La puerta se entreabrió, pero Alma solo extendió su mano para empujar hacia afuera para devolverle su parte del acuerdo.—El abrigo se mojó con mi cabello, yo lo lavo mañana y te lo devuelvo. —También la ropa que dejaste tirada el sofá ya debería estar lavada, pero ponlas tú mismo a secar. Ah, y si tienes algún otro problema difícil de contarle a los demás, solo dime, solía organizar eventos para el hospital y conocí a muchos médicos allí. Puedo presentarte a alguno para que te ayuden.Andrés dudó por un momento. ¿A qué se refería con otro tipo de problemas difíciles de contar? ¿Parecía acaso ese tipo de personas? Justo cuando estaba a punto de preguntar, la puerta de Alma ya se había cerrado. De cualquier manera, realmente no tenía que explicarle lo que había querido decir.Andrés se dio la vuelta y fue al cuarto de lavado en el balcón. Abrió la lavadora y encontró el manojo de ropa vieja que Evaristo había comprado para causar problemas. Sacó las ropas con disgusto, y un sucio bóxe
Alma, a pesar de su molestia, inclinó la cabeza con paciencia para escuchar a Laura. Ella, sintiéndose como si estuviera enfrentando a algo grande preguntó: —¿Quizás Carla tiene algo con el supervisor Gonzales?Alma rápidamente tapó la boca de Laura y al mirar a su alrededor se alivió al ver que todos se habían ido a almorzar y que nadie las estaba observando.—No digas ese tipo de cosas, esos rumores sin pruebas no son buenos. Laura bajó la voz con un poco de resentimiento: — Pero ¡por qué! Desde que ella llegó siempre hemos estado por debajo de ella. Si lo tiene todo, ¿por qué tiene que competir tanto con nosotras? ¿Solo porque sabe lucirse con todo su dinero?Alma miró a Laura de reojo sintiendo que era un poco extremista.—¡Laura! No hables sin pruebas. Además, la vida es inherentemente desigual, tener dinero para ganarse el favor de los demás es una ventaja que solo algunos tienen. No necesitamos compararnos con eso.—Solo detesto esa actitud tan arrogante. ¿Qué tiene de grandi
A pesar de sentirse un tanto impotente, Alma no quería abandonar su esfuerzo a mitad de camino. Por lo que opto por ignorar a la ruidosa Carla y continuó organizando la información de Tecnologías Smart que tenía frente a ella.A las cuatro de la tarde, con el pretexto de una visita a un cliente, se retiró temprano de la empresa. Siguiendo la dirección, llegó a la sede de Tecnologías Smart. Aunque siempre había escuchado sobre la impresionante reputación de Tecnologías Smart, solo al ver el edificio frente a ella se dio cuenta de por qué tantas personas querían conocer a su dueño.Esta área era la zona de negocios más importante de ciudad del Faro. Decían que cada metro cuadrado de tierra valía su peso en oro, pero aquí la tierra era mucho más cara que el oro. Ella y los ejecutivos que pasaban por su lado ni siquiera estaban en el mismo nivel. Sin exagerar, incluso una recepcionista aquí vestía de mejor manera que ella. Pero, ella debía que enfrentar todos esos desafíos si quería ese a
De esa manera Alma con una sonrisa evitó hábilmente cualquier contacto del señor Gonzales. Afortunadamente, la distancia entre ambos se restableció cuando sirvieron la comida. Alma intentó de nuevo reiniciar la conversación: —Señor Gonzales, yo...El Señor Gonzales tomó un bocado y la interrumpió: —Esta comida está realmente buena, señorita Núñez, pruébela.—Está bien, muchas gracias. — Alma, resignada, probó un bocado y continuó: —Señor Gonzales, en realidad...—Esta de aquí también está muy buena. —Gonzales siguió comiendo, sin prestar atención a Alma.Alma entendió rápidamente que Gonzales no quería hablar de trabajo y que la cena solo era una estrategia para dificultarle las cosas. Su rostro se tensó, pero se recuperó rápidamente.Tomó un sorbo de su jugo y dijo: — Señor Gonzales, si le gusta tanto, puedo pedirle al camarero que traiga más.Al escuchar esto, Gonzales miró a Alma con vacilación. Sin decir una palabra, Alma sonrió y comenzó a explicarle el proceso de preparación de c
Andrés respondió habló con voz inexpresiva mientras retiraba la mirada: —No es necesario, —Evaristo, temeroso pisó el acelerador rápidamente y se alejó.Alma acompaño al supervisor Gonzales al hospital de maternidad. Cuando descendieron del auto, el supervisor Gonzales lucía pálido y su paso era inseguro. Preocupada, Alma lo siguió. Fuera del quirófano, Gonzales escuchó las explicaciones del médico y su cuerpo parecía estar a punto de desfallecer. El médico le informó sobre la grave hemorragia de su esposa durante la cirugía, y que habían atendido un accidente de un autobús que se había volcado recientemente, por lo que la reserva de sangre se había casi que agotado. Desesperado, el supervisor Gonzales se ofreció a donar sangre. Sin embargo, su tipo de sangre no era B positivo. Al ver su angustia, Alma se ofreció a donar su sangre. Después de hacerlo se sintió un poco mareada, pero así logró ayudarle.Al ver esto, el supervisor Gonzales corrió hacia ella.—Señorita Núñez, ¿se encuent
El supervisor Gonzales condujo a Alma hasta la entrada del complejo residencial, y una vez que ella descendió del automóvil.Al pensar en que mañana podría ir a la exposición tecnológica, sonrió, estaba un paso más cerca del éxito.Aunque Andrés no pudo discernir la expresión de Alma, su paso alegre indicaba que estaba muy feliz, extremadamente feliz. Parecía que se había divertido lo suficiente con Gonzales.Andrés exhaló humo, apagó el cigarrillo y salió del estudio. En ese momento, Alma ingresó en puntitas, pero justo cuando lo hizo, se escuchó un clic, la luz se encendió y la sorpresa llego hasta ella. Andrés estaba parado en el pasillo mirándola con ojos fríos que le produjeron un escalofrío. —Andrés, ¿todavía no te has acostado?—Hmm.—¿Andrés cómo es que no te has dado cuenta de que ya es tan tarde? Y aun no te has ido a dormir. Andrés ni siquiera la miró, pasando directamente por su lado. Alma observó la espalda erguida de Andrés, pero al pasar sintió una leve pizca de alco
Alma sintió sonrojarse aún más. Se acercó rápidamente y tapó la bocina del robot, pero no sirvió de nada. Ya había comenzado a leer sobre qué postura utilizar en el baño para ayudarle a fluir todo hacia abajo. ¡Qué vergüenza! Andrés, al ver la situación de Alma le entraron ganas de reír.—El parlante está en la parte posterior de su cabeza, tapaste el lugar equivocado. Alma se sintió desesperada por tapar el lugar correcto. Con tantas personas mirando, era realmente vergonzoso. Andrés la llevó detrás del robot y tocó la pantalla unas cuantas veces, y la pantalla se llenó instantáneamente de varios números. Sus dedos golpearon la pantalla unas cuantas veces y los parpados del robot parpadearon, reiniciando. —¿Hola, chicos? ¿En qué puedo ayudarles? —En nada, — dijo Alma sacudiendo la cabeza. No se atrevió a decir más sobre la necesidad de ayuda. Andrés saludó con la mano y el robot se fue.—El programa tenía un error de programación, por eso te guio equivocadamente, no fue tu culpa— di
El susurro de risas hizo que Alma se sintiera un poco incómoda, pero aun así no se echó atrás.Por lo que elevó la mirada hacia Carla y le dijo sinceramente: —Aún no me ganas. Carla se rio discretamente, miró al jefe Beltrán y dijo con mala intención: —¿Qué no te he ganado? Entonces, ¿por qué fuiste tan temprano a la feria de tecnología? Alma, ¿estás acaso tomando el tiempo de trabajo para hacer otras cosas? Sé que tu madre está gravemente enferma y que acabas de terminar con tu novio, lo cual es una verdadera pena, pero nos han confiado esta tarea tan importante porque confían en nosotras. Así que no puedes equivocarte con esto. Carla insinuó que Alma estaba haciendo uso indebido de su tiempo, y el ceño del jefe Beltrán se frunció visiblemente.—Alma, ¿a dónde fuiste?—A la feria de tecnología, — Alma sacó su teléfono directamente para demostrar su inocencia. —Estas son las fotos que tomé allí…Quería decir que estaba con gente de Tecnologías Smart, pero al pensarlo detenidamente,