De pie en el altar y completamente sola, Lidia Valdivieso ardió en rabia y, si bien, su madre, quien apenas se enteraba de sus sucios juegos intentó contenerla, la mujer salió corriendo como loca atolondrada y se subió en su camioneta para escapar de tan incómoda y fea situación.Se había puesto en todos los escenarios posibles, pero, jamás, en el que Lucca la abandonaba, y en el altar, por una paliducha y desabrida secretaria. Aunque algunas personas intentaron detenerla, pues no era correcto que condujera con tanta rabia en el cuerpo, la mujer salió disparada por las calles desiertas y los empleados de Santa Marta se rieron y chismosearon sobre su conducta.El pueblo era pequeño y el infierno que acababa de desatarse seria grande.Lidia condujo sin titubear hasta los viñedos de Santa Marta. Ingresó aun cuando el lugar estaba cerrado para el público y los empleados y solo media docena de guardias resguardaban la zona. Mintió para poder entrar al edificio central y se tomó todas las a
Tuvo que hospedarse en un hotel de mala muerte. Tomó una ducha y se cambió de ropa. Aunque quiso pedir algo del menú para cenar, la humillación que había vivido le había quitado hasta el apetito, pero no las ganas de vengarse y en cuanto tuvo calma para continuar, se sentó en el centro de la cama y compartió en internet el video de Margarita teniendo sexo con Lucca.En el nuevo fundo Santa Margarita, los amigos de la joven comenzaron a festejar tan importante noticia y Kun y July bajaron a las bodegas subterráneas para tomar cuanta botella de vino pudieron.Ninguna estaba etiquetada, puesto que los dueños del fundo anterior habían cerrado sus puertas de un día para otro y el trabajo había quedado estancado. Decidieron arriesgarse a beber lo que fuera y subieron otra vez hasta el salón principal para subirle el volumen a la música y bailar hasta desfallecer.Margarita se despertó algunos minutos después y por los gritos eufóricos de July, quien parecía tener un pito en vez de una voz a
Él tomó su mano y caminó a su lado en silencio. No dudaron en recorrer el lugar, pasaron entremedio de las parras y nunca dejaron de mirar el cielo.—¿En qué piensas? —preguntó ella con timidez.—En el futuro —susurró él y agregó—: En el futuro que quiero tener contigo.—Lucca —dijo ella, riéndose—. Estoy muy confundida. Me dijiste que nos casaríamos por un tiempo y que luego firmaríamos un divorcio. —Pese a la oscuridad que los envolvía, sus ojos brillaron—. Ahora todo este loco pueblo sabe que estamos casados, incluso mis padres y no puedo herir sus sentimientos, así como así. ¡Tú viste lo felices que estaban! —exclamó sofocada—. Mi madre va a decirle a todas mis tías que me casé con un hombre sexy y adinerado —indicó y agregó—: que vergüenza.—¿Y por qué tienes vergüenza? —preguntó él con seriedad.Margarita suspiró. A veces le costaba hablar con él.—¿Con qué cara le voy a decir a mis tías y a mis pobres padres que me casé contigo por un contrato laboral? —preguntó ella con ironía
—Mis abogados ya le han advertido por escrito y tiene un plazo máximo de veinticuatro horas para eliminar el video —explicó. Todos le oían atentos—. Podemos demandar por daños y perjuicios y por daño moral, y Santa Marta también puede demandar por tomar información confidencial sin autorización.—¡Hazlo! —gritó July.—Sí, lo haremos —musitó él mirando la cara de los amigos de Margarita, esos que prontamente se convertían también en sus amigos.—¡Sí! —reclamó Julieta y se acercó a él—. ¡Mi hermana no merece una humillación así! —protestó furiosa y agregó, citando a Shakespeare—: Cuidado, Lidia. Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo, no sea que te chamusques a ti misma.Todos se rieron, más aliviados por el humor suave de la hermana menor de Margarita.—Deja a ese pobre hombre descansar en paz —dijo Paula en referencia al fallecido dramaturgo y se rio—. Aunque William siempre tiene mucha razón, ojalá, Lidia se chamusque entera —gruñó.Todos se rieron felices, más alivia
Margarita viajó en compañía de su hermana, sus amigas y de Lucca hasta su departamento. Tomó una ducha con agua fría, se cepilló los dientes un par de veces y se vistió decentemente para visitar a sus padres.Tuvo que apagar su teléfono móvil cuando las notificaciones empezaron a llegar y la gente la empezó a acosar a través de las redes sociales. La cuenta de Instagram de la joven pasó de tener una cifra de dos dígitos a seis dígitos en menos de veinticuatro horas y, no solo eso, los noticieros locales no tardaron en contactarla, buscando su declaración y una entrevista.Ella se sintió agobiada, puesto que nunca había recibido tanta atención y tampoco le agradaba.Tal vez, la parte más impactante del vídeo
La llegada a la casa de sus padres fue caótica. El lugar estaba atestado por reporteros locales que buscaban conocer a la joven tendencia y los curiosos y chismosos vecinos de sus padres.Lucca cerró todas las puertas y subió las ventanas oscuras para proteger a su esposa e ingresó al terreno de los padres de Margarita con velocidad baja. Ella se cubrió la cara con un chaleco de hilo que llevaba y su corazón se agitó con fuerza cuando oyó las voces en el exterior. Su padre cerró las puertas de entrada de la propiedad y recibió a su hija en la sala, lugar que jamás usaban, pues preferían el jardín exterior, pero ese momento fue necesario para proteger a su hija.Los padres de la joven no estaban enojados, pero si confundidos y asustados. Sentí
Su madre también le abrazó y le besó la mejilla, conforme le dijo que, cuando ella era joven, hacia cosas peores y que había tenido suerte de que nadie la grabara. Margarita entonces sintió alivio de no haberlos ofendido y de no haberle faltado el respeto a su familia y se sentó entre los dos para sentirse protegida.No era que con Lucca no se sintiera así. Lo hacía. El hombre la hacía sentir segura y a salvo, pero la protección que sus padres le ofrecían era muy diferente y el corazón de la chica encontró sosiego al temor que sentía.Las risas vinieron después, cuando la Dulce Bella Princesa Leia se frotó con frenesí contra el pie de Lucca y cuando terminó de cumplir su fantasía, le orinó encima.E
En su mente, Lucca se había anticipado a llamar a algunas empeladas y que hicieran el trabajo por él, pero su esposa se veía tan feliz y conforme que no tardó en unirse a ella.Limpiaron la sala principal y ubicaron un colchón inflable en una de las esquinas. Armaron la cama con un par de sábanas y mantas y se recostaron a descansar.El lugar era sumamente silencio y oscuro, pero eso no los inquietó, muy por el contrario, los relajó.—¿Cómo crees que están tus padres? —preguntó ella sumida en esa oscuridad de campo que enloquecía a cualquiera.—Supongo que peleando —respondió él con la verdad y volteó hacia ella—. Siempre tuvieron muchas diferencias, supongo que ahora v