Mily fue por el café y le dijo a Lexie que si su gente podía entrar por el techo, la ventana o cualquier parte del edificio necesitaban entrar ahora. Estaban en el piso dieciocho y si lo hacían en orden Berrocal podía desangrarse al tiempo de que la ayuda llegase por él. Movilizarlo tampoco era una opción porque la bala podía viajar y tocar una arteria o vena y complicar las cosas. El problema era que no había salida y el hombre estaba desangrándose sin misericordia. —Lo sé, vi las heridas. —Las vio al instante, pero pensó que saldrían, que habría tiempo de llevarle a un hospital o con un médico clandestino, alguien que pudiese ayudarle. Lexie nunca se había sentido culpable por la profesión que desempeñaba, porque lo veía normal; sus abuelos eran delincuentes, su padre lo había sido, su madre era una mentira profesional y ella siempre había tenido facilidad para planear un crimen, lo que pasa es que Berrocal tiene razón,
Mily tomó la llamada de su tío y escuchó con atención todo lo que tenía que hacer para adelantar el procedimiento si estaba cociente aún podían hacer preguntas básicas.Entre Max, Mily y Lexie le llevaron una de las habitaciones. Mily se quedó inspeccionando el lugar por un par de segundos y vio a Berrocal.—No vivo aquí, pero es triste pensar que no nos conocíamos.—Porque no vives aquí.—Nosotros estábamos reposando aquí.—Nosotros estábamos conversando sobre los pros y contras del sexo prematrimonial.—Mily tú no tienes diez años y tampoco eres virgen—dijo Lexie.—Triste, pero, ¡cierto! Es culpa de Max que pone la política antes que mi muy embellecida vagina.&m
Lexie tenía en su plantilla a ex militares, pidió que se acercaran con un ataque planeado para extraer a los cuatro padres, otros que fueran por sus esposas e hijos y les sacaran de Mainvillage. Ese asalto no tenía salida, había cuatro hombres asaltando el edificio de la gente más influyente de la ciudad y su plan era el mismo que dos de sus hijas, matarse, pero antes iban a matarlo a él. En la ciudad ellos dejaron de ser padres de familia regulares o los padres de cuatro víctimas, eran cuatro hombres terroristas; para Lexie eran cuatro hombres haciendo lo que cualquier padre amoroso que no volvería a ver a su hija haría. Ellos querían d La luz se fue en las cuatro cuadras que rodeaban el perímetro, se escucharon balazos, se escucharon bombas, helicópteros y gritos. En medio de la ola de confusión todos creyeron que habían sacado por el aire a los padres, pero esos fueron extraídos por aire tierra y barco. <
Berrocal vio el auto en el cual se suponía se tenían que subir, observó los autos de quienes estaban disparando hacia el hospital y se dio cuenta de que no podían ir en esa dirección porque alguien les había traicionado. Descartaba por completo a Varo ni Chapas; el primero porque sentía que Lexie le pertenecía y no haría nada por lastimarla, había pasado semanas intentando recibirse después de que balearan su casa. El segundo porque era más léala que nadie, además el Chapas conocía la gratitud, así que quedaba la pregunta en el aire quién en su equipo querría darle información a la gente de Asher sobre los planes que hacían. Le quitó el audífono a su esposa y dijo a Varo: —Que bajen y abran fuego de defensa. —Hay dos hombres en el techo, quiere que abramos fuego ahora. —Espera a que recarguen las armas y abrimos fuego.
Lexie quería que todos los ruidos de los demás se detuvieran. Miró el camino a Berrocal y el teléfono en la mano de su esposo. Ella le tomó la mano y le preguntó: ¿confías en mí? Berrocal sonrió y le tomó de la mano. Ella le dio indicaciones al chofer para que les sacara de la ciudad en auto, no se tomó la molestia de cancelar el vuelo, simplemente se encargó de alejar a su esposo de la ciudad y los riesgos que podía representar un vuelo de varias horas tras una cirugía abdominal. Tendrían tres semanas para que Berrocal se recuperara, estar solos, pensar en cuál sentía su siguiente paso y descubrir qué estaba pasando con su familia, específicamente en qué putas estaba pensando su papá para que dejase a Asher libre. Cinco horas más tarde estaban llegando a una casa pequeña, cerca del mar, alejado de todo y de todos. Lexie despertó a su esposo el cual había estado durmiendo casi todo el camino. Berrocal estaba alg
Después de una hora de intentos Lexie logró comunicarse con su abuelo. El cual le dijo que estaba viajando hacia Monte Cruz para reencontrarse con su esposa. Raymond estaba oficialmente desaparecido. Su padre había puesto a varios equipos a buscarle y tras darle la noticia a Lali.Tras darle la noticia a Lali se descompuso, era evidente que su abuelo estaba reteniendo información porque Lali era la mujer más fuerte que conocía. Berrocal se sentó junto a ella en el sofá y le pidió que se tranquilizara. Los días anteriores estaban resultando ser una m****a. El Chapas les preparó un té para descansar, la receta de su abuela, lo sirvió en tres tazas y Lexie le dio las gracias por cuidar tanto de ellos, nada era fácil, pero tener a alguien como el Chapas siempre pendiente, dispuesto a dar su vida por ellos era invaluable. Los tres conversaron durante unos minutos sobre las posibilidades de la liberació
Después del maravilloso masaje que le hizo volver a quedar dormida, Lexie despertó con el maravilloso olor de una mariscada. La mujer salió de la habitación y se encontró con el Chapas, William y Berrocal cocinando a la leña, los tres hombres estaban disfrutando de la música. Vio salir por la cocina a Regina y la cual le saludó desde lejos. Lexie se acercó a ella y se disculpó por ser una pésima amiga.—Nunca he tenido amigas así que eres una buena amiga.—Las dos mujeres se miraron y rieron divertidas.—Un hombre se acercó y le saludó.—Soy Lucas.—Lexie—respondió la mujer mientras estrechaban manos.—Lucas es mi esposo, señora—Dijo William y los dos sonrieron.Lexie vio a Regina, al Chapas y a Berrocal.
Asher se había esforzado demasiado en secuestrar a Berrocal y a su esposa. Había tenido que ponerles a dormir a todos en tierra, primero a los navíos que les esperaban para proteger a los mafiosos más importantes de la ciudad. Asher estaba seguro de que Lexie y Berrocal no sabían cuán poderosos eran todavía y eso le había facilitado demasiado el trabajo.Berrocal despertó y vio a Asher sentado sonriéndole. Berrocal se quedó quieto mirándole y se revisó la ropa, no tenía faja, solo ropa interior, a su lado estaba Lexie la cual estaba amarrada viéndole. —Cúbrela. —No estoy sexualmente interesado en ella—Berrocal se le quedó viendo molesto. Asher se puso en pie y tomó una manta, se la puso encima a Lexie. Ella le observó de pies a cabeza, había escuchado tanto sobre él y había visto fotografías, pero era imponente en persona. Veían rasgos rusos o alemanes en su rostro, con una estatura que se acercaba a