❝ Andamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos❞ — Julio Cortázar —(Desde la perspectiva de Sheis)— Acaso Aysun me estaba ignorando — me atreví a pensar pese a que no sabía si lo que cuestionaba hacía sentido al verla como con sus ojos cerrados permanecía de aquella manera tan despreocupada y allí de pie me quede sintiéndome ser entonces el mayor payaso de la corte ante su excelencia el excelentísimo rey al ver como aquella chica simplemente pasaba de mí.Todo parecía normal salvo por la actitud de Aysun por lo que a cada segundo que transcurría yo me sentía cada vez más tonto por esperar lo que aparentemente nunca iba a suceder.Me estaba preparando para lo peor eso incluye lidiar con el mal humor que últimamente ella suele cargar cuando me di cuenta de algo inusual, su respiración se había lentificado demasiado como si aquella hubiera caído en un estado de trance profundo.— ¡Aysun! — le llame de manera interrogante aunque con calma una primera vez sin perde
❝ La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano❞ — Victor Hugo — (Desde la perspectiva de Sheis) Y fue allí que empecé a asustarme, la piel de Aysun a pesar de la temperatura cálida que el manantial emanaba se sentía tan fría ajena a la vida como si entre mis manos parecía encontrarse un simple cuerpo, una carcasa dejada a la deriva carente de alma, carente de aliento. El miedo me hizo actuar de una modo extraño y en mi pecho se anido una sensación de pérdida y agonía que parecía controlarme, nunca había actuado de esa manera una por la cual e incluso parecía ser completamente otra persona, una completamente desconocida para mí. Yo nunca había sido dulce, nunca había sido atento y mucho menos nunca había fijado verdadero interés en ellas “las lobas” aun menos había insistido tanto para estar con alguna de las mismas pues por el contrario ellas eran quienes me perseguían a mí, mucho menos había sido alguna vez cariñoso con otras mujeres que no fueran parte estrecha de
❝ No sé si me explico: besarte es pactar con el enemigo y ganar todas las batallas a la vez❞ — Guerras — Tal vez estaba condenada, era en lo que más pensaba en mi pues aquello hacía mucho ruido en mi cabeza ya que quizás y digo quizás, estaba pagando el precio de algún error, de alguna culpa o de algún acto que por mis manos quizás fue alguna vez llevado a cabo, en algún momento como muestra ahora de un castigo merecido, pero sabiendo cómo soy y como había sido mi vida tampoco se me hacía justo que se me hiciera precursora de algo que no conocía y de lo cual probablemente tampoco sentía que tenía responsabilidad alguna. El silencio era tan molesto en estos momentos que ante la incendia de la nada parecía tan eterno que incluso consideraba que hasta el más simple susurro era algo gratificante. Y solo basto que se empezara a escuchara como unas pequeñas gotas caían sobre el mismo cuerpo de agua en el cual se contenían en la distancia, se podía escuchar como si la misma se encontrara r
❝ No se cómo caben en mis manos tantas ganas de tocarte❞ — Joaquín Sabina — Poemas y Ellas(Desde la perspectiva de Sheis)La inquietud que sus palabras descargaban en mi piel junto a las preguntas que afloraban en lo profundo de mi cabeza no tenían precedentes y eran nada comprensibles para mí en aquel instante salvo a aquella premisa particular — y se supone que yo soy el bipolar — pensé al querer intentar entenderla pues sus constantes cambios de humor no es una tarea fácil a realizar sino que se trataba de una tarea bastante demandante eh de mencionar.Ver aquella expresión en su rostro me hizo dudar con creces haciendo que por ello una alerta en mi cabeza se despertara y la necesidad inherente de alejarme de ella aparecía seguida de las palabras que anteriormente había increpado con insistencia el intrépido de Daner — "ella no es igual a las demás" — la cuales antes de parecer una sugerencia dejaba tras de sí el sabor amargo que trae consigo una bien marcada advertencia.Yo, quie
❝ De nuestros miedos nacen nuestros corajes, y en nuestras dudas viven nuestras certezas ❞ — Eduardo Galeano — La vida es casualmente irónica, es algo severa, de vez en cuando es divertida y algo insólita. A veces tiene un aspecto triste o feliz dependiendo la ocasión, tiene cambios constantes de humor, lo que la hace extraordinariamente particular, pero curiosamente a pesar de ello es vida y al igual que todo tiene sus altas y bajas, donde el simple hecho de existir aparenta ser más fácil, más llevadero, todo se percibe con mucha más luz y donde la felicidad nos arropa dándonos de vez en cuando un respiro. Eso para mí resume lo que es la vida en sí y descubrirás por qué pienso así una vez te adentres a esta historia, mi historia, más por lo pronto me presento. Hola, mi nombre es Aysun Black y soy una huérfana hija de lobos, de mis padres poco conozco, no más allá de su simple apariencia es la que a mi conciencia alguna vez ha arremetido, la cual descubrí hace algunos pocos años a
❝ Cuanto más te conoces a ti mismo, más paciencia tienes para lo que ves en los demás ❞ — Erik Erikson — La paz que denota poder descansar no tiene precedentes, es irreal y cuando se me permite sin dudas lo aprovechó con creces. Son más o menos las tres y treinta de la tarde cuando me ánimo finalmente a levantarme de este lecho que supone ser mi cama; como la noche estuvo movida, pues los animales de la redonda se encontraban inquietos, mi padre y yo nos quedamos hasta tarde haciendo guardia en el bosque abarcando todos sus inmediaciones haciéndose de nuestro conocimiento el movimiento particular que se alojaba a la redonda. Lobos iban y venían de un lado a otro más inquietos de lo presumiblemente normal, algunos aparentaban encontrarse perdidos, nerviosos y temerosos, algo normal para quien no sabe desplazarse en este lugar, otros tantos se debatían entre sus intereses mientras que los más soberbios se disponían a cazar sus presas con notable habilidad alardeando de ello ante los
❝ La vida es una sucesión de lecciones que uno debe vivir para entender ❞ — Ralph Waldo Emerson — Ajeno a lo que este día nos deparaba por el sendero bosque adentro, caminamos rastreando y jugueteando por el camino, meramente recorriendo el fino hilo de lo incierto y de los incesantes juegos del destino. Pasado algunos minutos muy a diferencia de los demás días entre la hierba y la tierra, pudimos encontrar muchas pisadas de animales de varios tamaños, los cuales aparentaban haber atravesado el lecho no hacía demasiado tiempo. — Son de ciervos, padre — le cuestioné lo más bajo que pude en vista de que me encontraba algo distanciada de él, no queriendo asustar de paso a ninguna de nuestras posibles presas. — Algunas pocas, también veo pisadas de jabalís, conejos y alguno que otro gato salvaje, de igual manera también hay lobos rondando por aquí, así que debemos de tener mucho cuidado — comentó aquel tras agacharse queriendo comprobar lo que sus ojos divisaban. — ¡Gatos salvajes! Pe
❝ La primera justicia es la conciencia ❞ — Victor Hugo — A causa de aquello empecé a adentrarme a las aguas algo inquieta sin perderle absolutamente de vista — ¡Padre! — cuestioné por segunda vez, pero de él palabra alguna no salía, preocupada empecé a avanzar más rápidamente luchando contra la corriente queriendo llegar temiendo probablemente lo peor. Cuando finalmente me aproxime a su lado por tercera vez le llame, pero papá no contestó, por lo que a causa de aquello me vi obligada a llevar mi mano derecha hacia su brazo más próximo el izquierdo perturbando así su pasividad. — ¿Qué sucede? — cuestione no muy bien vi como aquel había desviado su mirada hacia mi y quien mantenía una expresión lo más parecida a la tristeza ahora alojada visiblemente en sus ojos. Y a pesar de mi pregunta, bueno aquel no contestó, parecía perdido sumergido en su propia mente la cual le impedía permanecer en el presente, por lo que, queriendo obtener respuestas por mis propios medios hice a mi padre a