Israel fue a la oficina de Rodrigo.
—Ayer Michael y yo fuimos a la casa a ver a tu hijo, está precioso.
—Gracias. —Israel suspiró y miró a Rodrigo de una forma extraña.
—¿Qué sucede que me miras de esa manera? —Israel afincó el codo sobre el escritorio y acercó su cara a Rodrigo.
—Michael y yo no podemos creer que Scarlet y tú teniendo todas las posibilidades de ser felices se nieguen el uno al otro.
—¿Cuáles posibilidades? Las que habían ella decidió destruirlas.
—Estoy seguro que ella te quiere.
—Tú no estuviste ahí cuando ella me echó de su vida; prefirió refugiarse en los brazos de ese tal Antonio antes que en mí que se supone soy su esposo. Me dijo que él la ayudaría, que yo no podía hacerlo.
—Tienes razonen gran parte, pero en todas las parejas suceden este tipo de cosas, y más cuando están pasando por una situación estresante como la que
Antonella estaba arriba en el otro piso parada detrás del barandal y los vio salir. Fueron a una terraza y buscaron una mesa. Rodrigo sacó la silla para que ella se sentara. —Gracias. —Dijo ella mientras se sentaba. Por dentro Scarlet estaba emocionada, su corazón posibilitaba rápido de alegría, tenía meses deseando ese momento que creyó que jamás llegaría. Rodrigo se sentó y ya no era aquel hombre que la ignoraba, su mirada había cambiado, ahora la miraba con sus ojos enamorados. —¿Quieres tomar algo? —Preguntó él con una voz tenue. —Solo agua. —Un mozo los atendió. Scarlet estaba expectante de lo que él le iba a decir. Rodrigo después que el mozo se retiró volteó de nuevo a verla a ella. Sus ojos se pasearon mirando su cara, su cabello. —Hoy te ves muy hermosa. —Gracias. —Lo pensé mucho antes de decidir a venir a buscarte. —¿Por qué? —Pensé en si valdría la pena esto. —¿Esto? —Scarlet odió que
Veloz lo llevaron a la casa de Antonio, sacaron a Willy y lo amarraron de una silla; Antonio se fue adentro de la casa y después regresó con una botella de licor, le vendó sus ojos, luego le arrancó la cinta de su boca y lo obligó a beber varios tragos.Willy asustado no comprendía lo que él hombre pretendía hacerle. —¿Piensa matarme con eso? —Solo bebe idiota.—Después que le hizo beber casi todo el contenido de la botella le preguntó: —¿En dónde está tu amiguita Antonella? —Willy le dijo que ella se había quedado en su casa y le dio la dirección. Después Antonio le puso la cinta en su boca y el otro lo volvió a meter en el maletero del auto. Después volvieron a la casa de Scarlet y esperaron que Antonella llegara. Minutos después un auto se estacionó detrás del de Willy, la mujer encendió su celular y le escribió: "Ya estoy aquí." Antonio leyó el mensaje,tomó la pistola
Rodrigo quiso ir a ver a Antonella, sentía la necesidad de confrontarla después de lo que ella hizo. Scarlet no quería que lo hiciera. —No hace falta que lo hagas. —Casi te mata, ella pudo evitar que Alejandro te hiciera daño y se quedó callada. —Rodrigo tiene razón. —Le dijo Braulio—. Yo también quiero confrontarla pero ella se niega a recibirme, tal vez con Rodrigo si quiera hablar. Antonella nos traicionó y nos engañó a todos. Antonella tenía días que no hablaba con nadie ni recibía visitas, solo a su tío que una vez fue a visitarla. La custodia fue a su celda y le dijo: —Tiene una visita. —Antonella estaba sentada al borde de la cama. —Sabe que no quiero ver a nadie. —La custodia leyó en la plantilla el nombre del visitante. —Se llama Rodrigo Salvatierra. —Antonella corrió y se agarró de la reja. —¿Rodrigo vino a verme? —Lo dijo con una aleg
MESES DESPUÉSLlegó el mes de diciembre, y la casa de los Salvatierra se vistió de navidad. El año anterior ninguno celebró; fue una navidad muy amarga, donde de una tarde para la noche Rodrigo había matado a Alejandro y estuvo a punto de morir, los alcázar les arrebataron al bebé, y todo había sido muy turbio para ellos. Pero ahora las cosas estaban mucho mejor de lo que esperaban, excepto claro que aun sentían la partida de Jr. y estaban tristes por ello, la navidad se los recordaba, pues como todo niño él adoraba esas épocas. Los adultos no sentíanganas de celebrar la navidad; pero en la familia habíamás niños que se sentíanfelices por la llegada de lasa fiestas, por ellos adornaron la casa y decoraron el árbol.Julio ya caminaba y decía algunas palabras. Esa navidad puso
El último día del juicio.—Que el acusado se ponga de pie. —Rodrigo se levantó y el juez prosiguió:—Mediante a todas las pruebas presentadas y de cómo se desarrollaron los hechos durante los años de persecución que sufrió el acusado y su familia por parte del occiso. Hechos que desencadenaron la tragedia ocurrida en que el señor Alejandro José Alcázar perdió la vida; el acusado se declara inocente de todos los cargos, a partir de hoy puede gozar de plena libertad.Juan Carlos suspiró y extendió la mano para dársela a Rodrigo, se dieron un abrazo.—Felicidades Rodrigo, al fin la justicia llegó.—Gracias, no sé cómo habrían sido las cosas sin tu apoyo y el de todo tu equipo.—De algún modo la verdad tenía que demostrarse, Ana Julia y tú solo fueron v&iacut
Las quiero mucho y gracias por llegar hasta aquí. Les invito a leer mi nueva obra en proceso, La sustitura, es del tipo usurpadora. Les dejo el prólogo. Prólogo Ignacio entró a la habitación de Amelia lleno de indignación y le dijo: —¿Quién se supone que eres? —La tiró agresivamente sobre la cama, él acababa de descubrir que ella no era en realidad su esposa, sino una usurpadora. —¿De qué hablas? —No te hagas la tonta, ya sé toda la verdad, sé que no eres mi esposa. —Un escalofrío invadió el cuerpo de Amelia. —¡Respóndeme! ¿Quién demonios eres y por qué viniste a llenar mi vida de tantas mentiras? —Amelia se quedó muda y su rostro empalideció. —¿Te vas a quedar callada? ¿Dónde está Silvia? —Ella tomó aire y con una voz temblorosa respondió: —No lo sé, ella me dijo que se iba de vacaciones por un tiempo, pero nunca regresó. —Hubo una pausa, después él le dijo: —¿Cuánto dinero
El destino sorprendió a Ana Julia (Scarlet) que nunca imaginó que conocería al hombre de su vida mientras trabajaba como bailarina en un club nudista de Los Ángeles; se trataba de Rodrigo Salvatierra, un joven y apuesto millonario que era viudo y aún sufría el luto por la muerte de su esposa. Entre ellos surgió un amor inesperado que nació como lo haría una pequeña flor en el desierto, siempre sedienta de pasión y expuesta a las inclemencias del destino, porque ese amor será sometido a muchas pruebas, una de las cuales los separará, pero los amores verdaderos sobreviven y mantiene juntos los corazones de los amantes.***
Había pasado casi año y medio desde que Ángela murió en un fatal accidente. Rodrigo su esposo seguía sintiendo la misma agonía como el primer día cuando supo que estaba muerta; ella era el amor de su vida, para él ninguna mujer podría suplantar el lugar que su esposa tenía en su corazón y no estaba dispuesto a olvidarla, menos aún estaba dispuesto a poner a otra mujer en su lugar. Por las noches cuando todos descansaban en la mansión, Rodrigo se iba a la habitación donde él y Ángela dormían juntos; desde que ella murió decidió mudarse a otra y convirtió está en un santuario; en dicha habitación todo estaba igual como ella lo había dejado aquel día que por última vez salió de su casa para no regresar. En la cómoda permanecían el par de cofres con sus joyas, a un lado había un portarretrato de cristal que contenía la foto del feliz matrimonio con su pequeño hijo Rodrigo , ellos se la habían tomado el día de su bautizo, a Ángela se le veía muy hermosa y feliz. El guardarropa también es