Capítulo 37

Aidan me recostó en la cama con una sutileza que no parecía ser propia de él.

Había desaparecido su lado bestial y ahora solo mostraba lo tierno que podía ser.

No mentiría diciendo que me gustaba un lado más que el otro.

La verdad es que soy débil ante él.

Como quiera que me posea.

—Eres como una diosa.

Sus ojos estaban sobre mí mirándome con intensidad.

—Una que debe ser adorada.

Dicho esto se acercó a mí tomando mi pie para acercarlo a su boca.

Solo con su aliento sobre mí me estremecí y solté una carcajada porque soy muy sencible en los pies, tengo cosquillas.

—Malditamente hermosa —me alabó colocando él una sonrisa en la comisura de sus labios derritiéndome solo con eso.

Tomó mis dos pies y los colocó sobre sus hombros dándome una idea de lo que vendría a continuación y debo decir que estaba completamente ansiosa.

Lamí mi labio inferior casi jadeando y Aidan se acercó a mi zona íntima haciendo que mi respiración se detuviera por un momento.

—Hueles tan bien.

—¡Aidan!

Me quejé de s
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