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Más tarde,Denver y Matt paseaban por el jardín, hablaban de lo ocurrido.—Johana siempre ha sido buena amiga de Abby, ¿en qué momento pudo cambiar tanto?—No lo sé, en realidad, no lo sé, quizá estés en un mal momento, pero, tú y yo sabemos lo que la envidia puede crear en algunas personas.Denver mirò a los ojos a Matt, entendió sus palabras, a èl la envidia lo hizo perder todo y a Matt lo convirtió en alguna vez en el peor villano, ahora eran dos hombres distintos a ese pasado.—¿Qué haremos?—Tengo una idea, si ella es buena o mala, debemos saberlo, no soy de los que cataloga a la gente con etiquetas, pero, vamos a ver, la cito aquí, le hago creer que necesito màs información, que no he recobrado la memoria, y si ella cambia su versión, o no, eso nos dará una idea clara de lo que está pasando por su mente.Denver asintió, tenìa lógica, y èl que últimamente era menos desconfiado, ahora sentía la necesidad de saber quién era Johana realmente, sobre todo ahora que esperaban un hijo, n
Johana estaba asustada, retrocedió un paso y sollozó, pensó que tenía todo, bajó control, quería pensar que así, era, sin saber que jugaba con fuego. —¡Abby, no me acuses de algo que no es cierto! —gritó Johana como si fuera una perfecta víctima, pero no sabía que ya nadie le creería.Los ojos de Abigail estaban cubiertos de lágrimas, no podía creerlo, ella era su amiga, ella la ayudó, y le hizo creer que era alguien buena. ¿Por qué ahora hacía eso? ¿Por qué sus enemigos primero fueron sus amigos o alguien a quien amo? ¿Acaso había algo malo en ella?—¡Traidora! —dijo y su voz se rompió en llanto.Denver no pudo màs, tomó el brazo de la mujer, y la mirò con rabia.—¡Deja de intentar lastimar a mi esposa! Sabemos toda la verdad —dijo Denver sus ojos eran tan furiosos, que Johana tembló—¿Qué…? —balbuceó asustada, dio un paso atrás.Matt la enfrentó.—¿Creíste en mi falta de memoria, ingenua? Sabemos lo que pretendes, ¿Arruinar nuestra felicidad? ¡Serpiente arrastrada! Vete de aquí, y n
Mandy y Abby estaban en la cabaña, bebían café, mientras comían galletas.—Estoy nerviosa —dijo Abby, y tocó el vientre—, sentía pequeños cólicos.—¿Estás bien?Abby dijo que sì.—Estoy nerviosa, primero por todo lo que pasó y después porque bueno, no sé si el embarazo, es algo nuevo para mì.Mandy sonriò.—Si quieres la verdad, hay una parte del embarazo hermosa, y otra que asusta mucho, lo único que te dirè es que nunca es igual, con mi nuevo embarazo, no tengo síntomas, y con mi bebé, tenìa tantos que los primeros meses tuve mucho miedo.Abby sonriò, tomó su mano.—Lo bueno es que ya no estoy sola, te tengo a ti y a Anya para guiarme, y eso es mi gran ayuda.Mandy sonriò.—Claro que sí, estaremos para ayudarte, y aconsejarte, pronto, cuando nazca tu bebé, estarás màs feliz, olvídate de Johana y de todos, ella cometió sus errores, es hora de que pague por eso, ahora ya no será tu amiga, ¡nunca màs! —aseveró Mandy.Ambas decidieron ir a caminar por los jardines, escucharon unos grito
Varios meses después.Abby estaba sentada en el jardín, con su prominente vientre.Denver y ella aún no elegían el mejor de los nombres para su bebé, que sería un varón.Ella sonriò al recordarlo, casi con ocho meses y medio podía sentir a su bebé moverse en su vientre, parecía ser muy inquieto.—¿Cómo debemos llamarte, cariño? Papá y yo estamos locos buscando el mejor de los nombres. Pero, quizás el màs sencillo es el mejor.Denver llegó, observó a su esposa con esas rosas.—¿Qué haces, amor? Deberías ir a descansar —dijo Denver.Ella sonrió, acarició su rostro.—¿Has pensado en un nombre? —preguntóÉl sonriò, besó sus labios.—Pensé en un nombre ¿Qué te parece Derek, se parece a Denver?Ella rio un poco, él la ayudó a levantarse.Tocó su vientre.—¿Tienes hambre?Ella asintió.—Les haré un delicioso sándwich.Caminaron adentro, cuando ella sintió ese dolor, se detuvo y su rostro se puso blanco.Denver se asustó.—¿Amor?—Estoy bien, tu hijo se ha puesto difícil.Intentó dar un paso,
Por Denver.Hoy es un buen día, han pasado cinco años desde que nació nuestro hijo.Observó a mi esposa a mi lado, sonrió, puedo recordar todo lo vivido hasta llegar aquí. Lo equivocado que estaba, alguna vez dije que estaba prohibido amarla, pero la verdad, incluso si fuera prohibido amarla, amaría a Abby màs y màs, ella es la mujer de mi vida, el amor que siempre he soñado y que mantendré en mi corazón hasta mi último día.Soy un soñador, nadie puede cambiarme. Camino al cuarto de baño, me quito la pijama y me doy un buen baño. Es el cumpleaños de mi hermano Emerson.La vieja cabaña se erige ahora como una preciosa casa de dos pisos que mandé a construir para mi esposa y mi hijo. Planeamos pronto darle un hermanito a Derek, quiere tanto tener un hermanito.Sin duda, soy demasiado feliz. Me doy un baño, cuando siento su presencia, sonriò al verla frente a mì, desnuda y perfecta, me abraza y el agua fría cae en nuestros cuerpos, la amo tanto, besó sus labios.—¿Por qué no me despiertas
Anya estaba frente a ese departamento, oprimió una contraseña en la cerradura electrónica, conocía esa clave, la puerta se abrió al instante. Ella se adentró, con pasos muy lentos, trató de ser muy cuidadosa solo por no hacer ni un ruido y conservar el aliento. Sus manos temblorosas tomaron su teléfono, lo puso en silencio, pero activó la cámara de video, estaba dispuesta a todo. Cuando esos inconfundibles sonidos íntimos resonaron en sus oídos, no tuvo duda alguna, se acercó de puntillas hasta la puerta de la habitación. No tuvo que hacer mucho esfuerzo, la alcoba estaba abierta de par en par; al entrar había una pared, debía rodearla para ver la cama, siguió muy lenta, y lo que vio a continuación le congeló el corazón. Sí, era su prometido en la cama con otra mujer, eso no le importaba tanto como la identidad de la amante. Controló sus impulsos para no saltarles encima con rabia, su sangre no era fría, pero lo intentaba, grabó el video donde se apareció muy bien el rostro de e
—¡¿Qué demonios estás diciendo, Anya?! —exclamó el hombre desesperado, la rabia brilló en sus grandes ojos, ella quiso retroceder, jamás vio a Emerson tan furioso.Sintió como se abalanzó sobre ella, capturando sus brazos, su agarre era fuerte, casi dañino, estaba fuera de control.—¡¿Por qué haces esto, Anya!? Ya me lo había advertido Bianca, y no quise creerle —dijo soltándola, ella no entendía sus palabras—; sobre que le tienes envidia y quieres apartarla de mí.Los ojos de Anya se abrieron incrédulos.Sintió que la desarmó en un segundo, sus manos, como su cuerpo volvieron a temblar, porque una parte de ella creyó que tenía razón, ¡Claro que tenía celos de la mujer que le robó al único hombre que amaba, claro que daría todo por alejarlos! Pero esas solo eran sus fantasías, nunca quiso hacerlo, porque significaba dañarlo, eso no lo soportaba, menos engañarlo.—¡Ella te engaña, Emerson!—¡Cállate! —gritó como un rugido de un león herido, la miró con odio, ella no pudo soportarlo—¡T
Los ojos de Bianca se horrorizaron al mirarse en aquel video, llevó las manos a la cabeza, lanzó un bramido, se echó a llorar, asustada.Los invitados estaban perplejos, murmurando, conmocionados, incrédulos.Bianca se acercó a Emerson.—¡Emerson, no es lo que crees! —esas palabras le repugnaron—. ¡Soy inocente! Eso es… ¡Una mentira, debe ser un video montaje! ¡Fuiste tú, Anya! —exclamó apuntándola con el dedo—¡Cállate! —exclamó AnyaEmerson estaba mirando a Chad, el hombre hundió la mirada, temblorosa, escuchando los gritos de su madre que golpeaba su espalda con furia, reclamando que arruinó su futuro.—¡Siempre has amado a Emerson como un hombre! Por eso creaste esta trampa, ¡no le creas, Emerson! Es una trampa para desprestigiarme, Anya te ama y está celosa de mí, por eso quiere separarnos —Bianca cayó de rodillas a sus pies, suplicando.—¡Aleja tus sucias manos de mí! —exclamó Emerson, ella miró su odio, se soltó de él, asustada, ese hombre que era siempre tierno y un caballero