George.Divorcio. Una palabra que no quería escuchar, pero fue la que salió de sus labios. Viéndose decidida en obtener lo que pedía, me acerqué intentando mediar ante tal situación.__ ¿Porque? Creí que ibas a __ Es por esa misma razón. - manifestó tomando mi mano, en donde tenía ambos anillos, una en la palma y el otro en mi dedo, de donde nunca salió. - Este matrimonio se dió por un contrato, George. No quiero estar casada por eso. Quiero decidirlo, presumirlo y estar contenta con la fecha para celebrarlo.__ Pero eso puedes hacerlo. No hay una boda religiosa, si deseas cumplir ese deseo, hazlo. - replanteé y negó. - Marina, me estás pidiendo que te deje libre cuando...¿sientes algo por él? ¿sientes algo por el hijo de Daniel? __ No, George. Si me llego a casar de nuevo será con alguien a quien ame y no es Víctor..- aseguró tomando ambas argollas. - No sé cuanto te amaba, pero siento que sí lo hice...lo hago...no sé en realidad. Pero quiero que tomemos está oportunidad para saber
George.Me estaba matando la desesperación por desear saber que ocurrió. Pero los minutos pasaron y lo único que podía hacer era pasearme por el pasillo de la clínica. Sin noticias, sin nada para saber que no corría peligro. Sentí sudor, más solo era ideas porque incluso algo frío recorrió mi espalda. Cada segundo, me pareció una eternidad. No obstante, era la única opción que había. No era algo que podía controlar como con otros aspectos de mi vida, no salió nadie desde que la puse en la camilla, ninguno a decirme que todo estaba bien.Fue Víctor, de eso estaba seguro. Su loción la conocía a la perfección. Por mucho tiempo estuve cerca suyo cuando iba por Marina a la universidad y ese aroma a menta solo en el la sentí. Además que su padre no dejaría el auto estacionado como lo había visto.Me encargaría de él luego. Mi mujer era lo único que tenía importancia en ese instante.Miré la hora, solo habían pasado quince minutos, pero para mí fueron horas. __ ¿Te dijeron algo? - me atrop
George.__ ¿Crees que lo haya hecho él? - insistió Tej por quinta vez desde que los papeles fueron puestos frente a él. - Todo aquí para hecho por alguien Ingenuo. Para hacer este tipo de movimientos, se necesita ser muy inteligente y esto tiene todo menos inteligencia. - miró de nuevo los papeles. - Tiene error tras error. Ni siquiera la auditoría será necesaria para comprobar el delito. Con solo presentarte a la fiscalía lo tendrías atrás de las rejas. __ No todos los delincuentes son ingeniosos. Bruno es un hombre sin escrúpulos, idiota por decir lo menos, no pienso antes de actuar, ni mira lo que hace. Quiere dinero a costa de lo que sea.No quería tratarlo cerca de Marina. Por ello había decidido venir al apartamento de Tej. No podría escuchar lo que pienso de la escoria de mi suegro, ni los alcances que había tenido desde que comenzó a irse a la ruina. Pero no ni entendió cuando le dije que lo enviaría al averno si me tocaba las pelotas.__ Es tu suegro. Supongo que no querrás
Marina.La sugerencia del médico había quedado de lado. No tenía calma, mucho menos estaba libre de estrés. Ver por primera vez desde que regresé de Brasil a mi padre fue un golpe fuerte, pero lo fue más que acusara a George de querer meterlo a la cárcel. Las cosas de su nariz estaban más abierta de lo que se consideraba normal en una persona, su pecho se movió con rapidez y viveza, sus puños los tenía cerrados. Solo que no era rabia, o podia serlo pero en él podía olerse el miedo también. No era difícil entenderlo cuando estaba, según él, a un paso de pisar la cárcel.__ ¿Eso es verdad? - la interrogante abandonó mi boca. - George tú... ¿porqué te acusa de eso? Este resopló casi con molestia. Aunque supe que era hastío de verlo. Como si solo tenerlo frente a él era un fastidio para mi esposo. __ En lugar de venir a decir cuánta estupidez pasa por la cabeza. Deberías ver que venderás para pagar a tu abogado. - declaró el hombre que se levantó de la mesa. - Pero nunca ha reinado la
Marina.Se colgó de mi vestido, sollozó y alzó la mirada con vergüenza, enojo y dolor. No tenía nada para entender cuál era la razón por la cual la mujer de figura esbelta estaba de rodillas ante mí.__ ¿Que estás...¿porque haces esto? - pregunté al fin para entender un poco al menos de lo que ocurría. - Levántate.__ No, hasta que me perdones. - se negó rápidamente cuando quise alejarme.__ ¿Perdonar qué? explícate porque no estoy comprendiendo a que te refieres. - interrumpí su alegato. - Levántate. No quiero...__ Señora. - Max vió reflejado mi confusión e indiqué que me la quitara de encima. La confusión por no tener una sola idea de porqué lo hacía me hizo tener varios cuestionamientos a ella. __ ¿Porqué debo perdonarte? - inquirí al estar a una buena distancia de ella. __ Yo lo causé...yo provoqué que tú...- su llanto no la dejó hablar. - Pero te juro que no creí que llegaría a tanto. Solo estaba enojada. Quería que todo mundo supiera que lo tuyo y de George era una farsa. -
George."Fue Zac, fue tu primo" esa exclamación de parte de mi mujer me tenía con el pulso disparado. No tenía idea de como podía haber orquestado tal cosa, pero no dudaba de Marina. Si lo vió, fue porque era verdad, fue él quien causó el accidente. Fue el infeliz que no se cansaba de querer arruinarme. La calmé diciendo que me haría cargo de todo. Pero no quería actuar con la sangre hirviendo. La única vez que actué impulsivo hice algo radical en mi vida, pero ahora lo iba a hacer que pagara todo con creces. Zac creció con nosotros. Junto a mi hermano lo tratamos como uno más, pese a que derrochó su herencia en todo lo que quiso. Apostando, jugando al empresario sin ver si algo podia ser sustentable. El muy maldito no agradeció que fuera tomado en cuenta por mi hermano o yo, se encamó con mi ex, no contento con eso quiso asesinar a mi esposa. ¿Que demonios tenía en la cabeza? Calmé mis latidos para apaciguar la rabia, al menos que disminuyera y darle la tranquilidad que Marina n
George.Limpié mis manos al ver la sangre en mis nudillos, los tenía rotos por la paliza que recibió el imbécil de Zac. El cual tosió con la sangre y dientes quebrados que expulsó. __ Eres un maldito. - masculló con las manos en el abdomen, mientras se escudó atrás de una silla. - Un maldito animal. __ Y seré tu pesadilla, porque me enojó que te metieras con Marlene, pero me enfureció el saber que te atreviste a insultar e intentar hacer algo contra Marina. - dictaminé mirando el desastre. - Espero que te largues de este mundo, porque es la única forma en que no termine con tu maldita vida.__ Gregory...__ Gregory no se meterá en esto, porque de seguro está harto de que hagas cuanta estupidez se te ocurra. - farfullé. - Por ello te sugiero que en lugar de querer confabular en mi contra otra vez, te vayas a donde tus abuela materna de seguro te espera. Me di la vuelta. Si seguía viéndolo de seguro iba a terminar matándolo. Subí al vehículo y conduje hasta el bar donde Aiden y Tej
George__ Dime si lo hiciste o no. - sus gestos gritaron preocupación. - Solo hay cinco minutos. Los oficiales están afuera, Susan los está entreteniendo. Dime si debo ayudarte a escapar o llamar a los abogados.__ ¿Me ayudarías a escapar? - cuestioné con asombro. __ Eres mi hermano, imbécil. Así que dime ¿Lo hiciste tú o...__ Si lo hubiera hecho yo, ya estaría desaparecido ese cuerpo. - abroché mi saco al ponerme de pie. - Tenía motivos, el infeliz trató de asesinar a Marina, por eso fui con él anoche, pero no lo mate. __ ¿Estás seguro? __ Tendría muy claro si lo mate o no. - refuté en lo que llamé a Aiden, el cual contestó casi de inmediato. - Tengo problemas.__ Si es de no saber escoger...__ Me están acusando de asesinar a Zac. - declaré a tiempo que la puerta fue golpeada. __ No hables. No digas nada hasta que llegue. - cortó la llamada y supe que debía, al menos dar la cara ante el detective que mostró mi orden de arresto. __ Ve por Marina a la universidad. - dejé que