5. Mis hijos mi motor

Ayse llegó se reunió en la entrada con su asistente Elif visiblemente afectada, ver a Yosuf le había afectado más de lo que hubiese deseado, por años se había preparado para ese momento y sentía que había fracasado en mantenerse fría.

—Señor Demir, que tenga un excelente día, mañana les contactaremos, intentó sonar profesional cuando sentía que el corazón se le saldría del pecho.

—Un placer señora Kaya y señorita…

—Elif, Elif Yavuz.

—Un placer me encantará trabajar en equipo con ustedes—, y estrechó sus manos rápidamente, las vio irse como si escaparan de algo y se preguntó si había alguna confrontación.

Cuando finalmente se le unió Yusuf decidió no preguntar, lo conocía lo suficientemente como para saber que se encontraba afectado por algo, pero después de un rato decidió romper el hielo.

—A pesar de todo nos fue bien jefe, ¿no te parece?

—Si.

—¿Quieres ir a almorzar para celebrar?

—No.

—Si sigues respondiendo con monosílabos me voy a preocupar.

—No pasa nada, solo que está idea de compartir un proyecto a gran escala con una empresa pequeña y sin tanta experiencia no me hace gracia.

—Se ven profesionales y seguras creo que nos irá bien.

—Eso espero.

—Creo que con los días las cosas se calmarán y nos irá bien a pesar de la sorpresa e incomodidad inicial.

—Deberemos esperar la planificación que hará el cliente.

Ayse llegó a la oficina y se encerró, necesitaba un momento para encontrar serenidad y retomar su estado de ánimo, su mente evocó un recuerdo del pasado.

Estaba asustada y apenada a partes iguales de ir al médico como madre soltera, en un principio creía que sería juzgada por la sociedad, así que mintió y les dijo a todos que era una madre viuda.

—Señora… ¿Ayse Aslan?

—Sí, diga—, incómoda y apenada de no haber escuchado lo que le la secretaria le dijo.

—Puede pasar a la consulta.

—Se lo agradezco.

Se sentía con una mezcla de emociones tristeza de estar sola en una etapa tan feliz, pero a la vez con la ilusión de ver por primera vez a su bebé, cómo también miedo de lo que afrontaría sola.

Aquella tarde le dijeron que no eran uno sino eran dos los bebés y todavía recuerda las palabras de Berat allá respecto, "te prometo que como mi hija que siento que eres, a mis nietos nunca les falta nada"

Estaba tan agradecida con él, lo extrañaba, era su mentor, su única familia y desde que murió se sentía desprotegida, pero como le prometió durante su enfermedad no dejaría que volvieran a pisotearla.

Regresó al presente y decidió anticiparse a la reunión del día siguiente, construirían tres fábricas en diferentes ciudades y debía dejar a los niños en algún punto al cuidado de su niñera cosa que no le gustaba en lo más mínimo, pero no había solución.

Esa noche al llegar a casa sus pequeñas voces llegaron hasta ella al abrir la puerta, —Mamá, llegaste—, dijo Kan abrazándola, los dos eran como gotas de agua, pero con personalidades distintas, él solía ser más cariñoso y protector era mayor apenas por unos segundos pero se lo tomaba muy en serio.

—Mami, Kan me quito mis carros y no me dejó jugar—, Ayse sonrío pues eso era todos los días que la esperaba para hacer el juez de sus peleas de todo el día, fuera por juguetes o por algún postre especial.

Ella con paciencia se agachó a su altura con una sonrisa y le dijo, —Estoy segura que tú hermano solo quería jugar contigo, pero no supo pedírtelo, pero ahora mismo mientras mami se da una ducha para hacer la cena ustedes la esperarán jugando juntos como los hermanos más unidos que existen.

Ambos niños se miraron midiéndose el uno al otro y como solía pasar después de unos segundos se abrazaron y se fueron a jugar, en ese momento se acercó su niñera, —Hola Elmas, ¿Cómo te fué con los niños hoy?

—Excelente señora Ayse, son unos ángeles cada día más inquietos, inteligentes y creativos.

—Normal a su edad, solo espero siempre conducirlos con amor y sabiduría.

—Son unos niños felices no hay duda, por cierto, no desea que los atienda está noche se ve agotada, no tengo problema.

—Cansada siempre estoy, pero sabes que es mi regla para que tú descanses y para atender a mis niños, las noches son para ellos y no quiero cambiarlo, los baño, les doy su cena y les leo un cuento, por esas horas soy su madre al 100% y me encanta.

—Realmente es admirable sé que trabaja muy duro.

—Ellos son mi motor, pero gracias a ti y a la tía Yasemin he podido alcanzar el éxito sin que los niños estén solos.

—Recuerdo cuando los llevaba a la oficina o mientras trabajaba en la primera sede, subía y bajaba constantemente de la oficina al pequeño apartamento para darles pecho y atenderles, para mí es admirable.

—Eran unos días de locura—, apenas dormía un par de horas por día entre alimentar y dormir a uno y después repetir la acción con el otro, que tiempos, agotadores, pero son mi mejor regalo.

—Dos chicos hermosos.

—Por cierto, si alguien pidiera información sobre ellos no les comentes nada antes de autorizar.

—De acuerdo.

Aquella noche cumplió su rutina y luego de dormir a sus bebés y darles un beso en la frente se retiró a la habitación.

Allí en su cama en medio de la oscuridad se dio un espacio para recordar aquel encuentro, estaba más atractivo, más maduro y de cuerpo definido, sus ojos verdes aceituna y mirada profunda aún la dejaban sin aliento.

Pero nada de eso borraba el dolor y amargura que la acompaño hasta ahora así que se quitó aquellos pensamientos de la mente y se concentró en el reto del proyecto, era un éxito el haber ganado la contratación y le demostraría a todos que estaba a la altura.

La mañana siguiente…

—Si me permite una sugerencia, ya que se trata de tres construcciones, siendo la de mayor envergadura la que se realizará dentro de Estambul creo que abarcaríamos mucho más si nos dividimos, Construcciones Kaya y las otras dos un poco más por Yilmaz.

—Entiendo su punto de vista y quizá tenga razón así sería más fácil y rápido quizá pero cuando hablamos de trabajo en equipo nos referimos a que ambas empresas trabajen juntas en las tres construcciones.

—Disculpe la insistencia, pero ¿cuál es el motivo de tal decisión?—, insistió Ayse.

—Queremos uniformidad en los diseños y estándares de los tres edificios y eso solo se logra trabajando en conjunto.

Yusuf sentía cierta satisfacción de ver la incomodidad que su ex mostraba, así que le susurro cerca del pulido, —Te estás poniendo en evidencia, van a pensar que tienes problemas personales conmigo.

—No seas tonto ¿Por qué los tendría?

—Porque te pongo nerviosa.

En ese momento se vieron interrumpidos nuevamente por el representante del consorcio contratante quien establecía algunas pautas.

—La primera sede a visitar será la de Bursa sé que está solo a tres horas, pero se coordinó el hospedaje y todo lo necesario para permanecer dos semanas allí, partirán mañana.

En la mente de Ayse solo podía pensar en que trataría de mantenerse alejada por completo de Yusuf, no quería darle la oportunidad de enterarse de nada.

—Irán con chóferes asignados y en este caso irán ustedes en un vehículo y el otro sus asistentes para que puedan compartir información—, Ayse solo pensaba cómo soportaría a un hombre que odiaba por tantas horas.

Mientras Yusuf sonriendo pensaba en que le haría la vida imposible por apartarse de él y su rechazo constante. 

El día siguiente llegó de prisa, entre delegar funciones en el trabajo y en casa girar instrucciones sobre el cuidado de los niños, se le hizo tarde entre hacer la maleta y lograr que los niños se durmieran luego de su inesperado viaje, sin embargo, los primeros en levantarse fueron los gemelos.

—Pensábamos que te habías ido mami y mi hermano y yo queríamos despedirte—, aseguró Kan.

La calle estaba silenciosa debido a la hora por lo que advirtieron que se había detenido un carro y corriendo curiosos a la ventana a asomarse, —Mami, creo que ya llegaron por ti.

—Chicos, no se asomen es de mala educación—, les dijo su madre para apartarlos, aunque su preocupación era que no los hubiesen visto, los despidió con un beso y un abrazo y luego salió de su casa.

Entregó la maleta al chófer y éste le abrió la puerta.

—Buenos días, Yusuf.

—Buen día, no sé si es el sueño, pero me pareció que acabo de ver por un instante unos niños en la ventana, ¿quiénes son?

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