Había pasado casi año y medio desde que Ángela murió en un fatal accidente. Rodrigo su esposo seguía sintiendo la misma agonía como el primer día cuando supo que estaba muerta; ella era el amor de su vida, para él ninguna mujer podría suplantar el lugar que su esposa tenía en su corazón y no estaba dispuesto a olvidarla, menos aún estaba dispuesto a poner a otra mujer en su lugar.
Por las noches cuando todos descansaban en la mansión, Rodrigo se iba a la habitación donde él y Ángela dormían juntos; desde que ella murió decidió mudarse a otra y convirtió está en un santuario; en dicha habitación todo estaba igual como ella lo había dejado aquel día que por última vez salió de su casa para no regresar. En la cómoda permanecían el par de cofres con sus joyas, a un lado había un portarretrato de cristal que contenía la foto del feliz matrimonio con su pequeño hijo Rodrigo , ellos se la habían tomado el día de su bautizo, a Ángela se le veía muy hermosa y feliz. El guardarropa también estaba tal y como ella lo dejó, ni una prenda había sido sacada, muchos vestidos y conjuntos, sus zapatos y tocados de todo tipo aguardaban como si algún día ella iba a regresar. Él se sentaba en la orilla de la cama, allí permanecía por un buen rato y dejaba que sus recuerdos le dieran vida al pasado, le parecía que la veía peinarse frente a la cómoda, el sonido de su voz y de su risa eran muy nítidos a sus oídos, como si en verdad ella estuviera allí. Fueron varias las veces que se quedó dormido recordándola, con el corazón destrozado Rodrigo llevaba su vida de la manera que podía, la única razón de vivir que tenía era Jr. su pequeño hijo de cinco años, que también sufría la ausencia de su madre. ***Después de la muerte de Ángela Rodrigo se había vuelto un tipo amargado, y patán, parecía que menosprciaba a todas las mujeres y las usaba. Él era un joven magnate heredero del negocio inmobiliario, para entonces tenía 32 años de edad. Su esposa murió en un fatal accidente de tránsito producto de la falla de los frenos de su auto, dejándolo viudo y con un pequeño niño de cinco años que era lo único que le daba algo de sentido a su vida. A los meses de enviudar, él para aliviar un poco la pena que lo aquejaba había empezado a llevar el estilo de vida sexual algo extravagante y cargada de derroches y se metía en la cama con toda mujer hermosa que se le cruzaba en el camino, eso incluía a Annie Bolttier, la hija de uno de los socios de las empresas de su familia, que era su mejor amiga desde la adolescencia, ella siempre había estado enamorada de Rodrigo y pasó a ser su amante tras la muerte de Ángela, ahora se acostaba con él, conservando las esperanzas en llegar a ser a algo más que s
Un día en un fiesta donde estaban varios de los socios de las empresas y filiales; Rodrigo había asistido con Annie.La noche estaba un tanto aburrida y ellos no veían la hora de escapar de allí en busca de poner en práctica su extravagante vida nocturna. Pasó un buen rato cuando de pronto llegó Erick Sutherland, un amigo de Rodrigo con su flamante esposa, se trataba de Hilary; la mujer tenía un cuerpo que parecía esculpido por los dioses, el vestido que llevaba puesto era de color beige casi del mismo tono de su piel, entonces parecía estaba desnuda, ella tenía cintura de avispa y un par de pechos bien puestos en su lugar. Sus labios eran carnosos pintados de color rojo que estimulaban la imaginación de Rodrigo que no podía evitar mirarla por más que procuraba esconder sus lujuriosos ojos.Ella también le había clavado la mirada, Hilary sabía que Rodrigo se sentía atraído por su belleza.Pero Erick era un viejo amigo, ellos habían estudiado juntos la prepa y siempre se habían respetad
Ambas parejas salieron del lugar y fueron directo a la casa de los Sutherland, estuvieron en la sala algunos minutos y se bebieron una copa, allí parecía que nada estaba fuera de lo normal. Después Hilary fue arriba a su habitación. —iré a cambiarme. —Unos cuantos minutos después Erick les dijo: —Bueno, vamos al cuarto de terciopelo. Annie y Rodrigo se miraron y se rieron en silencio, se imaginaron que el cuarto de terciopelo era de color rojo y con alfombras con motivos de cebra o de tigre. Bajaron unas escaleras en forma de caracol de color beige cuyo diseño se asemejaba a un tobogán, al llegar a la habitación se encontraron con algo totalmente distinto a lo que estaban pensando, dicha habitación tenía más apariencia de un spa lujoso que un cuarto dedicado solo para practicar el sexo; lo único que tenia de terciopelo eran los muebles y los cojines, las tonalidades eran de color marrón, beige y negro. Nadie podía negar que Erick y Hilary tuvieran exquisitos gustos y mucha clase a
Semanas después él se fue de viaje de negocios a Los Ángeles y pasó 3 días estresantes con un montón de reuniones y más. Llegado el viernes por la noche, se encontró con Andrés y otros ejecutivos y fueron a un famoso bar a beber tragos como era ya su costumbre cada vez que viajaban a esa ciudad.Después de medianoche, ya tenían varias copas encima, entonces estaban relajados y empezaron a hablar de mujeres, uno de ellos los invitó a un club nudista que ya conocía.—Vamos compañeros, si de mujeres hermosas se trata ese es el lugar, no me he cansado de ir, sobre todo me encanta las bellezas latinas que hay allí posando desnudas para mí.Sin pensarlo dos veces ellos se fueron a uno de los clubs nudistas más cotizados de la ciudad. Al entrar una linda camarera les ofreció una mesa cerca de las bellas bailarinas.Pidieron unos tragos y empezó la diversión. Una deliciosa latina con curvas muy pronunciadas y un ombligo hermoso subió al tubo a bailar para ellos, lo hizo durante unos 15 minutos
Al otro día amaneció con sus pensamientos concentrados en la bailarina, no podía borrarla de su cabeza, le era imposible pasar por alto que existiera una mujer tan semejante a su esposa.Él decidió regresar al club en la noche esta vez iría solo, quería volver a ver a Scarlet, pretendía solicitar un baile privado para verla de cerca sin que nadie los interrumpiera.Dada la ocasión en que vería a una mujer casi idéntica a su esposa, él quiso celebrarlo a su modo, entonces fue a una tienda de ropa para caballeros y compro un traje costoso de paño italiano; se fue a la barbería y renovó su corte de cabello y se arregló la barba, por la noche se metió por un rato en un relajante bañó de burbujas y cantaba una y que otra canción romántica que recordaba por partes.A las once de la noche salió del hotel, el hombre co
Esa madrugada cuando Scarlet y Leslie llegaron a su apartamento ella se metió a bañar primero, mientras se estaba duchando le dijo a Leslie:—Hoy tuve un cliente algo extraño.—No me digas que un viejo barrigón con nariz de bruja.—No, al contrario, era muy guapo, pero es un tipo algo extraño, no te sé explicar, pero despertó mi curiosidad, me provocó meterme en su mente y averiguar lo que pensaba.—¿No será más bien que te gustó?—No te niego que es un tipo muy guapo, creo que cualquier mujer caería rendida a sus pies. Pero hay algo en él que no puedo saber de qué se trata, pero en verdad me inquietó.Sumido en sus pensamientos en el bar, Rodrigo se bebió como tres copas y se marchó al hotel, esa noche no durmió, el encuentro que tuvo con la bailarina había sido algo intens
Por la noche que ya todos estaban descansando Rodrigo estaba en el estudio, de pronto alguien toco la puerta y era Raiza:—Adelante.—Hola hermanito.—Hola hermanita, ¿qué sucede?—Vengo a hablarte de Annie.—Diem que tienes que decirme de ella.—¿Por qué la trataste tan mal hoy en la fiesta?—No la traté mal, solo le dije que no se metiera en mis asuntos.—Me parece que eres muy injusto, ella no ha hecho más que ayudarte con tu hijo desde que Ángela murió.—Lo hace por qué quiere, yo no la he obligado.—Deberías pedirle disculpas. —Él con sarcasmo agregó:—¿Quieres que le pida disculpas por meterse en mis asuntos? ¿Qué tal si me le arrodillo y la invito a cenar?—Lo de arrodillarte no es necesario hermanito, pero lo de
Una madrugada Scarlet salió sola del club, pues Leslie que era la que siempre la acompañaba se había ido más temprano con un amigo. Ella se dirigió al estacionamiento a buscar su auto; mientas lo hacía vio a Jacob que ya estaba en el suyo e iba de salida. Scarlet subió al de ella y cuando fue a encenderlo, el motor estaba muerto, lo intento un par de veces más y éste no respondía, entonces se bajó, abrió el capó y comenzó a revisar a ver si conseguía el daño. Jacob se percató, entonces se acercó conduciendo despacio:—Conque bailarina exótica y mecánica. —Scarlet volteó a verlo y sonrió.—No soy mecánica, pero si tengo conocimientos básicos que me enseñó mi padre que me han ayudado con éste cacharro.—Deberías comprarte uno nuevo, puedes consegui