La multitud rugía aclamando que empezara el espectáculo veinte minutos después. Para ese momento Savanah y yo habíamos terminado de comernos todo el contrabando y estábamos aburridas.
-¿Cuánto tarda en empezar esto?- Dije con un bostezo.
Ella miró hacia el reloj de sombra que se encontraba a un costado de la arena y frunció el ceño.
-Se suponía que iniciaría hace unos cinco minutos. Supongo que aún no terminan de acomodar a la gente.
Ciertamente, aún había asientos vacíos en la sección del continente Este y del continente Norte.
Media hora después estaba ligeramente preocupada. Sabía que tío Chad estaría bien porque, bueno, era tío Chad pero aun así quería ir y asegurarme en persona.
-Algo está pasando- Susurró suavemente Savanah señalando la sección del continente Norte.
Yo miré hacia allí y mi corazón dio un pequeño salto al reconocer al lobo que era escoltado hacia el palco en primera fila.
A pesar de la considerable distancia pude reconocer ese andar arrogante y el rostro cruel afilado con los años.
Otra conmoción atrajo mi atención a la arena; un lobo cruzaba corriendo a toda velocidad en línea recta hacia Savanah y yo. Muchas personas lo notaron, incluyendo mi tío Marcus, actual rey del continente Norte que me dedicó una sonrisa victoriosa al reconocerme.
-¿Tantos son tus deseos de verme muerta, querido Kyrian?- Le pregunté en tono mortal cuando se detuvo en el muro que separaba a la audiencia de los combatientes y comenzando a escalar.
Me miró confundido unos momentos mientras recuperaba el aliento.
-¿De qué hablas?
-No solo fuiste y le avisaste al tío que quiere verme muerta que estaba en el continente, sino que ahora le has dado mi ubicación exacta. Solo por nuestra pasada amistad voy a permitirte explicar por qué m****a hiciste tu pequeña carrera hacia mí.
-Te necesito.- Dijo echando un vistazo rápido a Savanah- Las necesito a ambas.
-Extraña forma de pedir un favor- Dijo Savanah jugando con uno de sus cuchillos mientras miraba inexpresiva a Kyrian. Yo estaba de acuerdo.
-Soy curiosa, ¿Para qué?
Él frunció el ceño.
-Vengan conmigo, por favor.
Savanah me miró arqueando una ceja.
-No tengo intenciones de moverme de aquí. Así que habla o piérdete, estoy ocupada.
Kyrian apretó los puños y los dientes. Savanah le sonrió cuando comenzó a cercarse a nuestras caras para que solo escucháramos nosotras.
-Alguien envenenó la comida de la sala de espera y todos los combatientes que participarían por el reino han muerto, todos excepto nuestro campeón. El continente está a diez minutos de la descalificación si no consigo al menos tres lobos más que luchen.-Dijo con cara sombría.
-Eso suena terrible... pero no es nuestro problema- Dijo Savanah recostándose en su asiento.
-Lo que dijo la loba- Dije con una sonrisa.
Este pequeño concurso de Poder era regido por unas pocas reglas y entre ellas estaba que un continente debe de enviar al menos cinco lobos a la arena para poder participar y éstos deben llegar a las semifinales para que el campeón califique. El objetivo era que hicieran un esfuerzo en manada o alguna m****a así.
-No tengo tiempo para convencerlas. Solo digan su precio, estoy autorizado para otorgarles casi cualquier cosa.
-Define "casi"- Dijo Savanah interesada.
-Todo menos el reino o la cabeza de algún miembro real. Por supuesto, deberían llegar hasta al menos las semifinales para que se les otorgue su recompensa.
La forma de emperejamiento para el combate es muy sencilla. Primero escogen lobos al azar entre los continentes y tienen pequeñas peleas entre ellos. Solo tienen dos minutos para someter al lobo contrincante o dejarlo inhabilitado. En esta parte, los campeones no pueden competir ya que lo que se busca es que clasifiquen los otros cinco lobos que lucharán con él en la siguiente etapa. En caso de haber más de cinco calificados, se decide por una lucha de un minuto. El ganador pasa a la siguiente ronda pero en caso de que exista un empate, el campeón podrá decidir basado en las habilidades mostradas quién puede ser su compañero.
-Entonces, si pidiera un barco lleno de los tesoros de la corona, ¿Me lo darías?- Pregunté sin expresión. Solo quería saber hasta dónde llegaría el rey idiota en su desesperación por ganar esto.
-Si, incluso podrías escoger qué tan grande lo quieres.
-Interesante. ¿Y quién me asegura que el idiota pagará?
-Podríamos hacerlo oficial con un edicto real. Pueden acompañarme y lo firmaríamos en dos minutos-Dijo Kyrian con prisa.- Entonces, ¿Me acompañarán?
-Si.- Dijo Savanah desperezándose- Tu propuesta me parece de lo más conveniente.
-No.
Kyrian me miró y asintió con la cabeza.
-Ahora desaparece de mi vista antes de que el rey se quede sin mano derecha- Dije fulminándolo con la mirada.
Kyrian tomó a Savanah como un costal de tierra y saltó de vuelta a la arena. Me sorprendió que mi amiga se dejara tratar así pero bueno, quizá el barco lleno de tesoros sería lo suficientemente grande para restaurar su orgullo.
Levanté la vista al sentirme observada. Ya sabía quién era así que me limité a regresarle la mirada a sus ojos despiadados y calculadores. Tendría que cuidar mi espalda durante y después del evento.
El continente Norte no había participado desde la guerra con el Sur en esta competición así que a riesgo de sonar ególatra, suponía que había tomado la excusa para venir por mi cabeza y Kyrian acababa de servirme en bandeja de plata.
No reconocí a sus lobos acompañantes pero me llamó la atención una figura encapuchada de negro que se sentaba a su izquierda.
Por el tamaño y las delgadas muñecas que se asomaban, esa era una loba.
Una mano se posó sobre mi hombro y traté de no tensarme hasta que olí el mango en el aire.
Giré mi cabeza y vi a Cole con expresión preocupada en el rostro.
-¿Si?
-Por favor, únete a los combatientes en la arena.- Dijo suavemente.
-No.
-¿Qué puedo ofrecerte para que entres?- Preguntó serio.
-Tu cuerpo.
-Hecho.- Dijo rápidamente.
Yo suspiré.
-¿Tan desesperados están? Agarra a unos cuántos lobos de tu batallón y listo.
-Se encuentran apostados lejos de aquí. No llegarían en los siguientes... tres minutos.
-Agarra a cualquiera de la guardia real, debes tener a algunos por aquí.
-No podemos permitirnos prescindir de más guardias. Se encuentran vigilando y cuidando del rey, además de que no son tan buenos como tú.
Yo me tomé mi dulce tiempo en pensar. Estar ahí abajo sería ponerme un blanco facil sobre la espalda. Pero también pedir lo que yo quisiera era un buen trato que podría usar en el futuro.
-Me deberán un favor, un favor que cobraré en el momento que yo quiera.
-Mi cuerpo y un favor. Hecho.
-Oye, lo de tu cuerpo era una broma.-Dije frunciendo el ceño.
Y así sin más el maldito me arrojó a la arena. Reaccioné en el aire enseñándole el dedo medio mientras él tenía su atención puesta en el reloj de sol de la arena. Me transformé en lobo para amortiguar mi caída; cuando mis patas tocaron el piso me di cuenta de que ya estaban reunidos los combatientes por secciones.
Me di la vuelta hacia donde estaba Cole pero había desaparecido. Maldito.
Me dirigí hacia los cinco combatientes de la sección del continente Central mientras Karel daba inicio a la competencia sin disculparse por la tardanza y las dificultades técnicas. Solo dio un aburrido discurso sobre cómo es que estos juegos eran importantes para la economía, las buenas relaciones entre continentes y bla bla bla. Yo estaba más interesada en vigilar a la sección del continente Norte.
Mi tío Marcus había escogido a los lobos más malotes que pudo encontrar. Dulce Madre, eran enormes cosas con músculos que miraban en mi dirección. No me gustaba esa mirada y de esto también se dio cuenta el tío Chad.
-¿Qué quieres hacer, pequeña flor?- Dijo en tono bajo para que solo yo pudiera escuchar.
-Aún no lo sé. Yo solo venía a aplaudir y gritar obscenidades; todo esto me supera.
-Si, yo tampoco esperaba su falla tan grande de seguridad y me temo que mirando a los lobos del continente Norte, puedo inferir quién fue quien envenenó a los otros combatientes.
-Me alegro de que estés bien- Dije tomando su mano y dándole un pequeño apretón- Y cualquiera pudo haber envenenado a los lobos, no es como que el rey sea muy amado. Yo digo que fueron los rebeldes.
-No lo sé pequeña, cuida tu espalda de todas formas.
-Si.
-... como cada cinco años, las apuestas pueden comenzar a partir de la segunda etapa. Combatientes, ¡A sus puestos!
¿Y eso dónde m****a es?
Yo seguí al tío Chad. No me había percatado de que delante de cada sección de las gradas de los continentes había marcado una especie de espacio rectangular. Suponía que ese era mi lugar hasta que llamaran mi nombre.
Nuestro grupo era el más pequeño de todos. Incluso con la Guerra entre Este y Oeste habían enviado a dos docenas de lobos. El Sur una docena y el Norte había enviado a nueve lobos que seguían planeando mi asesinato con la mirada.
-¿Qué pediste, Savanah?- Pregunté curiosa cuando nos acomodamos.
-Una explicación.
Yo desvié la mirada del grupo Norte y la miré.
-Supongo que no es una explicación del tipo "¿Por qué se oculta el sol por las noches?".
-No, quiero saber por qué me envía regalos caros pero no puede dirigirme la mirada.- Dijo mirándose las uñas.
Yo escondí una sonrisa; por mucho que intente ocultarlo, le atrae Kyrian. Eso explicaba también por qué andaba cargando esa cantidad de monedas de oro el día que me encontraron en el bosque de Herrer. Los regalos caros son... caros.
-¿Y luego qué?
-Pues nada, solo tengo curiosidad. Acuchillar a algunos lobos es un bono extra por si no me gusta lo que tiene que decirme.
-Atentas, cachorras- Dijo el tío Chad llamando nuestra atención y poniéndose ligeramente delante de nosotras.
Regresamos nuestra atención al frente. La primera pareja se encontraba luchando al frente; por el ropaje yo suponía que Este y Sur eran los combatientes.
Los tres guardias que se encontraban detrás de nosotras gruñeron ligeramente.
-Tranquilos- Dijo tío Chad en tono amenazador y automáticamente se calmaron.
Yo entendía que no era voluntario; los machos tienen una respuesta natural a la violencia. Al tener a hembras cerca, el instinto les hace hacer cosas extrañas. Como invadir mi espacio personal y el de Savanah.
-Tienes tres segundos para quitarte de encima o en este espacio quedaremos cuatro lobos- Dijo Savanah molesta.
-Lo siento, señorita- Dijo el lobo.
Era un hombre de mediana edad y rasgos duros pero su actitud protectora me hizo pensar en que era un buen lobo.
-¿Cómo se llaman, chicos?
Ellos me prestaron atención y comenzaron a presentarse.
-Erick- Dijo el lobo más joven. Tendría dos o tres años más que yo.
-Mason- Dijo el hombre de mediana edad que se disculpó con Savanah.
-Sid.- Dijo el último. Tenía una gran cicatriz que le cruzaba la barbilla y llegaba hasta un costado de su boca haciendo parecer que hacía una mueca cruel.
-Yo soy Lily. Ésta es Savanah- Dije con un gesto hacia mi amiga.
-¡Savanah Drost y Peter Vozza!
Savanah caminó hasta el centro de la arena. A un costado había una seria colección de armas y escudos; sin embargo, solo hasta la siguiente ronda se podrían ocupar armas. Nunca había visto a Savanah luchar con sus puños pero era una loba en una misión a juzgar por su postura. Su contrincante era un tipo de Oeste que al verla sonrió burlonamente.
-¡Luchen!- Gritó Karel.
Podía ver desde aquí la tensión del tipo. Su clon se encontraba notablemente ausente, no es que lo estuviera buscando, por supuesto.
El tipo Peter cometió el primer error que cometen todos los machos: Subestimar a la loba blanca.
Fue directo a darle un puñetazo en la cara y Savanah se transformó en lobo para evitar el impacto. Esto dejó en desequilibrio al lobo, así que Savanah se escurrió entre sus piernas y volvió a transformarse a su espalda. Lo único que tuvo que hacer fue levantar su pierna y Peter cayó acunando sus partes privadas. La pelea duró un total de quince segundos.
Karel le dió la victoria ante los abucheos de la sección del Oeste y los gritos y aplausos de Centro y Este. Ya saben, eso del enemigo de mi enemigo es mi amigo y todo eso.
Dos lobos de uniforme blanco tuvieron que entrar para ayudar a levantar al tipo.
Yo choqué los cinco con ella cuando regresó.
Ya solo faltaba por pasar yo. Erik, Mason y Sid resultaron ser buenos combatientes y no necesitaron más que un minuto para someter a sus oponentes. Sid incluso le rompió un brazo al suyo, fue bastante genial.-¿Estás emparejado, Sid?- Pregunté cuando regresó con una gran sonrisa.-Aún no. ¿Te estás ofreciendo?- Preguntó curioso.-Podría planteármelo. Ese movimiento para quebrarle el brazo fue bonito.- Dije impresionada.Me dio una sonrisa.-Tengo algunos de esos. Te diré algo, si me impresionas en tu combate, te enseñaré cómo quebrarle la columna a tu oponente sentándote en él.-Dijo analizando mi complexión- Es una técnica que no requiere gran peso, solo habilidad.-Genial.Comencé a tronar mi cuello para prepararme porque sabía que en cualquier momento me llamaría el idiota. No estaba preocupada, la mayoría de los combatientes que podrían causarme problemas, ya habían calificado. Solo esperaba que no me tocara con alguno de...-¡Dustin Hix y Lily Madsen!... del continente Norte. Mie
-¡Primer muestra será de lanza doble!Mientras los asistentes al coliseo seguían apostando por sus favoritos, los lobos con uniforme blanco habían colocado algunas cosas para las exhibiciones en la arena.La muestra de lanza doble se trataba de hacer un alarde de la habilidad en solo treinta segundos. El público era el juez y, para éste propósito, se les regalaba a los asistentes listones con los colores de cada continente que elevaban al aire. Al terminar la participación de cada categoría, los lobos de uniforme blanco hacían un conteo. Esto se hacía rápidamente y a pesar de la gran cantidad de lobos aquí reunidos, no tomaba más de 5 minutos gracias a la gran cantidad de lobos en uniforme blanco que cada continente aportaba.Cuando se cerraron las apuestas, todos esperamos a que Karel nos dijera qué continente empezaría primero.Mis ojos se desviaron hacia Jared. Quizá hablarle lo del asunto de la pareja era innecesario, ya que mis otras dos parejas no querían tener relación conmigo.
Tuvimos un descanso de quince minutos para que el público estirara las piernas y cobrara sus apuestas .Nosotros aprovechamos el tiempo para calentar porque después del descanso comenzaría la verdadera diversión.Tío Chad se fue brevemente para resolver el asunto de nuestras apuestas y regresó con una sonrisa diciéndome que todo estaba arreglado.Mi mirada se desvió de nuevo y sin poderlo evitar hacia Jared que me notó enseguida y me hizo un gesto para que nos reuniéramos.Comencé a caminar y tío Chad me susurró que tuviera cuidado.-Es mi pareja- Susurré de vuelta y él asintió repitiendo que tuviera cuidado.Llegamos a un punto alejado de los competidores y nos detuvimos.-Eres una loba muy creativa- Dijo con admiración - Ahora entiendo por qué te enviaron al estilo libre.-Gracias, pero en realidad me especializo en el arco. Tío Chad me dio a elegir- Dije encogiéndome de hombros.-¿Es tu tío?- Dijo mirando en su dirección brevemente y luego regresó su atención hacia mí- Imagino ento
Karel. Dos horas antes.Todo se estaba yendo al carajo.A los lobos que les había permitido participar después de duras pruebas los habían envenenado. ¿Cómo nos dimos cuenta? Cuando algunos guardias uniformados para el evento fueron a decirles que podían salir a la arena.Solo encontraron a mi campeón en pie intentando revivir a los muertos.No sospechaba de él ya que más allá de que rechazara a su sobrina, no tenía un motivo. Y ya me había manifestado que los problemas entre ella y yo no eran su asunto. El que quisiera ser mi campeón lo demostraba porque en este momento la relación entre nosotros no podía ser peor.Enseguida tuve que dar la orden para proteger el Coliseo; esto podría ser parte de algún plan de los rebeldes para que no sigamos controlando el comercio marítimo y las leyes que lo regulan.Por supuesto mi día de mierda podía ponerse peor pues el padre de Elizabeth decidió que era buen momento para venir y exigir que le regresara a los guardias que me había "prestado" par
Cole. Una hora más temprano.-Yo iré. De todas formas es conmigo con quien quiere hablar- Le dije a mi hermano y sin esperar respuesta salí rápidamente para encontrarme con tío Chad.En dos minutos estuve abajo.-Hola Cole, vengo a preguntar por las ganancias de mi sobrina- Dijo estrechando mi mano.-Ya me he encargado de eso. En este momento son llevadas al castillo por seguridad. Cuando termine el evento se las llevaré personalmente.-Bien, Entonces, ¿Cuánto vale tu Principado?- Preguntó curioso y yo sonreí.Cuando vino más temprano en busca de un préstamo de algunas monedas, le dije que le daría todo lo que poseía. Era un lobo rico por derecho de nacimiento, pero también a lo largo de los años he hecho algunas inversiones que podría decirse han sido fructíferas. En estos momentos era yo quien financiaba el pago anual del ejército completo y aún así me sobraba el oro suficiente como para financiar los próximos diez años o algo así.Por supuesto, los lobos del gremio de apuestas sali
-¿Lily?Mi cerebro embotado trataba de recordar lo que había pasado y por qué actualmente el piso frío lastimaba un lado de mi cara.-¿Lily, estás bien?Ese era mi nombre, estaba segura. Con un gemido abrí mis ojos con mucho esfuerzo.Estaba bastante oscuro; me incorporé solo para darme cuenta de que mis manos y pies estaban esposados. Esto se ponía cada vez mejor.A mi lado izquierdo hubo movimiento y me tensé un poco.-Gracias a la madre que despertaste- Dijo Jared tratando de acercarse.Entonces todo vino a mi memoria; automáticamente mis sentidos se afilaron y traté de enfocar la vista.Habían cuatro cuerpos más aquí pero no se escuchaba otro sonido más que Jared arrastrándose hacia mi.-¿Despertaste hace poco?-Si, enseguida te olí y supe que estabas conmigo.-No estamos solos- Dije en un susurro.- Dame un momento.Intenté levantarme y mis piernas me fallaron. Lo que sea que haya habido en ese humo era fuerte; me encontraba un poco mareada.Cuando por fin me levanté comencé a bus
-¿Estás segura de que esto es necesario?- Preguntó Tracey por quinta vez en la última hora.-Si, así como es muy necesario que los chicos orinen esa cerradura- Dije señalando detrás de mi.Nos habíamos dado la vuelta para darles privacidad. Era un plan brillante, si se me permitía decirlo, pero bastante incómodo.-No sé qué me parece más horrible- Murmuró la loba y yo sonreí.-Anímate. Solo tienes que dar unos giros a tu lengua. Ellos tienen que cargarse unos a otros mientras orinan para alcanzar el objetivo. Pon más esfuerzo, no vas a seducir a nadie solo mirando el plátano.-No sé por qué la escuchamos- Dijo el lobo incrédulo del Oeste- Esto es ridículo y vergonzoso.-Porque yo salí usando solo una cuchara la anterior vez y tardé dos días. Esto es esfuerzo de equipo y les queda como... media hora a lo sumo.Karel, Cole, Jared y el tipo del Oeste cuyo nombre no me molesté en aprender porque su negatividad afectaba mi aura, gruñeron al mismo tiempo.-Si de verdad nos sacas de aquí con
Cole. Unas horas antes.-Lily, tú... - Dijo mi hermano en ese tono peligroso que presagiaba problemas.Quizá debería intervenir...-Si, soy yo. ¿Y sabes qué es lo mejor de ser yo? Que puedo restregar en tu cara que eres un idiota. Vas a convertirte en el yerno de tu némesis.O quizá no. Ella era lo suficientemente capaz de enfrentarse a él. Era lo suficientemente capaz de enfrentarse a todos los presentes al mismo tiempo y reírse de ello, de hecho.Pasé una de mis manos por mi cabello. Si no fuera por ella aún estaríamos en la celda porque, por mi vida, que estuve pensando en maneras de salir de aquí y no se me ocurrió otra cosa mejor que esperar a que nos rescataran.Mi hombría podía soportar que me sacara de un problema pero no podía soportar que tuviera que seducir a alguien para hacerlo. Tuve que romperle el cuello al tipo o si no me temía que no volvería a dormir.Salí de mis cavilaciones cuando mi hermano se lanzó literalmente al cuello de Lily. Mi cuerpo se tensó listo para int