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Mandy corrió hasta el hospital, estaba muy asustada. Cuando llegó, vio a Flor y a Martín; se hacían los preocupados. Vania estaba con ellos.Matt detuvo a Mandy y ella se desprendió como si él quemara, lo que provocó una mirada confusa en Vania, que se disipó al pensar que, siendo la prometida de Denver, ella odiaba a Matt y a todos.—Tranquila.—¿Dónde está Denver? ¡¿Qué le hicieron?!—¡Fue Abigail, Mandy! Oh, lo siento mucho, mi hermana es una pequeña loca criminal.Los ojos de Mandy se abrieron enormes.—¿Qué dices…? ¡¿Qué hizo?!—Mi hermana envenenó a Denver, quizá harta de todos sus maltratos.—¡¿Qué?! —exclamó Mandy horrorizada.Ella mirò a todas esas personas.—¡Seguro de que ustedes la ayudaron!—Pero ¿qué dices, niña? —exclamó Flor.Mandy se acercò a ella.—¡Usted ganaría mucho si algo malo sucede con Denver, pero, créame, nunca se le cumplirá ese deseo!El doctor apareció. Mandy secó sus lágrimas.—El señor Denver Hank está estable y fuera de peligro, lo trajeron a tiempo,
Una semana después.Denver fue dado de alta en el hospital. Mandy le contó que el juicio de Abigail fue rápido, incluso su familia se negó a contratarle un abogado, o a visitarla.—Ella fue repudiada, eso debe ser duro.—Eso se merece —dijo Denver con ojos oscuros y furiosos.Mandy le mirò confusa.—¿Y si no fue ella?Denver le mirò horrorizado, sin poder entender lo que decía.—¿De qué hablas? ¿No fue lo que me dijiste tú?—Bueno, es que ella estaba contigo el día que ocurrió el envenenamiento. Vania y Flor la acusaron, pero, ella dice que es inocente. Además, dijeron que el café iba a mi nombre. Según el mensajero, lo entregó un repartidor y, aunque han buscado a ese hombre, no aparece por ningún lado.Denver sonrió, extendió la mano para que la chica la tomara.Mandy dudó, pero al final accedió.Se sentó a su lado, y Denver acarició su rostro.—Eres demasiado buena para el mundo, Mandy, debo cuidarte mucho, porque afuera cualquiera podría lastimarte.—Denver, de verdad, ¿no te angus
—Denver, déjame explicarte… —dijo Mandy.—Sal de aquí, por favor.—Denver, debo contarte algo… —exclamó Mandy desesperada.—¡Basta, sal de aquí!Mandy, bajo la mirada, asintió y salió.Denver mirò a Abigail y la apuntó con su dedo índice.—¡Tú, intentaste matarme!Ella tenía la cabeza baja, pero cuando la levantó, èl pudo ver sus golpes en el rostro, y se quedó perplejo al verla así.—¿Qué te pasó…? —dijo, y esta vez su voz parecía asustada.—¿Qué me pasó? Hablas como si te importara, ¡por favor, no finjas! Eso se siente casi asqueroso, ¡ambos sabemos que esto es tu obra! —exclamó Abigail con una fuerza que ni sabía que tenía.Los ojos de Denver se abrieron gigantes.—¡¿Yo?! ¿Crees que yo hice esto? Aunque no me lo creas, y ni siquiera me importa, yo no fui.—¡Ellos dijeron que fuiste tú!—¡No importa lo que digan! —exclamó el hombre, y se acercò a ella.Abigail casi saltó de la silla para retroceder.—¡Yo no lo hice! Si lo hubiese hecho, Abigail, entonces ni siquiera estarías viva —ex
—¡¿Qué estás diciendo, Mandy?! ¿Me traicionaste?Ella negó, asustada.Denver quiso irse, y ella caminó detrás de èl.—¡No sabía que era tu primo! No sabía que fue el hombre que te traicionó. Lo conocí en mi viaje, lo siento, Denver.Denver se detuvo, la miró.—Dices que fue en el viaje, no sabía quién es èl, ¿por qué me lo dices hasta ahora?—¡Porque me daba vergüenza que supieras que estuve con ese hombre solo porque…! Lo siento, Denver, fue seducción, fue estúpido.Denver bajó la mirada.—Nunca voy a juzgarte por tu vida íntima, Mandy, es tu vida, pero lo único que diré es que ese hombre no te conviene, es malo, te hará sufrir, no importa si ya se está divorciando, créeme, ¡Mattias no ama a nadie!Mandy hundió la mirada, las lágrimas volvieron a caer.Denver sintió miedo, levantó su barbilla, mirò sus ojos.—¿Te enamoraste de Matt, Mandy?Ella titubeó, no respondió, y Denver la abrazó.***Matt llegó a la mansión, buscaba a Mandy. Estaba desesperado.Encontró a Vania.—Amor.Matt ret
—¿Qué estás diciendo? —preguntó Denver desconcertado.Matt sacó su móvil y mostró la grabación a Denver. Su madre intentó quitarle el teléfono, pero Denver, más hábil y fuerte, lo alzó y la alejó.—¡¿Por qué nos has hecho esto, Matt?! ¡Eres un maldito traidor! —exclamó su padre—. Te hemos dado todo lo que eres.—Sì, todo lo que soy, solo un ser oscuro y cruel, entonces hubiese preferido nada, no tener padres adoptivos y vivir en la miseria.Los ojos de Denver se abrieron enormes al ver ese video. Mandy estaba a su lado, se miraron conmocionados.Denver llamó a los empleados.—¡Llamen a la policía! Y no dejen que estos hombres escapen.Martín corrió hacia el despacho y se atrincheró ahí como un niño pequeño, mientras Flor suplicaba que abriera la puerta.—¡Voy a matarme! —gritó Martín.—¡Padre! —gritó Matt, asustado.Mandy se acercò a èl.—No creas en este chantaje, Matt, èl no va a matarse, no tiene el valor.—¡Eres un desgraciado, Denver! —exclamó Flor mirándolo con ojos llenos de ra
Denver llegó a la comisaría, presentó las pruebas. Sabía que ahora sus tíos irían presos.Respiró profundo. No podía creer como alguien podía ser capaz de tanta maldad solo por algo de dinero.Pensó en Abigail.«Era inocente, y yo la culpé sin siquiera pensarlo. Es porque aún me duele el daño que me hizo en el pasado. Pero, Abby es inocente, debo ayudarla, incluso si sigo odiándola», pensó.El abogado de Denver consiguió que le otorgaran la libertad a Abigail y ambos fueron hasta la prisión.Prisión.Abigail estaba en su celda, fue la hora de comida, pero como era común, a las nuevas reclusas no las dejaban comer, las otras presas le robaban la comida.Sabía que soportaría el hambre. Al menos podía leer un libro, cuando unas reclusas entraron.Ella sintió miedo.—¡Sujétenla! —dijo una de ellas.Abby quiso escapar, pero fue tomada de los brazos con fuerza. Ella gritó pidiendo ayuda a las celadoras, pero no parecían estar por ahí.Una mujer sacó un cuchillo, los ojos de Abigail se abri
Denver dio un paso atrás, mirò a la mujer.—¿Y por qué debo creerte?—¿No lo hicieron en el pasado? —exclamó Vania.Denver dudó, era cierto para él, pero algo había en Vania, algo en su mirada que la hacía odiarla. Ella nunca fue a estudiar en el internado, no era tan lista como Abby para eso, y Vania siempre lo trató mal. En cambio, Abigail apenas y veía sus ojos, parecía tímida, pero nunca fue mala o cruel, y la última vez que lo vio en la fiesta de despedida, antes de ir al internado, incluso accedió a bailar con èl, ella no se burló, le enseñó como bailar, fue tan dulce, que Denver creyó que tenía una oportunidad en su corazón.—¡Tú también has sido mala conmigo y con todos en el pasado! Una mentirosa total, ¿por qué debo creer en tus palabras?Denver se apartó del camino y Vania maldijo entre dientes.«Debo hacer algo», pensóMandy caminó hasta la sala de espera y ahí estaba Abigail.—¿Sabes algo sobre Matt?Mandy mirò su rostro.—¿Aún lo amas? ¿A pesar de la mentira?Abigail se q
«Este hombre ha jurado odiarme toda su vida, pero me besa de esta forma. ¿Qué quieres de mí, Denver? Si eres el hombre de esas cartas, si me besas como si me amaras, ¿Por qué me haces sufrir?», pensóDenver detuvo el beso, se quedó frente a su rostro unos segundos, con los ojos cerrados, recuperaba el aliento.Aún aspiraba su aroma, alejarse, le dolía, pero al recordar el supuesto engaño, se daba fuerzas.Abrió los ojos y mirò su hermoso rostro. Abigail tenía cara dulce, como una niña ingenua, incapaz de romper un plato, pero Denver creía que ella podía incluso quemar una casa, como estaba ahora mismo quemando su cuerpo.Humedeció sus labios con sensualidad, mientras aún miraba su rostro y sus labios.—Juro que, si intentas alguna artimaña, vas a pagarlo, Abigail.Ella no dijo nada, se quedó estoica, èl no podía entenderla.La soltó de entre sus brazos.—Ahora vete, pero ¿Sabes qué? Vuelve a la oficina, si es que quieres que siga pagando algo de tu padre.Ella le mirò con esperanza.—¿