. ¿Cómo pudo privarse de esto por veintitrés años? Se pregunta en lo que con disimulo limpia una lágrima. Luego se separa de su hija que le contesta sonriente con una enorme expresión de dicha que lo satisface y le dice.—Está bien papá, te voy a ir a ayudar, pero no te acostumbres. Ja, ja, ja… Sabes muy bien que no me gusta los números —luego sin soltarlo lo mira fijamente como si pensara lo que quiere decir, él le sonríe, y es entonces que se decide a hablar.—¿Puedo preguntarte algo en privado?—Claro que si hija, acompáñame al puente, para dar esa vuelta y anclar. Luego hablaremos de todo lo que tú quieras. Isabella hace como le pide, lo sigue al puente, se detiene su lado para observarlo. Escucha el alboroto de sus hijos que se acercan con Christian, los recibe emocionada y va a su encuentro. Todo se quedan observando la maniobra de anclaje, en un pequeño muelle que hay en el mismo. Su
Después que terminamos de dormir a los niños, que se han empeñado en dormir con su tía Christie, volvemos a subir al bar. No tenemos sueño, estamos solos. Christian pone una música suave y me invita a bailar, lo miro sin poder creerlo.—¿En serio?—Ven —dice extendiendo su mano.—Ja, ja, ja… No lo puedo creer.Tira de mí suavemente hasta atraparme por la cintura, y me estrecha fuerte. Hunde su cabeza en mi cuello estremeciéndome completa, hace que suelte un suspiro.—Eres tan bella, has hecho que me enamore de ti completamente. No importa que no recuerde mi amor del pasado Bella. Te amo tanto ahora, que no me hace falta nada más. Te amo, mi linda esposa, gracias por aceptarme —y me separa de su cuerpo para poder mirarme a los ojos al tiempo que me pregunta. —¿Eres feliz?—Mucho Chris, yo también te amo demasiado y me da miedo que pase algo y nos separe —contesta volviendo a estrecharlo fuertemente.—Eso no va a suceder, defenderemos nuestro amor contra todo lo que pueda venir, si esta
El doctor mira sonriente a las tres personas que tiene sentada delante. Dos más viejos y una más joven que sonríe, con las manos de sus padres en las suyas.—¿Y dice que a partir de hoy solo tengo que tomar esas pastillas cuando las necesite? —pregunta emocionada—Sí, pero tienes que seguir muy tranquila, nada de emociones fuertes, hasta que salgan los resultados de las pruebas que le hicimos a tu corazón. ¿De acuerdo?—De acuerdo, doctor —responde ella con una dulce y melodiosa voz, al tiempo que sonríe feliz. —No sabe lo bien que me siento, si hasta mi aspecto ha cambiado.—Claro que tenías que cambiar, al dejar todos los medicamentos que te mantenían dormida, tu cuerpo se despertó y se recuperó. —Explica el doctor y luego le recomienda. —Bravo, pero nada de excederte.—Muy bien doctor, haré todo lo que me dices. Vamos mamá y papá, celebraremos los tres, vayamos a comer a algún lugar hermoso —sugiere la más joven pudiendo de pie y haciendo que ellos lo hagan también.—¿Hermoso? —pre
—Eres fácil de leer, ¿qué es eso que no quieres que se entere tu mujer? Thompson se le queda mirando nervioso. Había pensado decirle toda la verdad al abuelo, no a Santiago, porque sabe que eso abrirá viejas heridas, por lo que nerviosamente mira al abuelo, que aunque entiende no le pide a su hijo que se marche. Todo lo contrario, quiere que ese asunto entre ellos se acabe de resolver, y esta es una gran oportunidad de hacerlo hablar.—¿Se trata del asunto entre ustedes por lo que veo? —pregunta el abuelo para iniciar la conversación directo al punto.—¿Qué asunto? —pregunta Santiago mirando a su padre que le susurra el nombre de Susan. —¿Susan? ¿Qué tiene que ver ella en esto? ¿Sabes dónde está? —se gira para Thompson muy serio.—¡Te juro una vez más que yo no la tengo, Santiago! ¡No la tengo! ¡No tengo ni idea dónde la metieron!—¿Qué quieres decir con eso? ¿Quiénes la metieron? ¿Qué pasó realmente con ella? Porque esa historia de que se fue con otro tipo, no hay nadie en el mundo
Luis se mueve impaciente de un lugar a otro. Lleva días sintiendo que lo siguen, y no sabe por qué, pero presiente que es su ex suegro, Santiago Sardino. Se dice que tiene que escapar de esta ciudad. Ya Vivian y su madre lo han vendido casi todo. Sin embargo, ahora se ha enredado con Adele. Ella le ha prometido darle mucho dinero. Y hasta ahora lo está cumpliendo.Cada tarde después del trabajo la visita. Han establecido una relación un poco rara. Ella no lo deja penetrarla por delante, le dice que es virgen. Sin embargo, por las cosas que ella le hace, está convencido que no lo es, y aunque no quiere complicarse su existencia. Le ha empezado a gustar de veras, y quiere comprobar si es verdad lo que le dice.Tiene que tener mucho cuidado, en la casa su esposa ya está sospechando de sus llegadas tardes. Logró tranquilizarla por el dinero que le entregó. Diciendo que está haciendo horas extras, para ganar mucha plata y marcharse lejos. A vivir a donde su mamá quiera, y que sus enemigos
Se queda de pie en medio del pasillo observando cómo su madre se aleja con su hermana, gira sobre sus pasos para ir a hablar con su papá, cuando ve a su suegro que entra también en el despacho. Avanza, hasta escuchar las voces, y se da cuenta de que hablan de alguien que no conoce, pero sí que al parecer es un asunto de los tres. Da la vuelta y regresa a su habitación, esperará que termine ese asunto para enfrentarlo.Isabella, sale del baño y se le acerca al verlo tan preocupado. Lo abraza con cariño, él responde pensativo. ¿Quién es esa Susan de la que hablaban ellos tres? ¿Qué tiene que ver con su padre? ¿Será una nueva mujer que lo ha metido en problemas?—¿Amor, no te vas a bañar? —pregunta Isabella dando la vuelta para mirarlo de frente. —¿Qué es Chris? ¿Qué te tiene así? ¿Problemas con tu papá?—No, no Bella, no es eso. Mamá me dijo que lo están amenazando.—¿Amenazando? ¿Quién?—No lo sé, bajé otra vez para hablar con él y estaba discutiendo con tu papá.—¿Con papá? ¿Por qué?
Sentada en un auto, observa a los padres de Susan con una joven desconocida comiendo en el restaurante que tanto le gustaba a su amiga, por quedar al lado de la naviera en que trabajaba Santiago. Fue ahí la primera vez que la vio con él, parecían tan felices y olvidados de todo a su alrededor. No podía entender como el hijo del patriarca Sardino, que era reconocido en el bajo mundo y que se peleaba con quien sea, el chico malo al que todas las jóvenes le caían atrás, estuviera tan enamorado de la tonta Susan. Había obligado a sus padres a cambiarla de escuela, a pesar de que sabía que ellos no podían pagar aquella tan cara. Trabajaba a escondidas para ganar más dinero y ayudarlos. Sin embargo, su padre no era muy inteligente y lo engañaban mucho en los negocios hasta caer en la bancarrota y tener que vender todo. Ya para ese entonces se había hecho inseparable de Susan, que confiaba en ella, no así Santiago y que solo la empleó porque su linda novia se lo pidió. Retrospectiva. —Ev
Estamos de lo más emocionados, hoy comienzan los niños en la escuela, Christian y yo vamos a ir a llevarlos. Queremos asegurarnos que todo esté bien y que estén protegidos. Él le ha puesto un hombre a Lucas y una mujer a Lucy. No quiere que estén solos un instante.Al llegar todos nos miran como si fuéramos extraterrestres, y es que antes de entrar los guardias de seguridad lo han hecho primero. Creo que es una exageración, pero después de lo que pasó en el cumpleaños, ya nada de lo que hace Chris me molesta ni me opongo. Quiero que mis hijos estén seguros. La directora nos ha hecho ir a la dirección. Después de dejar a los gemelos en su aula hemos ido.—Pasen, señores Thompson —nos invitó a pasar en cuanto llegamos— los he llamado porque necesito hablar con ustedes. Siéntense por favor.—Muchas gracias —respondimos y procedimos a sentarnos en las sillas ocupadas frente a su buró. Ella también lo hizo detrás de su buró, respiró sin dejar de observarnos.—Sé que son sus únicos hijos, y