Sophia está lista para ir a la universidad, como siempre se queda en la habitación haciendo tiempo para hacer enfadar a sus guardaespaldas, Pero eso le da igual a ellos, siempre están detrás de ella; pues es su trabajo y esperarían un siglo.
Le molesta no tener privacidad, si está hablando por teléfono ahí están ellos escuchando, e incluso cuando sale con su novio ellos también van, cuando sus mejores amigas van a casa, tienen que hablar bajito, Cristina una de ella tiene un guardaespaldas, él también se une al grupo de seguridad y vigilan las chicas.
Cree que eu padre es el único presidente tan dramático, la hija del presidente de Estados Unidos no está tan acorralada como ella; supone.
-Señorita Sophia es hora de ir a la universidad -Dice Ariana asomándose a la puerta.
-Gracias Ariana, enseguida salgo -contesta levantándose de la cama para tomar sus cosas.
Ariana asiente, gira en sus talones y sale de la habitación.
Sophia sale de la habitación, suspira dándose por vencida y pasa sin saludar a los hombres que están junto a la puerta.
-Buenos días hija, ¿Que tal amaneciste? -Pregunta la señora Roccio, la madre de Sophia.
-Muy felíz madre y más aún de ver a estos encima de mi -dice con sarcasmo y una sonrisa fingida mientras mira a sus guardaespaldas.
-¡Ay hija¡ no digas eso, dale gracias a Dios por todo -dice con tono triste.
-¿Por qué mamá? -hace una pausa -¿Por tener ésta vida que no quiero? Una vida de m****a... no es fácil tener a todos estos encima de mi, todos en la universidad me miran como si soy una astronauta, les sonrío y sólo levantan sus cejas, muchos salen corriendo por que creen que se va armar la tercera guerra mundial cuando ven a estos enormes hombres -dice muy alterada.
-Calmate hija por favor. -dice para tranquilizarla.
-No puedo calmarme, es una locura tenerlos hasta en la puerta de mi habitación, ¿no basta con todos los que están fuera de la casa, estoy harta -grita en frente de la mesa en donde sus padres desayunan.
-Ven vamos a desayunar -dice el padre perdiendo la paciencia.
-No tengo hambre, adiós -dice mientras va caminando.
Sophia sale muy deprisa y sube al coche, ni siquiera saluda a su chofer Nacho, sólo mira a Ariana que está del lado derecho y a Moisés del lado izquierdo y suspira. Los otros dos guardaespaldas están en el otro coche.
Todos los días Sophia es escoltada como si ella fuese la misma presidenta.
Llega a la universidad y Rodrigo su novio; se acerca a ella, la abraza y camina junto a ella, los guardaespaldas van a sólo un paso de ellos.
-¿Como amaneciste mi amor? -pregunta deteniéndose frente a ella.
-Como siempre, ya estoy cansada de éstos infelices que tienen que estar detrás de mi -dice con el ceño fruncido.
-¿Quieres que hagamos una travesura divertida? -pregunta mirándola fijamente.
-¡Si! Si Quiero -dice mordiendo su labio inferior con nerviosismo.
-Haremos lo siguiente: yo contaré hasta tres, saldremos corriendo y nos detendremos en la cafetería -dice entre susurros.
-Jajajaja nos meteremos en problemas, pero hagámozlo -dice riendo.
-Ok... 1, 2 y 3
Los chicos salen corriendo como locos, todos se quedan viendo la escena, unos ríen otros están sorprendidos. Los guardaespaldas les gritan que paren, mientras corren detrás de ellos con la mano en la pistola que cargan. Los chicos siguen corriendo y luego se detienen en la cafetería.
Ariana fue la primera en llegar después de los chicos, los guardaespaldas se acercan con el ceño fruncido y algo agitados.
-Muy graciosos, ¿verdad? -dice Ariana mirándolos fijamente. -¿Joven, usted no sabe que su seguridad está apostada a nuestras cabezas? El más mínimo rasguño nos sale caro. Así que dejense de juegos y maduren. -dice enojada.
-No pasa nada Ariana, relajese y tómese una coca cola -dice pasándole la botella con una enorme sonrisa.
Sophia ríe y Ariana la mira con el ceño fruncido.
-Sophia amor -grita Lucía que se viene acercando -Buenos días. ¿Por que éste ambiente se nota algo tenso? Jajajajajzz ¿De qué me perdí? -dice besando la mejilla de Sophia.
-Pues hicimos una pequeña travesura, salimos corriendo hasta llegar aquí -dice a carcajadas.
Los chicos ríen; los guardaespaldas están detrás de Sophia y todos los que por allí pasan sólo observan y murmuran.
Cómo si fuese nuevo el tema de la chica con los guardaespaldas encima de ella.
Por momento Sophia se siente más frustrada que los demás días. Ya es hora de que todos se acostumbren y sepan que tanta seguridad es porque es hija del presidente.
El timbre suena y todos se van a sus respectivas clases .
Toda la clase transcurre en perfecto estado.
Más tarde...
El presidente está en su oficina del palacio firmando unos papeles y su secretaria Ana León pide permiso para entrar y le entrega un paquete.
Em colombia el presidente es un rey que todo se lo ponen en bandeja de oro y plata. Debe justificar su puesto y trabajar en todo lo que sea necesario.
-Gracias señorita León, puede retirarse -dice extendiendo la mano hacia la puerta.
No la mira ni un segundo.-De nada señor Presidente -asienta con la cabeza y lo mira antes de salir, pero él la ignora.
Cuando Ana sale, la puerta se cierra lentamente ocultando los guardaespaldas del Presidente que están afuera.
El presidente abre el paquete y saca un papel blanco, arrugado que dice: Estamos Cerca y unas letras en amarillo RK
al final de la nota.Sus manos empiezan a temblar, afloja su corbata cuando siente que no puede respirar...
El presidente camina de un lado a otro en la oficina. Pensando en que hacer. Se acerca a la computadora y desactiva las cámaras de su oficina, lo que menos quiere es que vayan a averiguar que lo tiene tan nervioso. Eso debe resolverlo con discreción para no dar detalles, ya que lo perjudica.saca su teléfono con las manos temblorosas y lo piensa varias veces antes de llamar a la jefa de los guardaespaldas de su hija; Ariana Torrico.—Ordene señor presidente —dice mirando a todos lados.—Le llamo para decirle que vigile bien a mi hija, ni un momento a solas —hace una pausa —oigame bien Torrico, lo más mínimo que le pase a Sophia, me lo pagan usted y los demás —dice con todo amenazante antes de colgar la llamada.Ariana se queda un poco dudosa mientras mira el celular. ¿Qué habrá pasado para que se ponga así? Sabe que es pesado y mandón, pero es extraño que llame, cuando nunca lo hace para preocupars
Roko llega a Colombia y lo primero que hace es visitar unos de sus lugares favoritos; El prostíbulo Sex and Money. Tiene claro que es em favorito del lugar. Que si manda a sacar a los demás clientes, se le obedece. Si se quiere acostar con todas las prostitutas se lenpermite sin rechistar.—Yabo, aquí estoy —dice abriendo sus brazos mientras se acerca al dueño del lugar. —¿Qué me guardaste, aparte de de zorras? —pregunta Roko.—Yo entero Roko, yo entero —dice abrazándolo. Roko pasa y observa el lugar de arriba abajo, de izquierda a derecha.Está mejor y muy diferente a la última vez que allí estuvo hace dos años.—Cuanto ha crecido tu negocio Yabo —dice mirando el lugar.—Si, ha crecido mucho, hay muchas más chicas —dice con una sonrisa.—Me alegro mucho, mi negocio también ha crecido, ahora tengo a mi hijo Jared trabajando conmigo —dice Roko.—Que bien. Siempre tan innovador. Vengan, vayamos a
Sophia sube a su habitación, cierra la puerta con todas sus fuerzas, obviamente los seguridad no le hicieron caso y están fuera de su habitación haciendo guardia.Se tira a la cama y deja escapar un grito ahogado. Golpea la cama con rabia varias veces.Toma su celular y llama a su amiga.Llamada:-Hola Lucía -dice desanimada.-Hola Sophia, mi amor. ¿Qué te cuentas?-Pues nada nuevo, sólo que hoy estoy más harta de mi vida, que los demás días. Quisiera escapar de aquí.-Espera Sophi, ¿Por qué dices eso? -pregunta sorprendida.-Pues cada día me quieren tener más encerrada, al parecer no se conforman con tenerme un batallón encima, no soy la Reina de Inglaterra.-Sophi sabes muy bien que es por tu seguridad -dice Lucía mientras hace las tareas.Llaman a la puerta con dos toques suaves.
Llegan a la universidad y los guardaespaldas rodean el vehículo para que Sophia salga. Sophia suspira dentro del vehículo, sale y cierra la puerta con furia rompiendo el cristal de la puerta.Todos la miran y se sorprenden por di actitud tan arrebatadora.-¿Qué...¿Algún problema? -pregunta Sophia con el ceño fruncido.Ella va en medio de todos sus guardaespaldas mientras se encamina hacia su aula. Una vez en el aula todos se quedan como si llegó el mismo diablo desnudo, voltea los ojos y entra.-¡Buenos días!. No, no pasa nada, sólo que hoy es el día de la seguridad acá en Bogotá y pues me tocó el doble de guardaespaldas en el día de hoy -dice con ironía y sarcasmo.-Adelante señorita Sophia, y sus acompañantes si gustan que esperen afuera.Ariana asienta con la cabeza y le pide a los demás que salgan.-Sophia, ¿es verdad que hoy es el día de la seguridad? -pregu
Los chicos del barrio Turbay, integrantes de una banda de contrabando se están preparando para una misión asignada por Roko y su hijo. Ellos controlan todos los bandos de los barrios.Son las 2 de la tarde y el sol está radiante, no pareciera que fuese a llover por mucho tiempo, pero es mejor confiar en un hombre mujeriego que en el clima. Las calles están normales como un día común y corriente.Sophia ya va a salir de su última clase de Francés.—Lucía, ¿que tal si te vas a mi casa y así me ayudas a convencer a mi padre? —dice Sophia entre súplicas.—Perfecto, llamaré a casa y avisaré a mi madre —dice recogiendo sus cosas.Lucía recibe el permiso. Llega el momento de ir a casa y los guardaespaldas se preparan para marcharse; en el camino ellas ríen, hacen chistes malos y molestan a Moisés uno de los guardaespaldas, quien solo las mira y no dice nada.De repente el auto es
Ariana llega a la estación de policías junto con Lucía; que está más nerviosa que una niña de 5 año en medio de 5,000 personas. Su cara está roja de tanto llorar.Cuando entran a la estación todo está vacío, no hay absolutamente nadie; excepto un policía de unos 86 años que mastica el agua para luego tragársela, mientras se dirige hacia los chicas.—Señor, ¿Dónde están los demás? —Pregunta Ariana muy apresurada.—Se-gún es-cu-ché es-tán bus-can. —dice despacio por sílabas.Las chicas salen, suben al vehículo que manejaba Nacho y no lo dejan terminar de hablar.[...]Los secuestradores llegan al lugar en donde mantendrán a Sophia.Sebastián uno de los secuestradores baja a Sophía por el cabello y gritándole.—Entra estúpida —dice muy irritado.—¡Me estás lastimando! para; por favor —dice entre llantos.La entra
José lo mira por encima de los hombros y le sonríe a Cristina que está anonadada.-Si joven, interrumpe —dice José dándose la vuelta.—No, no es cierto —dice Cristina negando con la cabeza y acercándose a él.—Dígale a su noviesita; que no escape —dice apuntando con su dedo índice.-¡Amor! Es que necesito ir a casa de los Jackson —añade Cristina con súplicas.—¡¿Qué, Estás loca?! Es muy peligroso y aunque las calles estén llenas de agentes; no podemos confiar, mejor llama a su casa —dice sacando su celular.-Ya lo hice —se da por vencida.[...]El señor presidente llega a casa, sube deprisa a su habitación y busca las cartas que había recibido.Las encuentra, la lee nuevamente y pronuncia en susurros "RK".—Roko —confirma muy enojado.—¿Qué pasa seño
Sophia aún no ha comido nada, ya está debilitada por los golpes y la falta de líquido. Sigue en el mismo estado de como la dejaron hace 4 horas. La puerta se abre y se pone en alerta.—Es hora de cenar, zorra —dicen Sebastián y Robert entrando a la habitación.—No tengo hambre —responde Sophia, que está en el piso con la bolsa en su cabeza y un vestido de flores que ellos le dieron luego de arrancarle la ropa.Ellos le tiran la comida en el piso y ahí la dejan sin ningún remordimiento.—¡Cerdos! —grita Sophia.Robert deja que Sebastián salga y se acerca a Sophia. Acaricia su cabeza por encima de la bolsa que trae puesta para que no vea nada. Aunque ya ella los vió.—No me toques —dice llorando.Robert acaricia sus piernas y sujeta más sus manos para que no pueda moverlas. Baja sus pantalones y se arrodilla delante de Sophia levantando su vestido.