Ella sabía que estaba allí gracias a su hermana mayor, esa que siempre la había cuidado, protegido y amado; uno de sus sueños más grandes se cumplía gracias a ella y Julieta no podía sentirse más agradecida.
—Mi señor descansa aquí, en esta paz —dijo la joven e inhaló fuerte cuando su hermana tomó su mano y la invitó a caminar hacia el interior de la iglesia.
Para mantenerla tranquila, pues la joven estudiante quería llorar y recitar en honor a su ídolo, Margarita abrió su mochila y tomó uno de los viejos y gastados libros de Shakespeare, uno de los favoritos de Julieta y que, Margarita había puesto en su maleta el primer día.
—Durante la época en que el señor Escala gobernaba a
Tras despedirse de su familia, Margarita se entregó por completo a Lucca, quien le ofreció una hermosa luna de miel en la elegante y apasionada Inglaterra. Tuvieron diez días de romance emocionante y atardeceres cálidos.Cenaron a la luz de las velas, navegaron a la medianoche, fueron de pesca, de excursión y aventuras. Descubrieron que, no solo eran buenos en la cama y cuando de comprensión se trataba, sino que también eran compañeros de aventura y de vida.Días antes de regresar a Chile, visitaron también una de las bodegas más importantes de producción de vino del país. Margarita deseaba recorrer ese antiguo lugar y aprender un poco más de ellos.Al final, su viñedo continuaba en pañales y sabían que podía ofrecer cosa
Ella carraspeó y miró los documentos que tenía sobre el escritorio. Revolvió todo, incluso lo que tenía entre sus manos. No podía negar que estaba nerviosa, pero al ver los rostros de sus amigos, se relajó al entender que, estaba en confianza.—Bueno, el viaje fue muy provechoso y, no solo aprendimos de otros viñedos, sino que también conseguimos el oro y reconocimiento mundial —dijo Margarita, con seguridad y firmeza. Paula, quien estaba muy comprometida con el trabajo del viñedo, aplaudió feliz—. Creo que debemos empezar la producción con las etiquetas que el Decanter nos ha entregado y usar este reconocimiento para levantar las ventas. La publicidad ayudaría mucho.—Paula, ¿cómo progresan las cepas de Airen? —preguntó Lucca, inter
El lunes en la mañana, Margarita organizó su nueva casa y llevó a la perra de su marido al veterinario y a la peluquería canina.Cuando regresaba a casa, en la camioneta de Lucca, sus ojos se encontraron con un nuevo instituto que impartía idiomas. Margarita aparcó al frente del edificio renovado y miró los carteles con grandes ojos.Los primeros minutos estuvo en silencio, conforme trataba de tomar una decisión. Estaba confundida, pues no sabía sí sería capaz de aprender el idioma con tanta facilidad, pero luego recordó que debía responder ante los ingleses y que, si quería llegar lejos en el mundo del vino y las cepas especiales, debía conocer otros idiomas.Se armó de valor, agarró a la perra, su cartera y se bajó de l
Cuando se perdieron entremedio de los viñedos, donde el aroma de las uvas frescas los embelesaba con su dulzura, su padre le reveló sus verdaderas intenciones para ese primer día de celebración.—Quiero proponerle matrimonio a tu madre… otra vez —afirmó nervioso. Lucca le miró de reojo y no dijo nada. Solo acarició una hoja verde con la yema de los dedos—. ¿Crees que acepte? —preguntó—. Sé que lo arruiné todo, pero podemos volver a empezar, yo sé que…—Papá… —interrumpió Lucca—. Viejo, no puedo mentirte, lo siento —expresó—, yo no sé lo que piensa ni siente la mamá, así que tendrás que averiguarlo tu mismo —le dijo seguro y su padre le miró con los ojos vidri
Se sentaron en la mesa y los miraron sonrientes.—¿Y los enanos? —preguntó Margarita, refiriéndose a sus vivarachos hermanos menores.—La vecina va a cuidarlos —dijo su padre y olió su copa con vino.—¿Y se han divertido? —preguntó Lucca y los padres de su esposa le miraron con los ojos brillantes.—Claro que sí, hijo —dijo su suegra—. Ha sido maravilloso. Todo me ha robado muchas lágrimas y me ha regresado hermosos recuerdos. Muchas gracias.—No tiene que agradecer —respondió Lucca y Margarita le miró con enamoramiento—. Solo quería que el pueblo recuperara esta tradición, que Margarita pudiera tener otra fiesta de la
A pocos meses del inicio de clases, Margarita mostró grandes avances para con el idioma que deseaba aprender. Su esposo fue un maestro firme y la ayudó cada vez que ella lo requirió, también sus suegros, quienes fueron profesores pacientes y divertidos.Su suegra no regresó a trabajar para Santa Marta y decidió conservar su puesto en Santa Margarita, junto a su único hijo y su hermosa esposa, además, estaba impaciente porque los nietos llegaran y quería ser la primera en conocer la gran noticia.Su esposo, claro, tuvo que respetar sus decisiones. Si bien, volvieron a vivir juntos como en los viejos tiempos, sus caminos se dividían cada día al despertar, pero aquello resultó positivo para los dos, puesto que la distancia por largas horas les ayudaba a extrañarse, aunque fuese en lo más
Esa noche, tras cenar y bailar con sus colegas, Margarita llegó al hotel en el que se hospedaba arrastrando los pies. Cayó rendida en un profundo sueño en cuanto su cuerpo tocó el colchón y, al otro día se despertó agitada, lista para continuar con una segunda jornada.Ese día era más apretado que el anterior y su asistente ingresó a su cuarto con el desayuno. No tendrían tiempo de desayunar tranquilas y debían alistarse para participar de la esperada cosecha.Margarita pensó que había bebido mucho la noche anterior y se sintió mareada en cuanto se levantó de la cama. Se dio un par de tumbos por los muros del dormitorio y se encerró en el baño para bañarse y recomponerse.Mientras el agua caliente le tocaba la nuca
Margarita tuvo un embarazo de lo más normal. Apenas sufrió de todas esas complicaciones que las otras mujeres decían haber padecido y, todas las advertencias de su médico sobre posibles pérdidas o partos prematuros quedaron en nada cuando logró llegar al segundo trimestre con una sonrisa feliz en sus labios, y una prominente panza que destacaba sobre su flacucho cuerpo.Ella no dejó que su embarazo le restara puntos para con su trabajo y caminó con tacones de quince centímetros hasta los nueve meses. Margarita se encargó de especializar un tercer idioma para destacar en las ferias de vinos que tanto le apasionaban y, mientras su primer hijo crecía en su interior, usó vestidos elegantes que la hacían lucir la mujer más hermosa de todo el lugar.Asistió a ferias dentro del pa&iacu