★ EthanAl día siguiente, me desperté temprano, sacudiéndome el el pesar de la noche anterior. Sabía que hoy sería un día crucial, así que necesitaba estar en mi mejor forma. Me puse mis zapatillas para correr y salí a trotar por la ciudad. El aire fresco de la mañana me ayudó a despejar la mente y enfocar mis pensamientos en lo que debía hacer. Corrí durante una hora, permitiendo que el ritmo constante de mis pies contra el pavimento y el latido de mi corazón me dieran una sensación de control y claridad.Mientras corría, reflexioné sobre lo que había sucedido el día anterior. Mi conversación con Victoria me había dejado con una sensación de urgencia. Sabía que tenía que actuar rápido para detener a esto y proteger a Victoria. Ella confiaba en mí, y no podía permitir arruinarán lo que habíamos construido. Mi enfermedad era solo un obstáculo más que tenía que superar, y lo haría con la misma determinación que siempre había mostrado.Regresé a casa sudoroso y con la mente más clara. Me
★ VictoriaLa mención de Richard Hale resonaba en mi mente como una campana inquietante. Richard, el joven que había declarado su amor por mí en el pasado, ahora se revelaba como el enemigo que buscaba destruirme a mí ya Ethan. Recordé claramente aquel día en la universidad cuando Richard me confesó sus sentimientos. Yo lo rechacé porque no quería ninguna relación en ese momento, pero, ironías de la vida, a los pocos meses comencé a salir con Ethan.¿Sería posible que Richard todavía guardara rencor y buscara vengarse?Me senté en mi oficina, mirando el horizonte de la ciudad, mientras esas memorias y dudas se agolpaban en mi mente. La entrada de Alisson me sacó de mis pensamientos.—Victoria, ¿estás bien? —preguntó, con una preocupación genuina en su voz.—No del todo, Alisson —respondí, con un suspiro—. Ethan me llamó para decirme que el hombre detrás de todos nuestros problemas es Richard Hale.Alisson frunció el ceño, tratando de recordar el nombre.—Richard Hale... ¿No es ese el
★ VictoriaAl salir del café, el aire fresco de la tarde me tocó la cara, llevándose consigo parte de la tensión acumulada durante la reunión. Freddy, siempre tan astuto, propuso que saliéramos a distraernos los cuatro. Aunque era obvio que su verdadero propósito era acercarse a Alisson, ya que siempre había estado enamorado de ella. Con una sonrisa traviesa, se colocó al lado de Alisson y ambos comenzaron a caminar delante de nosotros, dejándonos a Ethan ya mí un poco rezagados.Ethan y yo empezamos a hablar de cosas triviales, tratando de relajar un poco la atmósfera cargada. Hablamos de recuerdos de la universidad, de películas que habíamos visto recientemente y de lo mucho que había cambiado la ciudad en los últimos años. Cada tanto, nos reímos juntos, disfrutando de la simpleza del momento.En un descuido, mientras giraba para responder a un comentario de Ethan, un motociclista apareció de la nada, avanzando a gran velocidad. Mi corazón se detuvo por un instante, y todo ocurrió e
Ethan estaba sentado en el sofá, y sus estornudos resonaban en el aire, cada uno como un pequeño golpe a mi corazón. Me acerqué, preocupada por su estado.—Ethan, ¿estás bien? —pregunté, sintiendo que la inquietud se apoderaba de mí.—No es nada, solo un resfriado —me respondió con una sonrisa tenue, intentando restaurarle importancia.Pero su sonrisa no logró calmarme. Su piel estaba pálida y su fragilidad me alarmaban, y un mal presentimiento me invadió. Pensé en el momento que compartimos bajo la lluvia, y me pregunté si eso había tenido algo que ver con su estado.—Deberías irte a casa y descansar —insistí, casi con tono de madre.Él soltó una risa suave, pero había un leve temblor en su voz.—No es necesario, solo necesito un poco de agua y un par de días para que esto pase.La culpa me golpeó. Me sentí responsable por su enfermedad.—Me siento mal… creo que te enfermaste por culpa de la lluvia —murmuré, consciente de que mis palabras llevaban un peso importante.Ethan se inclinó
★ Ethan—¿Están seguros de que desean firmar el divorcio? —preguntó el juez frente a nosotros, su mirada severa nos atravesaba como una sentencia inevitable.Giré la cabeza hacia Victoria. Estaba serena, como si la decisión ya hubiera sido tomada hace mucho tiempo en su mente. Sin vacilar, tomó la pluma con la misma rapidez que lo haría al firmar un contrato millonario, dejando claro que no había vuelta atrás.—Sí, es lo mejor —afirmó con voz firme, casi impaciente por terminar. Firmó los documentos que marcarían el fin de nuestro matrimonio sin titubear—. Firma, Ethan.La miré unos segundos, preguntándome si alguna vez volvería a ver en sus ojos el brillo que solían tener cuando me miraba. Pero no había emoción. Solo determinación. Suspiré, aceptando que el tiempo de los "qué pasaría si..." había terminado.Tomé la pluma con manos temblorosas y, al inclinarme para estampar mi firma, sentí un nudo en el estómago. Con cada trazo, el peso de los años juntos me golpeaba con una intensida
★ VictoriaMi matrimonio con Ethan estuvo lleno de altibajos: momentos crueles y breves destellos de gloria que, con el tiempo, se desvanecieron por completo. Al principio, parecíamos tenerlo todo: la pasión, la ambición y un futuro lleno de promesas. Pero, lentamente, nos convertimos en extraños atrapados en una relación donde nuestras aspiraciones eran diametralmente opuestas. Ethan soñaba con formar una familia, tener hijos, mientras que yo tenía una única ambición: mi carrera. Quería ascender, alcanzar metas, dejar mi huella en el mundo corporativo. Esa diferencia, que al principio parecía manejable, se convirtió en una grieta insalvable.Ethan siempre me hizo sentir limitada, como si mi deseo de triunfar fuera una amenaza para su concepto de lo que debía ser una esposa. Las peleas comenzaron pequeñas, insignificantes, pero rápidamente se transformaron en batallas de voluntades. Cada discusión era un tira y afloja, cada silencio se sentía como una tregua incómoda en una guerra s
—Voltéate.—¿Por qué? —preguntó, mientras intentaba cubrirme los pechos con una mano y con la otra más abajo, buscando cualquier refugio para mi desnudez.—¿Cómo que por qué? Estoy desnuda, ¡voltéate, no me veas así! —le exigí, alzando la voz, sintiendo el calor subir por mis mejillas. Mis nervios estaban a flor de piel. Él solo sonrió, pero se puso de pie lentamente, sin apartar su mirada de la mía.—No te acerques —le advertí, dando un paso atrás en un intento desesperado por mantener la distancia.Tropecé torpemente con uno de mis zapatos y, antes de que pudiera caer, él me atrapó con sus fuertes brazos. El contacto fue como un choque de electricidad recorriendo mi piel. Mi corazón latía desbocado.—¿Por qué no? —murmuró, acercando su rostro al mío, sus labios rozaban mi oído, su aliento era cálido contra mi piel.—Estamos desnudos… Y siento tu… "arma" en mi vientre —balbuceé, sin saber cómo nombrar lo que claramente estaba presionando contra mí.Una risa suave escapó de sus labio
★ EthanLa vi aquella noche en la discoteca, riendo, tan despreocupada, como si el mundo no pudiera tocarla. Su risa resonaba sobre la música, como una melodía hipnótica que me atrajo sin poder evitarlo. Pero había algo más: estaba ebria, tropezando con sus propios pies. Y él… ese maldito tipo no dejaba de tocarla. Su mano sobre su cintura, deslizándose más abajo. Mis manos se cerraron en puños al ver cómo la manoseaba, cómo invadía su espacio sin ningún respeto. La sangre me hervía.No podía permitirlo.Me acerqué sin pensarlo dos veces. Lo empujé con tanta fuerza que cayó al suelo, tambaleándose torpemente.—Nadie toca lo que no le pertenece —gruñé, con mi voz baja, cargada de amenaza.El tipo me miró desde el suelo, aturdido, pero no se atrevió a replicar. Tal vez fue la mirada en mis ojos, o tal vez supo que no debía provocarme más. Se levantó y desapareció entre la multitud.Vicky se tambaleó, tratando de enfocarme. Sus ojos borrosos y brillantes de alcohol me recorrieron con una