Algunos los colegas que no estaban acostumbrados a ver perder a Carla se rieron.Carla al ver que no tenía razón, dijo con odio: —Alma, esto aún no ha terminado, no te sientas tan segura.—Lo mismo te digo, — respondió Alma. Después de eso, ella la ignoró, y bajó la cabeza para mirar su teléfono.En la pantalla de su teléfono, apareció la foto de su certificado de matrimonio con Andrés, y la atractiva mirada de Andrés no se apartaba de su mente. ¿Debería llamar a Andrés y preguntarle si él la ayudó?Incluso si no lo fue, después de un incidente tan grande, ella como esposa todavía debe explicar.Justo cuando estaba marcando el número de Andrés, el timbre sonó detrás de ella. Se dio la vuelta y se dio de cuenta que Andrés estaba parado detrás de ella, sin saber cuándo había llegado.—Andrés… —Pero antes de que pudiera decir nada, Andrés le tapó la boca y la llevó a un rincón.Mientras tanto, Carla y sus colegas salieron.—Es extraño, vi a Alma salir seguida por un hombre, ¿a dónde se fu
Ricardo cambió drásticamente su tono al hablar, eliminando por completo la arrogancia que solía mostrar. Sin embargo, esto ya no le importaba a Alma.—¿Necesitas algo? Si no, no me ocupes que debo seguir trabajando, —respondió Alma de manera despreocupada.—Alma, te extraño mucho. ¿Ya has tenido suficiente con este arranque de mal humor? Pero no te preocupes, no lo tendré en cuenta. Para mí, sigues siendo la novia cariñosa y obediente de siempre. ¿Cuándo podemos salir a cenar juntos? — Ricardo habló con una sonrisa, pero su tono despreocupado al mencionar la cena parecía como si fuera un favor que otorgaba.Alma antes podía tolerar cierto grado de arrogancia en él, pero ahora le resultaba molesto escuchar la voz de Ricardo. ¿Por qué de repente estaba actuando así? Mientras Alma se preguntaba esto, un mensaje de doña Manuela apareció en la pantalla de su computadora.—Alma, déjame contarte algo realmente bueno. A tu exnovio lo expulsaron del club por mentiroso. Descubrieron que había e
Ricardo se enojaba más a medida que hablaba, y sin pensarlo, lanzó su teléfono al sofá. Su madre se levantó rápidamente y le dio palmaditas en la espalda, con una sonrisa confiada en su rostro.—No te preocupes, hijo. ¿Qué importa si Alma dice que se ha casado? Con su situación mental que siempre es bastante inestable, ¿quién se atrevería a casarse con ella? Ya investigué, su enfermedad no es algo menor. La operación conlleva un alto riesgo, y si sale mal, perderemos mucho, tanto en lo personal como en lo financiero. Incluso si se recupera después de despertar, el costo será enorme. Ahora que ha venido a buscarte para pedir dinero, ¿quién sabe si nos dejará en bancarrota en el futuro? ¿Por qué no le damos una lección a esta mujer? ¿No debería aprender a respetarnos después de entrar en nuestra familia?Al escuchar esto, Ricardo pensó que su madre tenía razón.—Pero ¿qué pasa si Alma se niega a ceder? Estoy en proceso de ascenso. Mi jefe dijo que tener un registro local facilitaría mi p
Faltando tres minutos para las cinco, Alma Núñez como de costumbre, ordenaba su escritorio para prepararse para terminar su jornada laboral e irse a casa, sin molestarse de ninguna manera con el constante timbre de su teléfono. Era su novio, Ricardo Ortiz, probablemente la estaba llamando por el compromiso de ambos que se había desmoronado la noche anterior. A las 5 en punto, Alma cogió el móvil y se dispuso a fichar su salida, justo cuando apareció en este un mensaje: [Señora Sabater, este mensaje es para recordarle que tiene una deuda pendiente en el hospital por una suma de 21,914 dólares. Por favor, le agradecemos realizar el respectivo pago lo antes posible en la sala del edificio 3. Si tiene alguna pregunta, por favor comuníquese con nosotros al número 87*****].Alma apretó su teléfono con mucha rabia e impotencia. No era que no quisiera responder por este dinero, era simplemente que no lo tenía. Los 100 dólares que costaban al día la unidad de cuidados intensivos habían vaci
Sin tiempo para preguntar el porqué, Alma bajó apresuradamente del metro, tomó un taxi y llegó a la dirección que la doña Manuela le había enviado: un lujoso restaurante. Grandes lámparas de cristal, paredes hermosamente decoradas con flores, música de fondo y tranquila, todo emanaba lujo y romanticismo. En la entrada del vestíbulo, se encontraba un letrero vertical que decía "Club de Citas ".¿Qué tipo de ayuda ella necesitaba en un sitio de ese estilo?La mente de Alma se inundó de signos de interrogación. Recordó que doña Manuela le había mencionado una vez que se había divorciado hace mucho tiempo. ¿Podría ser que estuviera en busca de un nuevo romance?Doña Manuela se cuidaba muy bien y se mantenía en forma con más de cincuenta años, siempre luciendo 10 años menos, siempre vistiendo con elegancia, entonces encontrar un compañero no debería ser difícil.Pero ¿buscarla para qué?Justo cuando su cabeza hacia más preguntas, una mano la llevó detrás de la vegetación.—Alma, finalmente
Alma, por un momento, llegó a creer que estaba alucinando. Observó cautelosamente a Andrés y se percató de que él no parecía para nada sorprendido.Así que… ¿La cita entonces era con ella?Doña Manuela continuó: —Alma, como ves, mi hijo es muy apuesto pero adicto al trabajo, al menos alguno de sus hijos será guapo en el futuro.—¿Hijos?Alma se sintió aún más desconcertada, completamente perdida en cuanto a cómo responder.Andrés levantó una ceja: —Mamá, ya es de verdad suficiente, tengo que regresar a la oficina antes de que sea tarde.Doña Manuela frunció el ceño: —Oficina, empresa, mejor cásate con la empresa entonces.Andrés no le prestó atención: —Si fuese posible lo haría. Doña Manuela, ya bastante molesta, se volvió hacia Alma y sonrió: —Alma, no te lo voy a ocultar, después de tanto tiempo de conocerte, siempre he querido que fueras mi nuera y esposa de mi hijo. Pero como tenías novio, solo podía bendecirte y desearte lo mejor en silencio. Pero ahora que tu novio no supo valo
Alma llegó temprano a las afueras de la oficina de registro civil y, después de comer su pan, se sorprendió al ver que doña Manuela también estaba presente.—Doña Manuela, ¿también has venido?—En un día muy importante y no quiero perderme de nada. Con una sonrisa, doña Manuela sacó un pequeño sobre de su bolso y se lo entregó a Alma.—Alma, a partir de ahora, no molestaras más en cuidarla. Esto es solo un pequeño gesto de mi parte como tu suegra.Alma abrió el sobre con sorpresa y sacó un cheque de más de 80,000.—No puedo aceptar tanto, no es necesario.Doña Manuela bloqueó la mano de Alma cuando intentaba devolver el sobre, dándole una sonrisa.—No es mucho dinero y de verdad te lo mereces. —¿Yo merecerme esto? — Los ojos de Alma se abrieron de par en par.En los últimos tiempos, lo que más había escuchado era que pronto sería huérfana, ¿quién querría tenerla? ¿A quién le importaría ella? ¿Quién la protegería?Su novio de tres años la había traicionado, incluso la enfermera consid
Alma ingresó a la empresa para prepararse, apenas se sentó, su colega y amiga, Laura Gamboa, se acercó.—Amiga, hoy vienes bien maquillada. ¿Te reconciliaste acaso con Carla?—Te lo dije. Una gran persona como Carla, romper con él es una verdadera perdida. Los hombres valoran mucho su ego, deberías ceder un poco. No pierdas un gran hombre solo por esas pequeñeces.Laura movió la cabeza, aparentemente inocente pero curiosa. Era como un sabueso detective, en menos de un día se sabía cualquier chisme del edifico. Alma no quería explicar nuevamente la razón de su ruptura con Carla, simplemente negó con la cabeza: —Laura, es enserio terminamos y no quiero hablar más de él.Laura notó la irritación de Alma y cambió rápidamente de tema: —Está bien, no tocaré el tema. Por cierto, según mis informantes, parece que habrá cambios en el personal de nuestra empresa.Alma estaba a punto de preguntar sobre los cambios de personal cuando una notificación de reunión apareció en su panel de trabajo. [N