3. Sin ti

Su pregunta no fué respondida y por un momento sintió temor, sin embargo, cuando estuvo lo suficientemente  cerca se dio cuenta que era uno de los choferes de la casa de los Yilmaz el cual le entregó un sobre y sin más se retiró dejándole intrigada.

Ilusiona abrió el sobre pensando que quizás se trata de un mensaje de amor, pero solo encontró un trozo de papel dónde expresamente decía "termínate de largarme lejos" acompañado con un grupo de billetes.

Aquellas palabras sonaron amenaza lo cual la hizo reflexionar si se mantenía en Antioquia que le esperaba a ella y a su bebé vivir tras la vergüenza de saberse manchada, una madre soltera juzgada quizá sin poder mencionar al padre de su hijo por temor a Sila.

Se dió ánimo, no lo pensó por mucho tiempo y decidió irse a Estambul, una ciudad grande donde pasaría desapercibida y podría crear la historia que quisiera y empezar de nuevo.

Llegó 12 horas más tarde con esfuerzo encontró dónde alojarse en una pensión que apenas le alcanzaba para pagar por un par de días, pero encontrar trabajo requirió más esfuerzo, era muy joven, apenas había terminado el colegio y no tenía experiencia en ningún trabajó.

En el segundo día de búsqueda sin éxito regresaba envuelta en la desesperación cuando vio un pequeño cartel que ofrecía el puesto de secretaria y como una medida desesperada decidió entrar.

El lugar parecía desierto lo que la hizo sentir miedo, sin embargo, tocó a la puerta y al ver que no respondían entró, —Buenas tardes, vengo por el anuncio habló en voz alta en lo que parecía ser la recepción.

Unos pasos lentos se acercaron a ella y pudo finalmente divisar un hombre de unos 50 años que se acercaba a ella, —Buenas tardes, joven, escuché que vino por el anule recordabancio.

—Si, lo he visto y si no está ocupado ya quisiera aplicar.

—En primer lugar permíteme presentarme mi nombre es Berat, soy el dueño de esta empresa y la verdad te ves un poco joven para el cargo, ¿Qué edad tienes?

—18 años de edad señor.

—Entonces supongo que no tienes estudio ni experiencia.

—No señor, pero si usted me da la oportunidad le prometo que daré el máximo, me esforzaré cuánto sea necesario.

—Estoy seguro que sí pero estoy comenzando este nuevo negocio y necesito a alguien preparado para el cargo.

—Lo entiendo, pero le seré completamente honesta necesito su ayuda, si usted no me da trabajó me dejarán en la calle, llegué aquí de otra ciudad y si usted no me da trabajo deberé dormir en la calle.

—¿No tienes familia aquí?¿ Algún familiar?

—No señor, estoy embarazada y mi madre me echó de casa, por eso le pido una oportunidad, si prometo ser la primera y la última que se va cada día.

—¿Y el padre de la criatura?

—No se hará responsable, me dió la espalda, tengo días buscando trabajo y nada, si usted me rechaza no tengo a dónde ir, se lo suplico—, dijo desesperada.

A Berat se le parecía  mucho a su hija fallecida unos años antes en un accidente con el que era su esposo y al verla llorar no pudo más que ofrecerle una oportunidad al menos por un tiempo pensó.

—De acuerdo, pero por favor no llores más, deberás trabajar muy duro y tener temple, es una empresa de construcción y sector dominado por los hombres.

—Así lo haré, no se arrepentirá de esta oportunidad, se lo prometo.

Él extendió su mano para estrecharla en señal de aceptación del trato y luego le indicó, — Ahora cómo mi empleada te mudaras al último piso de este pequeño edificio allí hay un apartamento que podremos adaptar para que estés cómoda.

—De antemano quiero que tenga claro que no aceptaré nada que no me merezca ni tengo ningún interés romántico en nadie.

—Tranquila te veo como un hija y por eso te deseo ayudar, pero has de saber que no soy un jefe fácil así que deberás sacrificar mucho para poder triunfar y no espero menos de ti.

—Así será señor, se lo prometo.

Esto marcaría un giro en su historia pensó de inmediato Ayse, lo sabía, debía ser fuerte para salir adelante luchando con la depresión de estar sola pero agradecida con tener una oportunidad.

Por su parte Yusuf había guardado todo en la maleta para partir a Estados Unidos a estudiar, su madre estaba conmovida.

—No sé, ¿por qué siempre tengo que tener uno de mis hijos lejos?

—No te pongas así mamá, vendré cada vez que pueda y apenas son unos años, pero luego me tendrás para toda la vida aquí, además tendrás a Burak en casa para reemplazarme.

—No hables así, ningún hijo sustituye a otro, los quiero a los dos aquí.

—Ya verás que el tiempo pasa rápido.

—Pero una vez regreses deberás comprometerte y finalmente darnos ese heredero que tanto deseamos.

—No hablemos de eso en este momento por favor, es mejor no anticiparnos.

—Está bien, sin embargo no me vas a impedir buscarte una candidata que esté a tu nivel.

—Madre, cuando escoja pareja será por mi propio criterio, no me casaré por interés.

—Ya veremos.

Se despidió con algo de nostalgia pero con la entereza de demostrar su valía y el por qué había sido escogido por su padre como el que se encargaría del grupo de empresas de su familia.

Cuando subió al avión y se despedía de su país un último pensamiento vino a su mente.

¿Qué sería de Ayse?, ¿dónde estaría en ese momento?

Era como si la hubiera tragado la tierra, su mirada, candidez e inocencia le seguirían para siempre.

Yusuf, se dedicó mucho más a sus estudios, lejos de casa pudo madurar, darse cuenta de lo tóxica que a veces eran muchas veces la relación con su familia, forjarse un carácter y un sentido crítico sobre las cosas por eso a pesar de las muchas llamadas que compartían paso más de un año y no había regresado a casa.

Por eso cuando tocaron a su puerta al comienzo de las vacaciones decembrinas abrió confiando pensando que se trataba de un compañero de estudio.

—¡Sorpresa hermanito!, cómo dicen si Mahoma no va a la montaña entonces montaña irá Mahoma 

—Hernano, que bueno que estás aquí, pasa por favor.

—Te seré honesto, además de venir a saludarte vengo a pedirte en nombre de nuestra madre que pases estás fechas en casa, con tu familia.

—No se, tenía una invitación para este fin de semana.

—Pues vayamos juntos y luego me acompañas por unos días a Turquía, por favor hermano sino madre estará triste, complacela.

Lo pensó un poco la verdad todavía no tenía muchas ganas de volver pero tampoco quería desairar a su madre,— Está bien, vayamos a los Hamptons y esquiemos un poco antes de ir a casa.  

—Me encanta la idea estoy seguro que entre tus amigas habrá quien me pueda enseñar las delicias de este país.

—Por favor ten cuidado, recuerda que son personas que deberé ver hasta el final de la carrera.

—Tranquilo hermano, todo irá bien.

Su llegada al lugar estuvo llena por sorpresa, para todos aquel invitado inesperado resultaba ser muy diferente a su hermano, sin embargo, en pocas horas ya todos estaban acoplados.

Pero al tercer día cuando estaban por regresar a casa sucedió lo impensable cuando Yusuf sufría un accidente en la moto de nieve mientras se acercaba a la casa rentada.

—¡Yusuf!, ¿estás bien?, Reacciona por favor, no me hagas esto por favor hermano—, dijo con tono de angustia.

Este despertó algo conmocionado y fue trasladado a un hospital de emergencia, Yusuf parecía estar bien a pesar del fuerte golpe en la cabeza, sin embargo, lo dejaron en observación algunas horas y le realizaron diversos estudios.

Cuándo estaban por darle de alta el doctor entró en la habitación y pidió que les dejaran solos, Yusuf de inmediato se preocupó , —¿Ocurre algo malo doctor?

—Todos tus estudios están bien excepto uno, quise que dejarán la habitación pues es algo privado, quiero que tengas en cuenta antes que nada que lo que te daré no es el diagnóstico definitivo y que existen en la actualidad muchos métodos…

—No le dé más vueltas por favor y dígame.

—Debido al fuerte golpe que sufriste en los testículos consideramos que quedaste estéril, es necesario que te pongas en contacto con un urólogo…

—Pero ya Yusuf no estaba escuchando, en su mente solo se repetía una cosa, ¿Cómo podría cumplir con el deseo de sus padres y lo que le haría el beneficiario de esa gran herencia? 

Cuando entró de nuevo Burak estaba visiblemente ansioso por descubrir el secreto, —¿Qué te dijo el doctor?, ¿Todo está bien?,¿Puedo llevarte a casa por unos días?

—Claro que si, todo está bien, solo quiere que más adelante me vuelva a chequear con un médico.

—Excelente, entonces vayámonos—, pero Yusuf no podía parar de pensar quién sería el culpable y las consecuencias del accidente. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo