Capítulo 35 —Tan arroganteNarrador:La reunión terminó y, uno a uno, los presentes comenzaron a salir del salón. Saludos rápidos, algunas palmadas en la espalda, miradas curiosas hacia el recién llegado. Adrien respondió con educación, sin sobreactuar. Sabía que era observado, pero no parecía afectarle en absoluto.Margot y Desirée se quedaron en sus asientos, como si hubieran calculado perfectamente el momento exacto en que ya no quedaba nadie más. Cédric también permanecía de pie, con los brazos cruzados, observando cómo Adrien intercambiaba palabras con una médica del área de investigación.Cuando la puerta se cerró tras el último asistente, el silencio se hizo más íntimo.—Bueno —dijo Adrien, girando hacia ellos con una expresión distendida —voy a necesitar un café si pretendo sobrevivir al resto del día.Margot ni lo dudó.—En la cafetería de la Fundación tienen el mejor café de la ciudad. Y no lo digo por compromiso institucional.Adrien sonrió, girando apenas la cabeza hacia e
Capítulo 36 —Colgarte de un puenteNarrador: El celular vibró una vez sobre el escritorio... luego otra.... Y otra más.Desirée no lo miró de inmediato. Seguía revisando unos informes, marcando párrafos en silencio. Pero la vibración persistente no tardó en volverse molesta.Cuando al fin alzó la vista, la pantalla iluminada le mostró un nombre que ya no debería provocarle nada, pero aún lo hacía. Charlotte.Suspiró por la nariz, no atendió, no bloqueó. Solo dejó que el teléfono volviera al silencio.Diez minutos después, volvió a vibrar. Mensaje.#Bruja para Desirée“Llama cuando puedas. Tengo algo importante que decirte.”Desirée apretó la mandíbula y dejó el teléfono boca abajo. No tenía ganas de escuchar frases amables disfrazadas de manipulación. Ni halagos a Cédric. Ni invitaciones a reconciliarse como si todo lo anterior no hubiera existido.Estaba a punto de retomar su lectura cuando alguien golpeó la puerta con dos toques secos.—Adelante —dijo, sin moverse de su silla.Cédr
Capítulo 37 —Yo no soy tu esposa, ella síNarrador:Charlotte llevaba un vestido entallado en tono marfil, un recogido impecable y el tono justo de perfume que dejaba rastro sin invadir. Sonrió. Primero a Margot, luego a Desirée, y por último... se acercó a Cédric.Sin pedir permiso, sin necesidad de gestos dramáticos, le tomó el brazo como si ese lugar le perteneciera por derecho. Él no se apartó. Al contrario: se acomodó a su lado con naturalidad, la dejó aferrarse y le susurró algo breve al oído que provocó una carcajada elegante.Desirée sintió el impacto directo en el estómago. No fue celos. No exactamente. Fue rabia. De esa que se enrosca en el pecho como una cuerda tensa. La sonrisa de Charlotte. La postura de Cédric. Esa actuación tan perfecta que le dieron ganas de aplaudir... o de romper algo.—Queridas —saludó Charlotte, acercándose con Cédric aún tomado del brazo —Me alegra tanto tenerlas esta noche. Especialmente a ti, hija. Significa más de lo que imaginas.Desirée no r
Capítulo 38 —La pérgolaNarrador:Margot no recordaba cómo habían terminado ahí exactamente. Un comentario al oído, una sonrisa cómplice, una copa a medio terminar… y luego estaban caminando juntos por uno de los senderos laterales del jardín, alejándose del murmullo de los demás como si los pies supieran algo que la cabeza todavía no admitía.Adrien caminaba a su lado con las manos en los bolsillos, tranquilo, con ese andar de quien se sabe observado incluso cuando nadie lo está mirando. Margot no decía nada, pero su perfume flotaba entre ellos como una advertencia suave. La tela de su vestido neg*ro se ceñía a su cuerpo con cada paso, y él la observaba de reojo, sin pudor, pero sin urgencia.—Pensé que ibas a hacerte el interesante toda la noche —murmuró ella, finalmente.Adrien sonrió, sin mirarla de inmediato.—Y arruinar la posibilidad de estar contigo… sería un crimen, aunque trato de ser bastante discreto.—¿Así que este eres tú siendo discreto?—Este soy yo conteniéndome —resp
Capítulo 39 —Lástima por ella… y asco por míNarrador:Margot caminaba a paso firme entre los senderos del jardín, aún con el pulso agitado, la ropa apenas acomodada y el sabor de Adrien todavía en la boca. La adrenalina seguía corriéndole por las venas, pero su mente estaba centrada en Desirée. Había desaparecido. Y eso, viniendo de ella, no era un detalle menor.Dobló por el camino lateral que daba al estacionamiento, luego volvió al patio trasero, escaneando con la mirada cada rincón. Nada... ni un rastro.Fue entonces que se cruzó con Cédric. Estaba en la galería, solo, con una copa en la mano y el ceño fruncido. Al verla, se enderezó de inmediato.—¿Dónde está? —preguntó ella sin rodeos.—Salió. A toda prisa —respondió él, bajando la copa con un gesto tenso —Pensé que estabas cerca. Que la habías alcanzado.—No la vi. Salí detrás, pero...Margot no terminó la frase, porque en ese momento apareció Adrien por el costado del jardín, caminando con el cabello revuelto, el cuello de la
Capítulo 1 —Una despedida de soltero cualquieraNarrador:La música vibraba en el suelo y las luces danzaban como llamas entre la multitud. Ella entró al club nocturno junto a sus amigas, después de una larga semana en la oficina. No esperaba nada fuera de lo común. Solo quería beber algo fuerte, bailar un poco y olvidar que su vida estaba completamente programada.Tenía veinticuatro años, era abogada, decidida, con una belleza que llamaba la atención sin que lo buscara. Llevaba un vestido negro que marcaba sus curvas con la elegancia justa para destacar, pero no parecer desesperada por hacerlo.—Mira allá —murmuró una de sus amigas —Un grupo de hombres celebrando. Parece una despedida de soltero.—¿Cuál será el afortunado? —preguntó otra con una sonrisa maliciosa.Ella los observó. No se interesó en los que hacían ruido, en los que brindaban o se reían escandalosamente. Su mirada se detuvo en el hombre apartado del grupo, de pie junto a la barra. Llevaba la camisa blanca arremangada,
Capítulo 2 —Aquella nocheNarrador: El silencio en la habitación estaba roto apenas por el sonido de sus respiraciones entrecortadas. La sábana a medio cubrir, la piel húmeda, el cuerpo aún vibrando del orga*smo. Ella yacía boca arriba, con los ojos en el techo, mientras él, a su lado, seguía mirándola como si aún no pudiera creer lo que había pasado.—Aún no me has dicho tu nombre —murmuró él, con la voz grave y cargada de deseo contenido.Ella giró el rostro hacia él, con una sonrisa ladeada, aún sin aliento.—¿Y tú el tuyo?Él estiró la mano y le retiró un mechón de cabello de la frente.—Damas primero.—Lucía —dijo ella, sin pestañear.—Daniel—respondió él, después de un segundo de pausa, como si saboreara la idea de decirlo solo para ella.—Encantada, Daniel —susurró, con una sonrisa pícara —Aunque creo que ya nos conocemos bastante bien, asi que nada de apellidos.—Todavía no lo suficiente —murmuró él mientras se inclinaba sobre ella otra vez.La besó, lento al principio. Su le
Capítulo 3 —La invitaciónNarrador:El sonido de las llaves al caer sobre la mesita de entrada fue lo único que anunció su llegada. La joven cerró la puerta de su apartamento y se quitó los tacones como si le pesaran siglos. Aún tenía las mejillas encendidas y los labios sensibles. Se pasó los dedos por el cuello, allí donde él la había besado con fuerza, dejando marcas que no se borraban tan fácil.—¿Dónde demonios estabas? —preguntó su amiga Margot desde el sofá, con una taza de café en la mano y cara de curiosidad insatisfecha.Desirée soltó un suspiro mientras caminaba directo a la cocina.—No me lo vas a creer.—¿Te fuiste con uno de la despedida de soltero?Desirée se quedó en silencio, tomó una botella de agua y se la llevó a los labios. Cuando volvió a mirar a Margot, tenía una sonrisa maliciosa pintada en el rostro.—No solo me fui con él... me lo follé como si el mundo se fuera a acabar esta noche.Margot abrió los ojos como platos y se enderezó en el sofá.—¡No jodas! ¡¿Des