Capítulo 2
Mientras camino por los pasillos de mi escuela secundaria entre clase y clase, mis compañeros guerreros me llaman. Los saludo con la mano y asiento en respuesta. Jason, mi mejor amigo, corre para alcanzarme. "Hola, Pequeña Malota, ¿qué harás después de clase?".

"Jason, no me llames así. Odio ese apodo".

"Bueno, te tengo malas noticias: todo el equipo te está llamando Pequeña Malota después de la payasada que hiciste ayer, así que mejor que te acostumbres".

Me paro en seco y miro a Jason. Le digo: "¡Dime que es mentira!". Por la expresión de su cara, veo que no está bromeando. ¡Maldita sea!

"De todos modos", continúa él, "¿después de clase?".

"Ah, cierto. Lo de siempre, estaré con mi papá".

"¿Y por 'estar con tu papá' te refieres a entrenar? Ese es tu secreto, ¿verdad? Entrenar con el mayor malote que ha conocido esta manada".

Me detengo y miro a mi viejo amigo. Por el rabillo del ojo, veo al Alfa Rik con su séquito de mujeres. "Veo que el harén sigue creciendo", digo mientras muevo la barbilla en dirección al Alfa Rik, ignorando la pregunta de Jason sobre entrenar con mi padre.

En realidad, tiene razón. Entreno con mi padre. Todos los días. Conozco mi camino, pues me lo han marcado desde el día en que nací. Mi trabajo es ser la guerrera más fuerte, rápida y poderosa de la manada, mejor incluso que mi madre y mi padre. Mi legado es proteger algún día al Alfa, como lo hizo mi padre.

Mi único problema con eso es que nuestro futuro Alfa ni siquiera sabe quién soy. ¿Qué clase de Alfa no conoce a la hija del hombre y la mujer que son la única razón por la que él y su familia están vivos? Los sacrificios de mis padres son la razón por la que él es capaz de ser el hombre mujeriego que elige ser. Y por suerte para mí, un día voy a proteger a ese pedazo de.... Alfa.

No me malinterpretes, entiendo el deseo del Alfa de presumir lo grande que es. Es lo que hacen los alfas. Y si te soy sincera, el Alfa Rik lo tiene todo. Pelo negro como la medianoche que llega casi hasta los hombros. Su barba completa y su bigote recortado en una larga barba incipiente. Y esos ojos, de un sorprendente color azul, como un glaciar, que destacan sobre su piel bronceada. Sus brazos y hombros anchos y musculosos se asientan bien sobre su estatura de 6 pies con 4 pulgadas que se desliza en una V afilada en su cintura, deslizándose hacia unas estrechas caderas, completadas por unas piernas fuertes y musculosas que los pantalones jeans no pueden ocultar.

Todas las mujeres mayores de edad de nuestra manada y de cualquier otra manada cercana esperan tener la oportunidad de ser nuestra futura Luna. Y si no la futura Luna, al menos tener la posibilidad de convertirse en la novia del guapísimo Alfa y tal vez ser tomada como pareja elegida, y pues, de ahí el harén.

Observo cómo se encuentra entre sus miembros, mostrando nada más que arrogancia y fuerza. Incluso su nombre significa valentía. Fuerte y valiente. Es algo con nuestra familia Alfa. Todos los hombres tienen nombres basados en orígenes que implican coraje o valentía. Y, hasta ahora, ha sido verdad. Nuestra manada es fuerte, una de las más grandes y definitivamente la más fuerte del país. Nuestro Alfa es fuerte y poderoso, que predica con el ejemplo. Pero también es amable y justo, exactamente lo que quieres en el líder de tu manada.

Nuestro futuro Alfa, sin embargo, bueno, digamos que aún está por demostrarse. Definitivamente es fuerte. Lo he visto entrenar y es una bestia. Los genes Alfa te hacen eso. A diferencia de mí, tengo que ser más inteligente y trabajar más duro que cualquier Alfa si voy a ser su protector. No solo eso, sino que soy una mujer relativamente pequeña en mi ligero marco de 5 pies con 4 pulgadas. Pero eso significa que mis oponentes tienden a subestimarme. Mis compañeros guerreros han aprendido que no soy un blanco fácil. Los he derrotado a todos alguna vez. Me he ganado su respeto, junto con el del Alfa Anders. Él se encarga de nuestro entrenamiento por la mañana, antes de la escuela, que es cuando yo asisto. Por las tardes, cuando los otros guerreros entrenan con el Alfa Rik, yo entreno con mi padre.

Yo, sin embargo, me niego a ser una de la multitud de admiradores de Rik. Tal vez sea mi propia arrogancia, pero lo más probable es que algún día sea su guardiana. No tengo ningún deseo de ser solo otra marca en el poste de su cama. Y en serio, debería tener un poco de respeto, si no por él mismo, al menos por su futura pareja. Todos tenemos una pareja ahí fuera. Yo no tengo ninguna intención de ofender a mi futura pareja por estar en una larga lista de relaciones cortas o, peor aún, una relación seria a largo plazo con otra persona. Estoy eligiendo a mi pareja predestinada antes incluso de conocerlo.

‘Menos mal que estamos de acuerdo’, dice mi loba Artemis, ‘no te perdonaría que ofendieras a nuestra pareja. Ya no puedo esperar más a que cumplamos 18 para encontrarlo’. Mi loba está mucho más emocionada que yo por encontrar a nuestra pareja.

Una vez que cumpla 18 y me convierta en guardiana, tendré que pasar una cantidad excesiva de tiempo en presencia de Rik. A menos, y esto es clave, que conozca a mi pareja y él sea de otra manada. Entonces, mi lealtad se traslada a ese otro Alfa. Es por esto que sé que el Alfa Anders realmente espera que mi pareja sea de nuestra manada. Mi padre y yo somos la mayor razón de que nuestra manada sea la más fuerte del país. Sin embargo, he estado coqueteando con el Alfa de la manada de la Cascada de Sombra, el Alfa Liam, durante casi un año. Es un poco mayor que yo, tiene 24 años. Aún no ha encontrado a su pareja predestinada y sabe que yo estoy esperando a la mía. Ha sido respetuoso con mi decisión, pero persistente en su atención.

Me doy cuenta de que me he desconectado y Jason sigue hablándome mientras yo miro fijamente al Alfa Rik. De repente, debió de sentir mis ojos clavados en él, porque me mira fijamente, con sus ojos azules como el hielo clavados en mi alma. Es como un zumbido de electricidad. ¿Qué... qué fue eso?

Siento a Artemis ronroneando en mi cabeza. ‘¿Artemis? ¿Qué demonios?’.

‘Honestamente no sé, ¿quizás es porque es un alfa?’.

‘¿En serio? ¡¿Tú también?!’.

‘Es instinto, no puedo evitarlo'.

La hago callar y arrastro mis ojos lejos de la atracción magnética con el Alfa Rik para poner mi atención en Jason. "Lo siento, ¿qué dijiste?".

"Cara, ¿me estás prestando atención? Dije que sí, que el harén sigue aumentando de tamaño a medida que el Alfa Rik se acerca a su cumpleaños número 18; ya sabes que todos esperan ser su pareja".

"Sí, pero sólo puede haber una", le digo, dando mi mejor impresión de Highlander. A Jason le encantan las películas Highlander de la vieja escuela.

"Muy buena", dice. Luego, me rodea el cuello con el brazo y me arrastra hasta mi siguiente clase, que también es la suya.

Nos cruzamos con un par de compañeros de manada que me llaman pequeña malota. Genial, Jason no bromeaba.

"Acéptalo, Cara. Si el apodo encaja...".

"Sí, bien, no es que tenga muchas opciones de todos modos".

"Ese es el espíritu. Así que, volviendo a mi pregunta original.

"La cual era...", pregunto, alargando el "era".

"¿En serio, Car? Te pregunté qué harás después de clases".

"Claro, lo siento. Bueno, es jueves. Ya sabes que Alfa Anders siempre viene a cenar con mi padre y conmigo los jueves. Así que, después del entrenamiento, haré la cena y luego las tareas".

Desde que tengo memoria, Alfa Anders viene a cenar con mi padre todos los jueves. Creo que es su manera de mostrar su agradecimiento por el sacrificio de mi padre. Honestamente, ha ayudado mucho a mi padre a mantenerse conectado con la manada. Después de que mi madre murió y papá perdió el uso de sus piernas, le preguntó al Alfa Anders si podíamos dejar la manada. Creo que quería intentar vivir entre humanos. En lugar de aceptar que nos fuéramos, el Alfa Anders construyó una casa en el límite del territorio de la manada. De ese modo, seguimos siendo miembros de la manada, pero papá no tiene que estar involucrado en todas las actividades de la manada, ver a los guerreros entrenando o a los lobos corriendo por los bosques que rodean las tierras de nuestra manada. Seguimos bajo la protección de la manada y ayudamos a vigilar nuestra parte del límite norte. Le da a mi padre un sentido de propósito dentro de la manada, o al menos eso creo.

"Olvidé que era jueves", responde Jason. "Bueno, ¿todavía quedamos para salir de fiesta mañana por la noche?".

"Sí, siempre listos para desahogarnos".

"¡Excelente!".

Suelto un suspiro mientras entramos a clase.
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