—Tía, tía… ¡Tía Kate!... ¡TÍA KATE! —El repentino grito de Rich la sacó de sus pensamientos—. Te pregunte sí podrías llamar ya a mi madre y no me escuchaste, parecías en trance o algo así. Llegaremos tarde.—Oh, sí, cierto. Lo siento. Ya voy por ella. —Rio para luego entrar a su casa y avisarle a Rosalinda que ya era libre de irse. Esa noche James se quedó cuidando a su hijo a la par que estudiaba mientras ella trabajaba hasta tarde en el restaurante, y al llegar a casa ni siquiera pudo dormir porque la fiebre de Kitt empeoró y se quedó cuidando de él toda la noche otra vez, solo pudo dormir tres horas antes de que el despertador sonara. Se sentía muy cansada y miserable, pero este era el trabajo de una madre el hacer todo lo necesario por sus hijos, así que se tragó el cansancio y se prometió que daría lo mejor de sí para seguir cuidando de su niño… y… como ahora su niña estaba de regreso, también tendría que esforzarse en demostrarle a Iris su cariño. Envió un mensaje de buenos d
Cuando navidad llegó, Iris se puso sus mejores ropas, su mejor abrigo e incluso dejó que su tía Marie le hiciera una trenza y que su tía abuela Rachel le adornara el cabello con un par de muérdagos, aunque normalmente no le gustaba atarse el cabello, pero quería entrar más en espíritu navideño. —Estoy muy nerviosa por volver a ver a Kate y finalmente conocer a Kitt —murmuró su tía Marie a su marido el tío Tim (que acababa de volver de un viaje de negocios), que solo sonrió frotando su mano reconfortantemente.—Muero por llenar el rostro de ese niño con muchos besos —Rachel, por el contrario, se estaba retorciendo de emoción.—Será mejor que ustedes dos se comporten o las enviare de vuelta a la mansión aunque sea a rastras —advirtió su padre mientras aparcaba el auto frente a la casa de su madre.Por supuesto, aun con todas las amenazas de su padre, apenas entraron a la casa y vieron a Kitt vestido con un suéter verde demasiado grande para él lleno de muñecos de nieve (absolutamente a
Ethan de inmediato tomó a su hijo en brazos, dejando su cabeza reposar en su hombro, y corrió para salir de la casa y llegar a su auto con Kate detrás de él, ignorando los gritos y preguntas de los demás.Abrió la puerta del vehículo y estaba a punto de colocar a Kitt en el asiento del pasajero cuando su ex mujer posó una mano en su hombro antes de extender sus brazos.—Iré con él en el asiento trasero y lo mantendré tranquilo, sigue semi-consciente y no creo que en este momento estar contigo lo haga sentir mejor. —Eso dolió, pero él obedientemente le entregó al niño. Ella era enfermera y no estaría conduciendo, por lo que era la opción lógica a pesar de que quisiera estar cerca del pequeño.No se entretuvo más con el pensamiento y de inmediato se dispuso a conducir un poco por encima de la velocidad permitida, alarmado por ser demasiado lento pero consciente de que debía conservar la calma y no provocar un accidente.Kate le indicó ir a la clínica Quincy mientras hablaba por teléf
Cuando Kitt despertó con la familiar sensación de una mascarilla de oxígeno en la cara y agujas en los brazos, aparte del dolor general de su torso, su garganta y su cabeza, y el cansancio, supo que otra vez fue hospitalizado. Y en navidad, genial.Miró a su alrededor, notando a su tía Mirian leyendo algo sentada cerca de su cama, del otro lado su madre dormía con la cabeza apoyada a un lado de sus piernas y con una mano sujetándose a una de sus manos. El Dr. Quincy no estaba por ningún lado, pero al mirar a la pared detrás de su madre con más atención vio a Ethan Di Castro con la mirada clavada en él."—… ¡Estaría bien sí no hubieras rechazado a tu propio hijo!"Al recordar esas palabras que grito su madre, de inmediato frunció el ceño y movió una mano para apartar la mascarilla y gritarle que se largara.—¡Kitt, no hagas eso! Quincy, ¡él ya despertó! Pon atención.—su "padre" regañó a su tía Mirian, que de inmediato dejó su libro y se acercó a Kitt para impedirle seguirse movien
Iris se sentía más frustrada que nunca. Había tenido todas sus esperanzas en la navidad y al final todo se arruinó y quedó peor de lo que ya estaba, aparte Kitt le dio el susto más grande en su vida cuando una enfermedad potencialmente mortal lo dejó al borde de la inconsciencia frente a sus ojos.Rápidamente sus padres se lo llevaron y ella quiso seguirlos, pero fue abordada por Marie y Rachel queriendo saber qué pasó y para cuando terminó de decirles ya se habían marchado y tuvo que quedarse en la casa con todos preocupados por Kitt hasta que su madre llamó diciéndoles que Kitt estaría bien y cuando varios quisieron ir para hacerlo compañía ella insistió en que lo mejor era que se quedaran allí. Eso la puso de muy mal humor hasta que su tío Albert y sus primos llegaron alegrando un poco el ambiente y haciendo que su pecho se sintiera más ligero al poder estar con familiares, aunque su familia principal no estuviera, igual era bueno tener a su tío y primos que hace tanto no veía. E
Kate bostezó, maldiciéndose por no haber estado durmiendo bien últimamente. Ahora que necesitaba estar atenta por su hijo estaba casi cayéndose del sueño. Para colmo no podía seguir faltando al restaurante, su jefe era comprensivo pero el resto de empleados la estaba detestando por faltar tanto obligándolos a cambiar turnos y trabajar extra a algunos de ellos.El Dr. Quincy y Mirian tenían otros pacientes que atender en la clínica, no podían dedicarse solo a Kitt, mientras que Rosalinda siempre estaba ocupada por estas fechas así que no podía hacer de niñera, James tenía universidad, y su cuñado Albert también debía trabajar aparte de que Kitt aún no lo conocía formalmente. Le gustaría pedirle a su ex esposo, pero probablemente solo empeoraría las cosas pidiéndole ayuda a Ethan y, por otro lado, ni loca le pediría ayuda a David, por más que él muchas veces le ofrecía su ayuda como niñero ya que como trabajaba mayormente en computadoras podía trabajar en cualquier sitio. También aho
Aunque seguía nerviosa por el incidente antes de tomar el taxi, Kate eligió no pensar en eso y llegó a su segundo empleo en el restaurante con todos los ánimos de poder completar un turno por una vez y ya no abusar de la confianza de su jefe y compañeros de trabajo.—¡Katie, querida! —Su jefe del restaurante, el Sr. Griego (ese no era su nombre real, pero todos lo llamaban así), la saludó alegremente al verla—. Lamento tener que hacerte trabajar con tu niño en el hospital, pero mi esposa insiste. —Le sonrió a modo de disculpa.—No se preocupe, esperó ya no tener que faltar tan seguido. —Lo miró con rostro culpable y se dirigió al vestidor para ponerse el uniforme, que era un poco demasiado corto para su gusto pero ya se había acostumbrado, y en el restaurante había calefacción así que no debía preocuparle ni que fuera invierno.—Hasta que al fin te apareces, Sra. Sadler. —Helena, la esposa del Sr. Griego, la miró mal cuando entró a la cocina.—Lo siento… —se disculpó por los días que
—Pero… —Iris miró de reojo a su madre, con los ojos aún cristalinos—. ¿Fue por qué ya no amabas a papá? ¿Fue porque amabas a aquel hombre que estaba contigo? ¿Cuánto tiempo engañaste a papá? ¿Por qué no pudiste decírselo en vez de engañarlo? ¿Por qué? No entiendo por qué. —Volvió a apartar su mirada de ella. Kate suspiró, sabiendo que ya era hora de decir la verdad. —Iris. —Apretó los labios, intentando mantener la compostura. –No sé sí me creerás, sé que tu padre nunca lo hará, y aunque no quisiera meterte en esto reconozco que te debo una explicación y sé que ya tienes edad suficiente y eres capaz de entender estas cosas, aunque una parte de mí te siga viendo como a mi pequeña bebé, sé que ya has crecido suficiente. —Colocó una mano en su hombro. —Te hablaré con la verdad, así al menos tendrás mi versión de la historia y podrás decidir en qué creer. —Kate suspiró, preparándose mentalmente para esto, para decirle la verdad a la persona a la que más dañó al ser tan tonta como para