Roko llega a Colombia y lo primero que hace es visitar unos de sus lugares favoritos; El prostíbulo Sex and Money. Tiene claro que es em favorito del lugar. Que si manda a sacar a los demás clientes, se le obedece. Si se quiere acostar con todas las prostitutas se lenpermite sin rechistar.
—Yabo, aquí estoy —dice abriendo sus brazos mientras se acerca al dueño del lugar. —¿Qué me guardaste, aparte de de zorras? —pregunta Roko.
—Yo entero Roko, yo entero —dice abrazándolo.
Roko pasa y observa el lugar de arriba abajo, de izquierda a derecha.
Está mejor y muy diferente a la última vez que allí estuvo hace dos años.—Cuanto ha crecido tu negocio Yabo —dice mirando el lugar.
—Si, ha crecido mucho, hay muchas más chicas —dice con una sonrisa.
—Me alegro mucho, mi negocio también ha crecido, ahora tengo a mi hijo Jared trabajando conmigo —dice Roko.
—Que bien. Siempre tan innovador. Vengan, vayamos a la zona del bar VIP—dice mirando a cada uno de los 12 hombres con los que anda Roko.
Roko parece ser Jesús, siempre anda rodeado de hombres, a quienes le suelen decir los Discípulos, por ser 12 en su totalidad.
Pasan a la zona del bar y allí están las chicas esperando muy ansiosas. Los demás clientes solo los ven pasar con recelo, porque saben que las chicas serán para ese tal Roko y sus discípulos.
Algunos clientes lo miran con desprecio por acaparar toda la atención de las chicas, otros con admiración..
—Diabla, pero tu si estás hermosa —dice mirándola de arriba a bajo. Se acerca a ella y se le come la boca por unos segundos
—¡Ay gracias papi! —dice mientras acariciaba su pecho.
Roko quita las manos de la Diabla y se queda mirando a Linda muy concentrado. Se dirige a ella y apartar un mechón de su cabello y la mira.
-Eres hermosa —dice entre susurros —¿Cómo te llamas? —pregunta sonriendo.
-Linda —dice mirando la Diabla que está ardiendo de rabia —Gracias señor —dice Linda asintiendo con la cabeza.
—¡Que empiece la fiesta! —dice Yabo destapando una champán.
Todos se van a celebrar, las mujeres a bailar y elegir cual será su pelotero para el juego de béisbol.
[...]
El presidente está en su habitación quitándose la chaqueta y su esposa Roccio se acerca ayudarlo. Él anda algo olvidado de su hija, en cambio ella no. Pero eso no quita que él tenga que protegerla más de lo que ya está.
—Amor, ¿Qué tienes? estás algo distraído.
—Pensando en la reunión que tengo mañana con los demás presidente de otros países.
—Bueno amor, tienes que relajarte. Bajemos a cenar, Sophia espera por nosotros.
Los señores bajan a cenar y se sientan a la mesa.
—¿Cómo estás preciosa? —pregunta su padre llevando el tenedor a su boca.
—Como siempre padre —dice jugando con la cuchara —Oye padre, mañana Cristina y yo iremos a la nueva tienda.
—No mi amor, no puedes ir —dice sin quitar la mirada del plato.
—¿Perdón, qué? —dice con el ceño fruncido —Padre, no te pedí permiso, sólo te avisé.
—Me avisaste, pero tu aviso no es captado, así que tu no irás a ningún lado.
—Mi amor, deja que Sophia salga un momento, además no estará sola —dice la señora para calmar la tempestad.
-No irá. No, no y no. —grita dando un golpe en la mesa que los espanta a todos.
—Padre, tengo 18 malditos años, porto una jodía identidad ¿y tú me estás diciendo a mi; que no voy a ir a ningún lado? —levanta la voz.
—Sophia sientate y calmate.
—No, no me voy a calmar, si tu crees que soy una de esas personas que tienes trabajando allí contigo, estás equivocado. No tengo que hacer lo que tu quieras. ¡Soy mayor! —dice con las manos levantadas y alejándose la mesa.
—Sophia regresa a la mesa —dice el padre en un tono muy elevado.
—No volveré y punto, y cuidado si uno de ustedes me sigue, maricas —le dice a sus guardaespaldas con su dedo acosador.
—Amor déjala, ya se le pasará.
El papá da un golpe en la mesa, pero Sophia no se inmuta.
—¿Por qué la defiendes? —pregunta enojado levantándose de la mesa y dejándola con la palabra en la boca.
Sophia sube a su habitación, cierra la puerta con todas sus fuerzas, obviamente los seguridad no le hicieron caso y están fuera de su habitación haciendo guardia.Se tira a la cama y deja escapar un grito ahogado. Golpea la cama con rabia varias veces.Toma su celular y llama a su amiga.Llamada:-Hola Lucía -dice desanimada.-Hola Sophia, mi amor. ¿Qué te cuentas?-Pues nada nuevo, sólo que hoy estoy más harta de mi vida, que los demás días. Quisiera escapar de aquí.-Espera Sophi, ¿Por qué dices eso? -pregunta sorprendida.-Pues cada día me quieren tener más encerrada, al parecer no se conforman con tenerme un batallón encima, no soy la Reina de Inglaterra.-Sophi sabes muy bien que es por tu seguridad -dice Lucía mientras hace las tareas.Llaman a la puerta con dos toques suaves.
Llegan a la universidad y los guardaespaldas rodean el vehículo para que Sophia salga. Sophia suspira dentro del vehículo, sale y cierra la puerta con furia rompiendo el cristal de la puerta.Todos la miran y se sorprenden por di actitud tan arrebatadora.-¿Qué...¿Algún problema? -pregunta Sophia con el ceño fruncido.Ella va en medio de todos sus guardaespaldas mientras se encamina hacia su aula. Una vez en el aula todos se quedan como si llegó el mismo diablo desnudo, voltea los ojos y entra.-¡Buenos días!. No, no pasa nada, sólo que hoy es el día de la seguridad acá en Bogotá y pues me tocó el doble de guardaespaldas en el día de hoy -dice con ironía y sarcasmo.-Adelante señorita Sophia, y sus acompañantes si gustan que esperen afuera.Ariana asienta con la cabeza y le pide a los demás que salgan.-Sophia, ¿es verdad que hoy es el día de la seguridad? -pregu
Los chicos del barrio Turbay, integrantes de una banda de contrabando se están preparando para una misión asignada por Roko y su hijo. Ellos controlan todos los bandos de los barrios.Son las 2 de la tarde y el sol está radiante, no pareciera que fuese a llover por mucho tiempo, pero es mejor confiar en un hombre mujeriego que en el clima. Las calles están normales como un día común y corriente.Sophia ya va a salir de su última clase de Francés.—Lucía, ¿que tal si te vas a mi casa y así me ayudas a convencer a mi padre? —dice Sophia entre súplicas.—Perfecto, llamaré a casa y avisaré a mi madre —dice recogiendo sus cosas.Lucía recibe el permiso. Llega el momento de ir a casa y los guardaespaldas se preparan para marcharse; en el camino ellas ríen, hacen chistes malos y molestan a Moisés uno de los guardaespaldas, quien solo las mira y no dice nada.De repente el auto es
Ariana llega a la estación de policías junto con Lucía; que está más nerviosa que una niña de 5 año en medio de 5,000 personas. Su cara está roja de tanto llorar.Cuando entran a la estación todo está vacío, no hay absolutamente nadie; excepto un policía de unos 86 años que mastica el agua para luego tragársela, mientras se dirige hacia los chicas.—Señor, ¿Dónde están los demás? —Pregunta Ariana muy apresurada.—Se-gún es-cu-ché es-tán bus-can. —dice despacio por sílabas.Las chicas salen, suben al vehículo que manejaba Nacho y no lo dejan terminar de hablar.[...]Los secuestradores llegan al lugar en donde mantendrán a Sophia.Sebastián uno de los secuestradores baja a Sophía por el cabello y gritándole.—Entra estúpida —dice muy irritado.—¡Me estás lastimando! para; por favor —dice entre llantos.La entra
José lo mira por encima de los hombros y le sonríe a Cristina que está anonadada.-Si joven, interrumpe —dice José dándose la vuelta.—No, no es cierto —dice Cristina negando con la cabeza y acercándose a él.—Dígale a su noviesita; que no escape —dice apuntando con su dedo índice.-¡Amor! Es que necesito ir a casa de los Jackson —añade Cristina con súplicas.—¡¿Qué, Estás loca?! Es muy peligroso y aunque las calles estén llenas de agentes; no podemos confiar, mejor llama a su casa —dice sacando su celular.-Ya lo hice —se da por vencida.[...]El señor presidente llega a casa, sube deprisa a su habitación y busca las cartas que había recibido.Las encuentra, la lee nuevamente y pronuncia en susurros "RK".—Roko —confirma muy enojado.—¿Qué pasa seño
Sophia aún no ha comido nada, ya está debilitada por los golpes y la falta de líquido. Sigue en el mismo estado de como la dejaron hace 4 horas. La puerta se abre y se pone en alerta.—Es hora de cenar, zorra —dicen Sebastián y Robert entrando a la habitación.—No tengo hambre —responde Sophia, que está en el piso con la bolsa en su cabeza y un vestido de flores que ellos le dieron luego de arrancarle la ropa.Ellos le tiran la comida en el piso y ahí la dejan sin ningún remordimiento.—¡Cerdos! —grita Sophia.Robert deja que Sebastián salga y se acerca a Sophia. Acaricia su cabeza por encima de la bolsa que trae puesta para que no vea nada. Aunque ya ella los vió.—No me toques —dice llorando.Robert acaricia sus piernas y sujeta más sus manos para que no pueda moverlas. Baja sus pantalones y se arrodilla delante de Sophia levantando su vestido.
-Mi amor, mi vida, mi cielo tu sabes que te amo y que no te seré infiel jamás -dice Jared a su novia.Camina de un lado a otro mientras habla con su novia que aún no está de acuerdo a que se vaya a colombia por unos meses.-También te amo. Eres lo mejor que me ha pasado -dice Shania.—Lo sé mi reina —dice colgando la llamada.Jared sale con una maleta directo al aeropuerto, viajará a Colombia por cuestiones de "trabajo"Su padre lo ha metido en el negocio poco a poco y quiero que esté en lleno por si algún día falta.Al día siguiente-Hijo bienvenido, espero que estés preparado para trabajar. Hoy mismo entras -dice Roko abrazándolo. -¿Y cual es mi trabajo padre? -Pregunta Jared cruzándose de brazos.-Cuidarás a la hija del Presidente - Dice con una sonrisa de oreja a oreja.-¿What? ¿Acaso s
Después de hacer algunos arreglos, conocer a cada uno de los hombres, poner sus propias reglas ya está listo para conocer a la prisionera.-Ahora llévame donde la millonaria -Ordena Jared impaciente.Sophia está en el piso luego de ser violada nuevamente por Robert, llorando y pasando sus manos por su cuerpo. Se siente sucia. Le duele todo el cuerpo, necesita agua, comida y a sus padres.Sebastián deja a Jared en la puerta de la habitación en donde se encuentra Sophia. Entra a la habitación y la encuentra tirada llorando.-Oye millonaria deja los gritos.-dice recostándose en un sofá y observándola.Lo que menos quiere hacer es lidiar con una llorona que aún no asimila que su momento de desgracia a llegado.[...]Llamada -Hola amor mío -dice Boris terez con voz seductora.-Hola Cielo -dice el señor Jackson.