uno más... solo porque si jajaja XD si este es el primer libro de lobos que me leen, pueden ver otros más terminados buscando en mi perfil de autor; actualmente tengo terminados Mi hermanastro es mi mate, ¡Papá compró una humana! (actualmente vamos en el cuarto libro de esa saga) y Dulce manada. Todos con un bonito sentido del humor XD los amooooo millones
Algunas lobas corrían en círculos mientras salían de la casa de la manada.Me parecía estúpido, pero si su sentido atrofiado de supervivencia les decía lo contrario, no discutiría con ellas.Parecía ser que el fuego había comenzado en el salón de costura y que avanzaba a un ritmo muy anormal; a menos que fuera provocado y planeado. Quizá lo alimentaron con alguna sustancia inflamable.Como sea, no podía dejar que las lobas se hicieran daño y los guardias de la casa de la manada seguían sin reaccionar.Algunos incluso miraban boquiabiertos las llamas cada vez más altas.—¡Lobos! —Grité haciéndome oír. — ¡Guíen a las lobas hacia allá! — Dije señalando la salida. — ¡Es peligroso salir de la protección de la muralla, solo reúnanse en ese rincón y protéjanlas!Por suerte, sus mentes militares por costumbre de recibir órdenes comenzaron a movilizarse.—Debemos buscar una fuente de agua. —Dijo Savanah recorriendo el jardín en caos.—Eso será inútil. Quien sea que haya provocado el fuego sabí
Los dormitorios de la casa de la manada estaban diseñados de forma en que pudieran albergar a más de quinientas lobas al mismo tiempo. Eran cuatro pisos de chillidos femeninos y hormonas locas con los que lidiar; con los años el número de lobas blancas comenzó a decaer y en los dormitorios actualmente solo se alojaban alrededor de cien lobas o menos. Las habitaciones contenían dos camas así que mi teoría para no darnos un cuarto individual a todas era para ahorrar en gastos de limpieza. Teniendo en cuenta de que estaba segura de que las lobas nobles habían estado evacuando en los últimos días debido al asunto de rebeldes y salvajes, ahora solo quedaban un puñado de lobas que salvar porque el primer y segundo piso no estaban habitados desde mucho antes del ataque. Me detuve en las escaleras del segundo piso a retomar el aliento. En este momento me encontraba tan mareada que dudaba poder bajar las escaleras sin rodar por ellas. —¡Lily! — Gritó Savanah más abajo. —¡¿Necesitas ayuda?
Se congeló y estrechó sus ojos. Yo continué.—Los guardias no la encontraron, pero en su habitación había señales de una lucha. La única posibilidad de encontrar pistas de su paradero era buscar rastros con su esencia o rastros del lobo o lobos que se llevaron. ¿Ahora? — Dije mirando a sus guardias circulando por todo el lugar. — Te deseo suerte encontrando algo. Claro que no es mi maldito asunto porque yo seré juzgada y decapitada por tratar de detener a la loba que quería armar una partida de búsqueda y hacer lo mismo que tus guardias siguen haciendo.Me zafé del agarre de Karel y me dirigí a la salida.Mi partida fue celebrada por Elizabeth y su séquito de lobas con gritos sobre la felicidad que les causaría cuando una pueblerina conozca su lugar debajo del filo de la espada del rey.La imagen mental que tuve sobre Karel intentando decapitarme casi fue suficiente para sacarme una sonrisa. Casi.Estaba bastante cabreada. ¿No podía llegar el inútil rey unos cinco minutos después? Quiz
—¡¿Dónde están, pequeños demonios?!— Dije corriendo descalza por los pasillos de mi mansión.Habíamos regresado hace casi dos semanas a casa y desarrollamos una rutina: Tío Chad se levantaba temprano para abrir mi puerta y asegurarse de que no era una salvaje; cuando comprobaba que no lo era, quitaba el candado y las cadenas de mi puerta. Gisselle pensaba que estaba exagerando, pero me gustaba ser precavida.Una vez despierta, me daba un largo baño y luego salía a desayunar con todos en la mesa de la cocina. Después tío Chad, Mateo y yo pasábamos el resto del día explorando la biblioteca en busca de información sobre los salvajes.Las cosas habían estado tranquilas; no habíamos tenido noticias del castillo ni de la desaparición de la Luna. Después del incidente en la Casa de la manada, los rebeldes y los salvajes se habían vuelto a esconder.Tampoco supe nada del bastardo de Cole; estaba haciendo un pésimo trabajo como pareja y aun así mi corazoncito se alegraba cuando contemplaba mi p
Volteé para encarar al bastardo sexy.—No me avergüenzo. Tengo un lindo trasero. — Dije porque era cierto. — Ahora, si me disculpas, estoy lidiando con un problema aquí.—¡Primo Cole! — Gritaron los cachorros y treparon por su cuerpo.—Prima Lily nos tortura. — Dijo uno de ellos poniendo ojitos tiernos.Incluso Dania comenzó a gemir lastimeramente mientras seguía sosteniéndola en el aire por el pelaje de su cuello.Cole se acercó hasta que quedamos a poco menos de un metro. Estiró la mano y me quitó a la cachorra para sostenerla en sus brazos y se inclinó hacia mí. Sus labios tocaron mi mejilla tiernamente y mis partes de chica se derritieron.—Hola, cariño.Yo me crucé de brazos.—¿Dónde has estado? He estado lidiando con los cachorros yo sola ¿Qué clase de pareja desobligada eres tú? — Dije con falsa molestia.—Mis disculpas. — Dijo acariciando la lobuna cabeza de Dania. — He estado buscando quiénes de los Alfas están financiando a la rebelión.—Eso oí. — Dije sin dar mi brazo a torc
Los tres mosqueteros me ataron y subieron a un caballo. Yo fingí estar desmayada para que los lobos malos siguieran hablando de sus planes para mí.Imaginen mi sorpresa cuando unas tres horas después me enteré de que mi secuestro era para hacer que el rey idiota abdicara en favor del líder de los rebeldes. Por supuesto, mi humilde persona no era suficiente y por eso habían capturado a otra hembra importante para Karel.Ya suponía quién era la otra loba secuestrada y como literalmente no tenía nada mejor que hacer, los seguiría como una buena princesa en apuros. Quizá me llevaran hasta su guarida secreta y podría vender muy cara esa información; no me hacía falta el dinero, pero nunca estaba de más pensar en mi senectud y en lo feliz que me pondría al terminar de vaciar la bóveda ya no tan secreta del rey idiota.Muy feliz.—Adelántate y avísale al jefe que traemos a la loba. — Dijo el cabecilla al que apodaría el pirata por su horrible barba blanca. — Que abran las puertas y nos ayuden
— ¿Qué tan bien conoces el bosque de Herrer?Me miró confundida así que tuve que suspirar y rezar al cielo en busca de paciencia.—Estamos en el bosque de Herrer. Contaba con que al menos supieras en qué dirección se encuentra del castillo. — Dije distraída parándome y calculando la distancia del piso hasta la ventana.—¿Cómo sabes dónde estamos? — Preguntó sospechosa y recelosa.Yo gemí con frustración.—Porque yo ocupaba mi tiempo en cosas más productivas que el adecuado número de platos principales que servir a mis invitados en una fiesta de té. Se llama leer, Isabella. Más específicamente, leer sobre el territorio que técnicamente gobiernas. — Dije zafándome de mis ataduras y masajeando mis muñecas. Otro bonito truco que aprendí del tío Chad.—¡Soy tu Luna! ¡Debes hablarme con respeto!—Eres una loba que no tiene dos neuronas funcionales. Yo hablo con respeto a los lobos y lobas que lo merecen… o a los animales que son infinitamente más inteligentes.—¡Tú...!—Si, soy lo peor y si
Al día siguiente el Sádico llegó con la bandeja de comida y como había dicho mi amada Luna, nos quiso poner a combatir por ella.Por supuesto cambió de opinión cuando fui hacia el cubo del rincón e hice parecer que tomaba un puño de aquello para arrojárselo a él.La puerta se cerró rápidamente.—Toma un poco de agua y déjame el resto. — Dije a Isabella tomando los cubiertos.Nuestros captores comprendían la importancia de tener a sus rehenes hidratados por lo que nos dejaban una pequeña cubeta llena de agua para beber. ¿La comida? No tenía idea de qué era y por el momento no quería averiguarlo. Le di dos bocados sin saborear y le dejé el resto a la otra loba.Ella dio unos cuantos sorbos y obedientemente me extendió el recipiente sin mirarme. No era de extrañar después de las dos bofetadas que le tuve que dar para que cooperara ayer y el pequeño moratón que lucía hoy de cuando no quiso estar de acuerdo con mi plan más temprano.No lo disfruté… demasiado.Lo tomé y me dirigí al extremo