-¿Estás segura de que esto es necesario?- Preguntó Tracey por quinta vez en la última hora.-Si, así como es muy necesario que los chicos orinen esa cerradura- Dije señalando detrás de mi.Nos habíamos dado la vuelta para darles privacidad. Era un plan brillante, si se me permitía decirlo, pero bastante incómodo.-No sé qué me parece más horrible- Murmuró la loba y yo sonreí.-Anímate. Solo tienes que dar unos giros a tu lengua. Ellos tienen que cargarse unos a otros mientras orinan para alcanzar el objetivo. Pon más esfuerzo, no vas a seducir a nadie solo mirando el plátano.-No sé por qué la escuchamos- Dijo el lobo incrédulo del Oeste- Esto es ridículo y vergonzoso.-Porque yo salí usando solo una cuchara la anterior vez y tardé dos días. Esto es esfuerzo de equipo y les queda como... media hora a lo sumo.Karel, Cole, Jared y el tipo del Oeste cuyo nombre no me molesté en aprender porque su negatividad afectaba mi aura, gruñeron al mismo tiempo.-Si de verdad nos sacas de aquí con
Cole. Unas horas antes.-Lily, tú... - Dijo mi hermano en ese tono peligroso que presagiaba problemas.Quizá debería intervenir...-Si, soy yo. ¿Y sabes qué es lo mejor de ser yo? Que puedo restregar en tu cara que eres un idiota. Vas a convertirte en el yerno de tu némesis.O quizá no. Ella era lo suficientemente capaz de enfrentarse a él. Era lo suficientemente capaz de enfrentarse a todos los presentes al mismo tiempo y reírse de ello, de hecho.Pasé una de mis manos por mi cabello. Si no fuera por ella aún estaríamos en la celda porque, por mi vida, que estuve pensando en maneras de salir de aquí y no se me ocurrió otra cosa mejor que esperar a que nos rescataran.Mi hombría podía soportar que me sacara de un problema pero no podía soportar que tuviera que seducir a alguien para hacerlo. Tuve que romperle el cuello al tipo o si no me temía que no volvería a dormir.Salí de mis cavilaciones cuando mi hermano se lanzó literalmente al cuello de Lily. Mi cuerpo se tensó listo para int
No creía que se dieran cuenta de mi huida y de la desaparición de su líder hasta una hora o un poco más así que me dediqué a seguir las huellas descuidadas de mis parejas y los otros.Hacía un buen tiempo para una caminata por el bosque.Saqué una manzana y la comí tarareando. Si el negocio de las bolsas hechas de ropa fallaba, debería intentar entrar en el emocionante mundo de los espías. Vivir aventuras, derrocar ejércitos rebeldes, salvar princesas de celdas malolientes... si, sonaba divertido. Yo solita acabaría con las guerras en el mundo y cuando reine la paz me retiraré y sembraré flores para vender en la plaza. Porque soy una jodida loba de flores.Reí divertida del rumbo de mis pensamientos.Siendo honesta conmigo misma, la oferta del General del Este sonaba muy atractiva. El Sur quedaba descartado por obvias razones; el Norte por aun más obvias razones y en el Oeste no me pararía ni muerta. Se me acababan las opciones y a este paso tendría que ir y buscar el continente perd
-¿Qué fue lo que te dijo Kyrian?- Pregunté a Savanah.Actualmente, estábamos en el bonito palco en donde Karel anunció el término de la Competencia de Fuerza hace dos días.Dos días extraños y llenos de diversión en donde Karel había ofrecido amablemente habitaciones para invitados como si fueran caramelos a los representantes de los continentes. Yo me instalé en su habitación de nuevo solo para recordar viejos tiempos; la verdad no sé cómo no lo vió venir. Como sea, el idiota había aprendido su lección y escondido el alquitrán. Una lástima.Cuando abrió la puerta y me vió destruyendo su fina ropa para comenzar mi negocio únicamente suspiró y cerró la puerta dejándome en paz.Savanah había aparecido a la mañana siguiente informándome que el rey requería mi presencia para partir hacia el Coliseo y empezar con mi grandioso plan.Me había contado por el camino que después de que el humo se dispersara o algo, todos se despertaron y hubo un caos total al notar que faltaban algunas persona
Cole me guió al castillo en completo silencio. Yo lo seguí curiosa pero tampoco quise perturbar el silencio.Fuimos a la parte del castillo en donde se encontraba su habitación y me llevó hasta el cuarto que había ocupado semanas atrás cuando Cole me atacó en el pasillo. Buenos tiempos.Lo primero que noté fueron los dos guardias, uno de ellos conocido que me dirigió una sonrisa.-¡Lily!-¡Jamie!- Dije con su mismo entusiasmo. Era contagioso.-Es genial verte. Quería agradecerte.-¿Irás con el grupo de caza?-Pregunté recordando nuestra conversación cuando llegué al castillo.-¡Si! Supe que el rey ahora tiene algunas ubicaciones- Dijo guiñándome un ojo.-Ya era hora- Dije sacudiendo la cabeza.-Entra a la habitación, Lily- Dijo Cole suavemente a mi espalda.Jamie se apresuró a abrir la puerta para mí.-Lindo caballero.Entré y prácticamente me congelé al ver a la mujer sentada en la cama cepillando su largo cabello. Un fino vestido la cubría y se podía ver la delgadez de su cuerpo. Cer
Cole me abrazó y me dejó llorar hasta que me quedé dormida.Fue extraño despertar y sentirme segura después de todo lo que había pasado últimamente, pero ahí estaba. Cole respiraba suavemente sobre mi pelo y yo me encontraba muy cómoda como para irme.Cuando despertó me dio una suave caricia en el pelo y se fue de la habitación. Esto me desconcertó un poco pero después de un momento decidí que lo mejor era no hablar de la noche pasada. Ni yo misma había entendido la situación o las palabras de Cole.Me levanté y me volví a poner la ropa que traía el día anterior. Era hora de desayunar, ver a mi madre, preguntarle a Mateo por qué los príncipes del reino Central eran polizones en mi barco y conocer a mi tripulación.Tal vez no en ese orden, pero esa era mi lista de cosas que hacer hoy.Lo primero que hice fue ir a la proa a buscar a mamá. No la vi, pero el lobo del timón me informó que se encontraba desayunando abajo. Le agradecí y fui a la cocina.La luz entraba a raudales por las vent
-Si esa loba fuera mi pareja, si esa loba fuera mi mujer, le compraría un vestido de seda y a su mamá también...Yo sonreí al escuchar el canto de los tripulantes. Habíamos establecido una rutina en el tercer día en donde Cole y yo salíamos a desayunar juntos y luego entrenábamos un poco en la cubierta. Después él se iba a donde fuera que se iba de día y yo me quedaba en la cubierta ayudando con las velas, el timón o la pesca.La canción había comenzado hace unos días cuando Mateo por fin cedió a mis súplicas de entrenar conmigo y le pateé el trasero en tres movimientos.Tenía la impresión de que más de la mitad de los lobos estaban enamorados de mí pero eso quizá solo era mi ego imaginando cosas.Hoy mamá estaba de muy buen humor y me ayudaba a crear nuevos bolsos para el negocio con alguna ropa que empaqué del castillo. Quizá había robado alguna camisa horrible de Cole, pero de alguna manera tenía que pagar su pasaje en mi ilustre medio de transporte.-Eso es genial mamá, ahora solo
-¿Qué sucede, Lily?- Susurró Cole a mi rostro asustado.Yo solté una risita histérica.-Te mordí.-Si.Nos miramos fijamente con el ruido cada vez más apurado de los golpes firmes de Drantos en la puerta como fondo.-¡Te mordí Cole!- Dije en un susurro frenético porque el bastardo guapo no estaba perdiendo la cabeza como yo.-Ya aclaramos ese punto. ¿Cuál es el problema?- Entonces frunció el ceño- ¿No quieres que huela a ti?-Me da igual que huelas a pez muerto, Cole- Dije golpeando su pecho- ¡Te he mordido!Cole se zafó de mi agarre y nos dio vuelta para cambiar de posiciones.-Lo hiciste. Respira, pequeña loba- Dijo tomando mis muñecas con una mano y elevando mis brazos por encima de mi cabeza. Su nariz comenzó a hacer caricias ligeras sobre la vena que latía salvaje en mi cuello. -Respira conmigo y luego dime qué sucede.Por supuesto yo estaba hiperventilando y traté de tranquilizarme.-¡Estamos ocupados, Drantos! En cuanto salgamos de la cama resolveremos cualquier problema afuera