12 semanas, incrédula seguía mirando la ecografía de esos pequeños seres que se formaban en su vientre mientras corría una lagrima por su mejilla. En ninguno de sus embarazos previos había llegado tan lejos, pese a que el doctor ya le había dicho que todo marchaba bien con la gestación de sus bebes, sentía miedo de perderlos.
Sonreía mientras recordaba aquella tarde cuando descubrió que estaba embarazada. Después del viaje a Cuba, decidió quedarse un par de semanas en Lisboa, necesitaba pensar y aclarar su mente en cuanto a lo sucedido, se reprochaba lo cobarde que había sido al abandonar a Hugo de esa manera.
Una mañana mientras caminaba viendo los aparadores de las tiendas en la Rua Augsta se encontró a Valente, un joven arquitecto que había trabajado con ella en varios proyectos.
—¿Qué gusto verte por aquí hermosa? —se acercó a ella fundiéndose en un cariñoso abrazo que culmino dándole un beso en la mejilla.
—¡Valente! Justo estaba pensando en ir a
No podría creer lo que veían sus ojos desde el mirador de su despacho, tomo el teléfono para pedir la lista de asistentes para el evento de esa noche donde se celebraba la tradicional fiesta de fin de año del club. Él mismo había revisado a detalle cada uno de los integrantes que conformaban aquel listado de invitados, no había manera de que se colara a la fiesta y menos con él. ¿Acaso había asistido para restregarle su nuevo romance?Después de ver aquellas fotos donde salía abrazada y siendo cortejada por Valente Carvalho supo de inmediato que lo que había vivido en la Habana con ella había sido una farsa.Aún recordaba la furia con la que llego a Los Ángeles dos semanas después del viaje a Cuba. Tenía prisa por llegar al restaurante y hablar con Luciana, ella era la única culpable de lo que le había sucedido, ella y su est&uacut
Ana se dedicó a analizar el lugar, como buena arquitecta se le ocurrían algunas adecuaciones para mejorar la distribución de las personas y sobre todo acústica del lugar. Se sentía ansiosa, comenzaba a dudar que fuera buena idea irlo a ver, y más en una noche tan especial, pues seguramente Hugo ya tenía otros planes. Se disculpó un momento con sus amigos y se retiró hacia los sanitarios, necesitaba alejarse un momento del ruido y de la multitud del lugar. Al entrar al área de servicio se sorprendió de la majestuosidad del lugar, ya que se dividía en dos secciones, la primera era una sala decorada con grandes espejos donde las damas se dedicaban a cotillear mientras se arreglaban el maquillaje y la segunda sección era el área donde se encontraban los W.C. y lavabos. Tomo una toalla, la mojo con agua fresca y después de exprimirla se la coloco detrás de su cabeza a la altura de la nuca, el deseo de volverlo a ver se acrecentaba más y más en ella. —Ana ¿
Hugo se enamoró de la mujer equivocada, quien destruyó sus ideales acerca de las relaciones en pareja. Su mayor anhelo era formar una familia y creyó haber conseguido que ese sueño se volviera realidad hasta que su novia, por vanidad, decidió abortar perdiendo la vida en la sala de un hospital.Desde entonces perdió todas las esperanzas de volver encontrar el amor.Todo se va de cabeza cuando durante un verano en Cuba Hugo conoce a Ana María, una mujer decidida, acostumbrada a su soledad y a qué el destino le arrebate lo que más ama en la vida.¿Podrá continuar su relación más allá del verano?
La música electrónica ambientaba el lugar, las luces brillaban en medio de la oscuridad, las personas se aglomeraban a las afueras esperando poder entrar al famoso Golden Bar.Era una noche más en el club más exclusivo de la ciudad, solo gente de elite era bienvenida en ese lugar. Para poder ingresar se requería realizar una reservación hasta con meses de anticipación, la administración contaba con un estricto control de los invitados para garantizar la seguridad de los asistentes.El Golden Bar se dividía en dos secciones, el restaurante, catalogado con 5 estrellas Michelin, mantenía su estatus gracias a l
El sol iluminaba las calles de la Habana, era su tercer y último día en esa maravillosa ciudad, en días anteriores había podido visitar los lugares más emblemáticos de la capital cubana y seguía asombrada con los diferentes estilos de la arquitectura colonial del lugar. Caminaba por el Paseo de Martí, durante su recorrido solía quedarse unos minutos admirando los edificios para hacer unos dibujos o tomar algunas fotos para poder enseñárselas a su madre cuando estuviera de regreso a casa, los vehículos clásicos de las décadas de los 40s y 50s llamados “almendrones” eran otro atractivo turístico, en ocasiones se sentía como si estuviera atrapada en un set de una película antigua, solo le hacía falta un eterno enamorado, que luchará por ella y le dijera que serían felices para siempre. —Cómo si eso existiera. —
Hugo acercó el cuerpo de Ana junto al suyo y se inclinó hacia su cuello besándolo con suavidad, subiendo poco a poco hasta llegar a sus labios, sus brazos se encontraban aprisionándola alrededor de su cintura, Ana jadeo y cerró los ojos para disfrutar del momento, sintió una sensación de estallido en su pecho provocando un hormigueo por todo su cuerpo, sus brazos se encontraban alrededor de la cabeza de Hugo, obligándolo a profundizar aquel primer beso.Laura y Rodrigo los miraban desde su mesa, estaban sorprendidos del desenvolvimiento de su amiga, de haber sabido que la salsa y los mojitos eliminaban la depresión, se la hubieran llevado a Cuba desde antes. Estaban de acuerdo con que tuviera una noche de sexo sin atadur
Los rayos del sol se filtraban por la ventana de la habitación, Ana sentía los parpados pesados, lentamente fue abriendo los ojos, aún se sentía mareada por los estragos causados por los mojitos y se extrañó por no reconocer el lugar donde estaba, tenía vagos recuerdos sobre la noche anterior. Sintió un peso sobre su estómago y piernas, al girar la cabeza observo el cuerpo de aquel desconocido que la tenía apresada. Si, desconocido porque ni siquiera se habían tomado la molestia de preguntarse el nombre.No tenía idea de cómo debía actuar, era la primera vez que tenía sexo casual de una noche. Sutilmente se fue deshaciendo de su agarre y se deslizo por la cama hasta ponerse de pie, en silencio comenzó a buscar su ropa o lo que quedaba de ella. Se miró al espejo y sonrió ante su reflejo, se veía satisfecha, se sentía plena, aunque se disgu
Ana María camino con prisa por las calles de la Habana rumbo a su hotel, se sentía diferente, nunca se imaginó que pasar la noche con un desconocido fuera tan satisfactorio. Al llegar a su destino vio que su amiga Laura salía del restaurante, quien, al verla, no pudo evitar dar un grito de emoción.Corrió hacia ella y se fundieron en un abrazo como si no se hubieran visto en años.Al separase Laura se asombró al ver de cerca a su amiga.¡Joder tía! Pero qué guapa te miras recién follada, ¿y estos chupetes?, que te han dejado marcada como a una vaca— Ana comenzó a sonrojarse al ver qué las personas se estaban fijando en ellas dos.Shhh Quieres dejar de gritar y de exponer mi vida sexual, vamos a la habitación ahí te contaré todo.Comenzaron su trayecto mientras platicaban y reían. En el camino se encontraron a Rod