Aidan me acostó sobre la cama con sutileza como si temiera lastimarme.Mi cabeza estaba girando, por suerte las náuseas ya habían desaparecido pero quería estar sola.Alcé mi mirada para verlo a los ojos y mi mandíbula se tensó inevitablemente.—Estoy bien, estoy un poco cansada.Puedes irte.Ahora fue su turno de tensarse.Vi como apretó sus puños y sus ojos me quemaron con la mirada que me dio aunque se las arregló para asentir con la cabeza.—Está bien, te dejaré descansar pero vendré a chequearte.—No tienes qué hacerlo —murmuré yo apartando mi mirada de él para colocarla sobre la ventana de mi habitación.Escuché que él dejó escapar un gruñido de sus labios por lo bajo.—Voy a hacerlo, de eso no hay discusión.Descansa.Antes de que pudiera evitarlo, Aidan cubrió mi cuerpo con una frazada y salió de mi habitación en silencio.Mi traicionero corazón latió con más rapidez y tuve que deshacerme de todos esos pensamientos estúpidos que rondaban por mi cabeza sobre Aidan y yo.—Dejémo
A la mañana siguiente cuando me desperté lo hice sobre mi cama y me cuestioné si la noche pasada no había sido un sueño como los que siempre tenía con Aidan.—No puedo ser tan tonta, debo mantenerme alerta.Estiré mi cuerpo sintiendo un extraño dolor en mi vientre al que no le hice caso.Me aseé y me coloqué ropa nueva para ir a desayunar.Luego de eso me escabulliría a la biblioteca para llamar a mi madre.Tenía que saber si Leif había llegado allá o seguía expuesto en el bosque.—Buenos días Luna, te ves radiante —me alabó Verona con una sonrisa que enseguida le respondí.Sabía que no estaba mintiendo, sin ser presumida yo misma lo había notado esta mañana al verme al espejo.—Gracias Verona.Hoy iré a ver a Abelone ¿Sabes si Isakar puede llevarme?Me senté en la mesa de la cocina y ella colocó el desayuno frente a mí.—Yo puedo llevarte, luna Selene —me dijo Aleix con una sonrisa entrando a la cocina.—Pero no lo harás.Hoy no saldrás al bosque.No hasta que termine de buscar al im
Intenté que no me molestara su presencia pero era imposible de que no fuera así.Mi cuerpo aún se sentía caliente sin motivo alguno comenzando a asustarme.—¿Qué es lo que te pasa?Desde que Genevieve llegó no has dejado de ignorarme e ignorarla a ella.¿O fue después de que la realidad llegara a ti y te dieras cuenta que te acostaste por tu propia voluntad conmigo?Yo apreté los dientes y me giré a verlo molesta, aún desnuda.—No tengo tiempo para estas tonterías.—¡¿Tonterías?! ¡¿Te parece una tontería ignorar a tu compañero y a...?!—¡¿Y a quién?! ¡¿Quién es ella para ti?! —le pregunté furiosa porque él había estado a punto de reconocer que Genevieve era su amante.Eso hizo que mi pecho doliera de verdad.—Genevieve es importante en mi vida.No voy a negarlo si eso es lo que quieres que haga Selene pero tú también lo eres.Claro, soy tu incubadora.Pensé con rencor y volví a darle la espalda.Me coloqué un vestido corto ya que seguía sin aguantar el calor que tenía pero él segurame
Había querido resistirme a ella porque incluso yo no tenía ni idea cómo había aguantado tanto para no marcarla.Mi compañera me seducía tan solo con su presencia.Su cuerpo es una tentación irresistible.Por eso no pude rechazarla.Mi ser entero ardía por ella.Y eso siempre sería así.Selene:Me desperté después de sobresaltarme con una pesadilla pero de repente me vi atrapada en un par de brazos que me llenaron de calidez y disiparon mi miedo. Aunque yo no quise admitirlo.Él acarició mi pelo con suavidad para después susurrar en mi oído.—Estás a salvo pequeña, estoy aquí para ti.Mi cuerpo se tensó una vez más recordando lo que Aidan y yo habíamos hecho recientemente.Mis mejillas se colorearon de rojo fuego y tuve que apartarme de él utilizando todas las fuerzas de mi cuerpo para mirarlo a los ojos.Me había acostado con Aidan, sí.Pero lo que yo había sentido antes de hacerlo no era normal.Ese calor repentino.La necesidad disparatada de yacer con él.Es evidente que esto era a
La luz comenzó a molestarme en los párpados así que lentamente comencé a abrir mis ojos.Mi garganta se sentía seca.Quería tomar agua.Sin embargo olvidé eso cuando comencé a escuchar las voces a mi alrededor.Siempre eran esas cuatro personas cerca de mí.Aidan.Isakar.Aleix.Y...Genevieve.Sentí una opresión en mi pecho al ver la preocupación marcada en la cara de todos los presentes y mi corazón comenzó a latir con más rápidez al momento en que Aidan tomó mi mano apretándola con suavidad.—Selene ¿Cómo te sientes?Los demás comenzaron a rodearme esperando mi respuesta.Yo aparté mi mirada de ellos cuando Aidan se llevó mi mano a su boca y depositó un beso suave en esta.—Estoy bien —susurré soltándome de su agarre.La habitación se sumergió en un silencio incómodo.—¿Podrían dejarme sola?Ellos se miraron entre sí como si no quisieran hacerlo pero terminaron cediendo.—Vale.—Cualquier cosa que necesites puedes llamarnos.—Está bien —mentí yo porque no quería llamarlos.Lo único
Selene:—¿Cómo demonios terminé aquí? —gruñí molesta siguiendo a Aidan quien era el líder.Un montón de lobos iban con nosotros incluyendo a Aleix.Isakar se había quedado con Verona y Genevieve.Eso había sido lo único bueno de venir, que no tenía que toparme con esa mujer.—No te molestes.El Alfa siempre hace las cosas para mejor.—¿Para mejor? De él mismo será.Estoy cansada Aleix —bufé por lo bajo.No estaba mintiendo.Mis pies me dolían y la cabeza estaba también a punto de estallarme.Tenía mucho calor y necesitaba un buen baño.—Si quieres puedes subir a mi espalda sin ningún problema.—Peso mucho.No quiero ser una molestia.—Para mí no pesas nada.Soy un lobo ¿Recuerdas?Asentí con la cabeza sintiendo que me enrojecía olvidando ese gran detalle.—No te molestes.¿Sabes a dónde nos llevará Aidan?—Sí.No te preocupes.No estamos lejos.Una vez más asentí y seguimos caminando hasta que por suerte llegamos al lugar tal y como Aleix me había dicho.—Montaremos las tiendas de cam
A la mañana siguiente sentí el calor que no pude sentir anoche.Mis párpados se abrieron poco a poco para poder ver lo que tenía frente a mí.El fuego se había apagado pero en la entrada de la cueva podía verse los rayos de un sol radiante lo que indicaba que obviamente había dejado de llover.Quise moverme y fue ahí cuando me di cuenta de lo que verdaderamente me estaba manteniendo cálida.Un cuerpo pegado a mi espalda que me sostenía de la cintura para no dejarme ir.Un cuerpo masculino que yo conocía a la perfección.Mis mejillas se enrojecieron y giré mi cabeza hasta ver a Aidan.Su rostro parecía más relajado que nunca.Su pelo caía por su cara así que lentamente para no despertarlo me di la vuelta aún atrapada entre sus brazos para verlo con mayor interés.Era demasiado guapo y eso era peligroso incluso para mí.Una de mis manos estaba pegada a su pecho y la otra subió poco a poco hasta retirarle el pelo de la cara y colocarlo detrás de su oreja.Su aliento cálido me acariciaba
Ni siquiera me importaba los supuestos problemas que estuvieran a fuera.Sentía una inmensa ola de celos que no podía detener dentro de mi ser.—Imbécil.¿Quién demonios se cree que es?¿Piensa que puede follarme e irse con otra cuando le de la gana? Tomarme y usarme como a un pañuelo, pues no se lo permitiré.Nunca.Gruñí viendo por la ventana que no había nada.Saldría de este lugar a ver a Abelone.Aidan no podía darme órdenes.Logré escapar por la parte de atrás de la casa.Había encontrado una salida desde hace unos días que jamás había visto así que fue fácil de hacer.Por suerte todos parecían lo suficientemente distraídos como para notar mi ausencia.Me fue fácil encontra la cabaña de Abelone ya que ella siempre parecía estarme esperando y después de tocar la puerta no tardó nada en abrirme.—No te esperaba hoy pero sentí tu presencia.Estas... estresada —murmuró ella y pude ver en sus labios una sonrisa burlona que hizo que apretara la mandíbula.Ella también podía sentir mis