El presidente camina de un lado a otro en la oficina. Pensando en que hacer. Se acerca a la computadora y desactiva las cámaras de su oficina, lo que menos quiere es que vayan a averiguar que lo tiene tan nervioso. Eso debe resolverlo con discreción para no dar detalles, ya que lo perjudica.
saca su teléfono con las manos temblorosas y lo piensa varias veces antes de llamar a la jefa de los guardaespaldas de su hija; Ariana Torrico.
—Ordene señor presidente —dice mirando a todos lados.
—Le llamo para decirle que vigile bien a mi hija, ni un momento a solas —hace una pausa —oigame bien Torrico, lo más mínimo que le pase a Sophia, me lo pagan usted y los demás —dice con todo amenazante antes de colgar la llamada.
Ariana se queda un poco dudosa mientras mira el celular. ¿Qué habrá pasado para que se ponga así? Sabe que es pesado y mandón, pero es extraño que llame, cuando nunca lo hace para preocuparse de su hija.
—El señor presidente ha llamado, dice que no nos apartemos de la chica ni por un segundo -le susurra disimuladamente a los guardaespaldas.
Ariana se queda pensando en lo que le dijo el presidente.
Más tarde.
Sophia está en el jardín trasero con su amiga Cristina, ambas hablan, ríen, y se empujan; mientras los demás sólo observan.
—Yo estoy harta de estos guardaespaldas —le susurra Sophia a Cristina.
—Ni que lo digas, Por lo menos yo sólo tengo uno, es joven y está buenisimo -dice mordiendo su labio inferior.
—Jajajajaj ¿y ya te lo haz tirado? —pregunta Sophia mirando el guardaespaldas de Cristina.
—No me falta mucho —dice muy seria y luego estalla a carcajadas.
—¿Y Diego, tu novio? —pregunta Sophia.
—Diego está bien. Jajajajajzz ¿qué tal si mañana vamos de compra a la nueva tienda? y así despejamos la mente mientras compramos algo de ropa —propone Cristina.
—Sería perfecto, pero recuerda que no iremos solas, nuestros rabos irán —dice señalando a los guardaespaldas.
—Eso lo sé, y no tenemos nada que hacer para que nos dejen ir sola —dice apenada.
—Exacto, pero descuida, mañana la pasaremos bien, ahora; vamos a empezar con la clase de matemáticas.
Sex and money
En sex and money las prostitutas se preparan para recibir a un buen y exclusivo cliente. Tiene 6 años visitando el lugar y es uno de los preferidos.
Éste irá al prostíbulo después de 2 años sin visitar el lugar.
El dueño del lugar está de un lado a otro dando órdenes y apurando a sus e.pleadas que trata como mulas.
—Vamos perras, deben estar preparadas para las 7, Roko y sus discípulos vendrán ésta noche y tienen que estar espectacular —habla Yabo, el dueño del prostíbulo.
—Ojalá y Roko no se haya olvidado de mi, siempre he sido su favorita —dice la diabla enrollando un mechón de su cabello.
—Las prostitutas nunca somos recordadas, así que debes bajarte de esa nube, Diabla —dice Linda con ironía.
—Dejen la maldita conversación para después y ponganse hacer lo que les toca —las interrumpe Yabo.
Yabo sale del camerino algo enojado y las chicas se quedan hablando sobre sus visitas millonarias. Intentan arreglarse lo mejor que pueden para montar desapercibidas.
Mientras que en Canadá...
Roko está alistando sus cosas para viajar a Colombia por asuntos de "Trabajo" y decide llamar a su mano derecha, Kodigo. Quien es capaz de dar los dos riñones por su amigo.
Llamada
—Kodigo, ¿está el avión listo? —pregunta mientras fuma su cigarro.
—Listo y maquillado -dice Kodigo con certeza.
—Perfecto, en 10 minutos estoy allá —dice colgando.
Fin de llamada.
Recoge sus cosas y sonríe cuando ve una foto que le trajo uno de sus hombres. La mete en sus bolsillos y se persiga antes de salir.
Roko llega a Colombia y lo primero que hace es visitar unos de sus lugares favoritos; El prostíbulo Sex and Money. Tiene claro que es em favorito del lugar. Que si manda a sacar a los demás clientes, se le obedece. Si se quiere acostar con todas las prostitutas se lenpermite sin rechistar.—Yabo, aquí estoy —dice abriendo sus brazos mientras se acerca al dueño del lugar. —¿Qué me guardaste, aparte de de zorras? —pregunta Roko.—Yo entero Roko, yo entero —dice abrazándolo. Roko pasa y observa el lugar de arriba abajo, de izquierda a derecha.Está mejor y muy diferente a la última vez que allí estuvo hace dos años.—Cuanto ha crecido tu negocio Yabo —dice mirando el lugar.—Si, ha crecido mucho, hay muchas más chicas —dice con una sonrisa.—Me alegro mucho, mi negocio también ha crecido, ahora tengo a mi hijo Jared trabajando conmigo —dice Roko.—Que bien. Siempre tan innovador. Vengan, vayamos a
Sophia sube a su habitación, cierra la puerta con todas sus fuerzas, obviamente los seguridad no le hicieron caso y están fuera de su habitación haciendo guardia.Se tira a la cama y deja escapar un grito ahogado. Golpea la cama con rabia varias veces.Toma su celular y llama a su amiga.Llamada:-Hola Lucía -dice desanimada.-Hola Sophia, mi amor. ¿Qué te cuentas?-Pues nada nuevo, sólo que hoy estoy más harta de mi vida, que los demás días. Quisiera escapar de aquí.-Espera Sophi, ¿Por qué dices eso? -pregunta sorprendida.-Pues cada día me quieren tener más encerrada, al parecer no se conforman con tenerme un batallón encima, no soy la Reina de Inglaterra.-Sophi sabes muy bien que es por tu seguridad -dice Lucía mientras hace las tareas.Llaman a la puerta con dos toques suaves.
Llegan a la universidad y los guardaespaldas rodean el vehículo para que Sophia salga. Sophia suspira dentro del vehículo, sale y cierra la puerta con furia rompiendo el cristal de la puerta.Todos la miran y se sorprenden por di actitud tan arrebatadora.-¿Qué...¿Algún problema? -pregunta Sophia con el ceño fruncido.Ella va en medio de todos sus guardaespaldas mientras se encamina hacia su aula. Una vez en el aula todos se quedan como si llegó el mismo diablo desnudo, voltea los ojos y entra.-¡Buenos días!. No, no pasa nada, sólo que hoy es el día de la seguridad acá en Bogotá y pues me tocó el doble de guardaespaldas en el día de hoy -dice con ironía y sarcasmo.-Adelante señorita Sophia, y sus acompañantes si gustan que esperen afuera.Ariana asienta con la cabeza y le pide a los demás que salgan.-Sophia, ¿es verdad que hoy es el día de la seguridad? -pregu
Los chicos del barrio Turbay, integrantes de una banda de contrabando se están preparando para una misión asignada por Roko y su hijo. Ellos controlan todos los bandos de los barrios.Son las 2 de la tarde y el sol está radiante, no pareciera que fuese a llover por mucho tiempo, pero es mejor confiar en un hombre mujeriego que en el clima. Las calles están normales como un día común y corriente.Sophia ya va a salir de su última clase de Francés.—Lucía, ¿que tal si te vas a mi casa y así me ayudas a convencer a mi padre? —dice Sophia entre súplicas.—Perfecto, llamaré a casa y avisaré a mi madre —dice recogiendo sus cosas.Lucía recibe el permiso. Llega el momento de ir a casa y los guardaespaldas se preparan para marcharse; en el camino ellas ríen, hacen chistes malos y molestan a Moisés uno de los guardaespaldas, quien solo las mira y no dice nada.De repente el auto es
Ariana llega a la estación de policías junto con Lucía; que está más nerviosa que una niña de 5 año en medio de 5,000 personas. Su cara está roja de tanto llorar.Cuando entran a la estación todo está vacío, no hay absolutamente nadie; excepto un policía de unos 86 años que mastica el agua para luego tragársela, mientras se dirige hacia los chicas.—Señor, ¿Dónde están los demás? —Pregunta Ariana muy apresurada.—Se-gún es-cu-ché es-tán bus-can. —dice despacio por sílabas.Las chicas salen, suben al vehículo que manejaba Nacho y no lo dejan terminar de hablar.[...]Los secuestradores llegan al lugar en donde mantendrán a Sophia.Sebastián uno de los secuestradores baja a Sophía por el cabello y gritándole.—Entra estúpida —dice muy irritado.—¡Me estás lastimando! para; por favor —dice entre llantos.La entra
José lo mira por encima de los hombros y le sonríe a Cristina que está anonadada.-Si joven, interrumpe —dice José dándose la vuelta.—No, no es cierto —dice Cristina negando con la cabeza y acercándose a él.—Dígale a su noviesita; que no escape —dice apuntando con su dedo índice.-¡Amor! Es que necesito ir a casa de los Jackson —añade Cristina con súplicas.—¡¿Qué, Estás loca?! Es muy peligroso y aunque las calles estén llenas de agentes; no podemos confiar, mejor llama a su casa —dice sacando su celular.-Ya lo hice —se da por vencida.[...]El señor presidente llega a casa, sube deprisa a su habitación y busca las cartas que había recibido.Las encuentra, la lee nuevamente y pronuncia en susurros "RK".—Roko —confirma muy enojado.—¿Qué pasa seño
Sophia aún no ha comido nada, ya está debilitada por los golpes y la falta de líquido. Sigue en el mismo estado de como la dejaron hace 4 horas. La puerta se abre y se pone en alerta.—Es hora de cenar, zorra —dicen Sebastián y Robert entrando a la habitación.—No tengo hambre —responde Sophia, que está en el piso con la bolsa en su cabeza y un vestido de flores que ellos le dieron luego de arrancarle la ropa.Ellos le tiran la comida en el piso y ahí la dejan sin ningún remordimiento.—¡Cerdos! —grita Sophia.Robert deja que Sebastián salga y se acerca a Sophia. Acaricia su cabeza por encima de la bolsa que trae puesta para que no vea nada. Aunque ya ella los vió.—No me toques —dice llorando.Robert acaricia sus piernas y sujeta más sus manos para que no pueda moverlas. Baja sus pantalones y se arrodilla delante de Sophia levantando su vestido.
-Mi amor, mi vida, mi cielo tu sabes que te amo y que no te seré infiel jamás -dice Jared a su novia.Camina de un lado a otro mientras habla con su novia que aún no está de acuerdo a que se vaya a colombia por unos meses.-También te amo. Eres lo mejor que me ha pasado -dice Shania.—Lo sé mi reina —dice colgando la llamada.Jared sale con una maleta directo al aeropuerto, viajará a Colombia por cuestiones de "trabajo"Su padre lo ha metido en el negocio poco a poco y quiero que esté en lleno por si algún día falta.Al día siguiente-Hijo bienvenido, espero que estés preparado para trabajar. Hoy mismo entras -dice Roko abrazándolo. -¿Y cual es mi trabajo padre? -Pregunta Jared cruzándose de brazos.-Cuidarás a la hija del Presidente - Dice con una sonrisa de oreja a oreja.-¿What? ¿Acaso s