Ayse se sorprendió pues por el mensaje era claro que no era Yusuf, no tenía idea de quién podía hacer aquello que parecía una mala broma, su semblante cambió e intentó pensar con rapidez que hacer, sin embargo, Yasemin tomó la tarjeta y leyó la oración.

— Esto no es nada romántico, ¿Que está ocurriendo? — , preguntó Yasemin preocupada.

— No lo sé, podría ser cualquier persona — , su humor cambió, se sintió de repente angustiada y llena de preguntas.

— Parece una advertencia, pero no hacia ti, te están previniendo — , comentó Elif que también ya había leído la tarjeta, pero al notar que Ayse estaba al borde de las lágrimas se enfocó en ella, — Tranquila estamos aquí para apoyarte en todo como siempre, las tres mosqueteras.

— Así es, no te abandonaremos, no sé tus motivos reales para casarte con Yusuf y me duele por mi hermano pero para mí también eres mi hermana así que cuenta conmigo.

Las tres se abrazaron, luego le pidieron al mesero que desechara las flores, intentaron reponerse