No sé si estoy arriesgando mi propia vida en esto, lo que sí sé es que este hombre me excita y mucho, por eso, me muevo un poco intentando contabilizar mi resistencia sexual, porque con Arnold iré a deportes extremos.
— Querida, no lo pienses tanto, te recuerdo que todo lo que vamos a hacer será placentero. — dice Arnold sonriéndome de forma pervertida.— Eso es cierto, pero, debo pensar las cosas, es mucho tiempo de desgaste y no quiero sufrir de un infarto o herir mi intimidad por tu perversión.— ¿Mi perversión? Querrás decir nuestra perversión. — dice Arnold sonriéndome.— No tengo tanta excitación como tú, Arnold. Así que, yo sí sé cuándo detenerme. — digo y Arnold me observa divertido.Es como si en estos momentos se determinara a hacerme tan pervertida e insaciable como él. Pero,Mi corazón se acelera y no es por la excitación que pueda sentir, si no, porque Arnold se ve muy molesto debido a lo que hemos hablado, por eso, ese hombre no hace preguntas y habilita la primera habitación que está disponible para abrirnos la puerta al punto que Arnold pueda pasar sin problemas.— Espera un momento, por favor. — imploro preocupada por mi propia seguridad.— No, Eva. No voy a darte ni siquiera un segundo, me has dejado en claro cuáles son tus miedos y yo voy a mostrarte que eso es lo que menos te debe preocupar.— Arnold, no sé cómo ayudas a superar tus miedos pero…— Estamos solos, Eva. Así que, hablemos bien las cosas. — dice Arnold lanzándome a la cama.El material de la cama me hace rebotar mientras yo siento que mi corazón está a punto de estallarse, sobre todo, porque la mirada de Arnold es tan terrorífica que
Mi corazón se acelera, lo reconozco, pero, sé que no puedo involucrar las emociones con Arnold, cuando mi vida es incierta. Ha sucedido antes, un hombre me ha aparentado ser bueno para mí y cuando le entrego todo mi amor, soy desechada.Ya he sido lastimada por promesas similares, así que, lo mejor es que me aleje tanto como sea posible de cualquier sentimiento que Arnold me haga sentir. Porque quizás ahora sea valioso para él, pero, ahora que hemos tenido sexo, las cosas pueden cambiar.— No hagamos las cosas demasiado serias cuando sé que vamos a aburrirnos. Nosotros somos tan diferentes que no vamos a durar.— ¿Por qué tienes que ser tan negativa?— Solo estoy contando los hechos, vamos a aburrirnos y…— ¿Eres así porque incluso las mujeres que aseguraron ser tus amigas te han fallado, Eva? ¿Crees que yo te haré eso?— No lo
Si antes existía la posibilidad de que terminemos juntos amándonos plenamente, sin miedos, ataduras o preocupaciones, esas se han ido completamente al olvido con las palabras que ha mencionado.— ¿Qué has dicho?— ¿No has escuchado que nadie sale del negocio? Uno solo muere y ya.— Espera un momento… yo no tengo un punto de referencia para tener ese conocimiento, yo no me relaciono con mafiosos, pero, si ese fuera el caso, ¿Por qué estaría yo en el negocio si no vengo, compro o hago algo que me haga ser parte activa de eso?Arnold me sonríe e incluso se queda a mi lado disfrutando del impacto que su respuesta va a causarme, porque este hombre, parece guardar sus mejores armas en un lugar donde un solo toque lanza el disparo a una región sensible que deja a uno al borde de la muerte.— Porque eres mi mujer, eso lo has sellado al permitirme entrar en ti.&
Arnold no bromea con tenerme completamente sin importar el método, porque aun sabiendo que no quiero ser parte de su negocio ni mucho menos ser su obsesión, continúa narrándome todas las cosas que sería capaz de hacer por mí.Unas que son tan violentas que me angustian mucho. Porque Arnold solo ha empezado con el secuestro, su experiencia causando tanto dolor, le ayuda a tener un repertorio tan amplio que temo por cualquier cosa que puede usar en mi contra.— Por favor, no me hagas daño. — susurro.— No lo haré si no me haces perder la cordura, Eva. Porque esta vez, no voy a conformarme solo con tus tratos a medias.— Yo… puedo ser una buena empleada. Si me lo permites, te cocinaré y cuidaré si es eso lo que deseas, pero por favor, no me involucres en esto, te lo pido. — digo llorando.Arnold usa sus dedos para enjuagar mis lágrimas, solo p
No puedo entender como puede ser posible que yo me oriné cuando el control de mis esfínteres lo aprendí siendo una niña. Sin embargo, aunque eso es importante, no creo que sea tanto como lo que estoy aceptando cuando debería odiar al hombre que acaba de confesarme que solo muerta voy a librarme de él.‘Esto es vergonzoso.’ Me digo mentalmente mientras cubro mi rostro completamente agotada.Con vergüenza espero el olor a orina y las recriminaciones de Arnold, pero, ese olor no llega y las quejas de Arnold son reemplazadas por risas mientras retoma sus ataques salvajes que no me ayudan en lo absoluto.— Parece que no quieres estar conmigo, Eva. Pero, no es así.— Claro que no deseo estar contigo, ¿acaso tanto sexo te ha hecho olvidar que estoy aquí en contra de mi voluntad?— Si no te gusta el hotel puedes decirme, lo cambiaremos ahora mismo para que no estes en c
Arnold es un buen maestro, me explica detalladamente que significa un squirt y como pudo causarme este sin yo poder notarlo, es por eso, que me lleva a la habitación donde mientras me limpia y besa, me explica todo a la perfección.El problema es que mientras lo hace toca de más y por eso terminamos en un sexo lento y extasiante que nos obliga a comer después de tanto desgaste. Ni siquiera sé cuántos orgasmos he tenido— Si seguimos así vamos a morir por el agotamiento.— Puedes decirme si quieres parar, yo te dejaré descansar. — dice Arnold.— ¿Acaso no te cansas? — pregunto confundida.— ¿Quieres que te responda porque no me canso?— La práctica hace al maestro, ¿no es así? — pregunto y él suspira profundo.— Si no quieres saber la respuesta, lo mejor es que no preguntes. — dice Arnold
Camino rumbo a mi casa, he terminado tan tarde el trabajo que no hay autobuses que pueda usar y los taxis están fuera de mi presupuesto. Por eso, con mucho miedo camino por las calles de Nueva York implorando que no sea una de las miles de mujeres que aparecen muertas y no saben porque.Sin embargo, aún estoy lejos de mi destino cuando escucho unos disparos que me hacen correr aunque me siento extremadamente agotada. El miedo, me hace ver cosas que no son y las ganas de vivir son tan grandes que corro más rápido de lo que estoy acostumbrada.Pero, la suerte no parece estar de mi lado. Porque choco con alguien que huele a pólvora y sangre. Por la rapidez con la que corría, el impacto me hace rebotar y caer al suelo. El hombre me observa sorprendido y yo retrocedo con temor al ver como de sus brazos sale sangre y ni siquiera así suelta sus armas.— Perfecto. — dice él acercándose a mí.— Por favor, no me haga daño. — digo intentando correr, pero, él me agarra con brusquedad y me pega a
Me he concentrado tanto en mi trabajo que cuando llego a mi casa grito al ver aún a mi visita inesperada acostada en mi cama.— ¡¿Qué pasó?! — grita él apuntándome para después suspirar profundo.— ¿Qué haces aquí? — pregunto molesta.— ¿Me estás echando acaso?— Debes marcharte, este es mi espacio y contigo aquí no tengo donde dormir.— Puedes dormir a mi lado.— ¿Eres mi esposo, señor? Porque solo los esposos duermen juntos.El hombre que parece muy cómodo en mi casa, me sonríe, pero, no se molesta en alejarse de mi cama o marcharse, porque se acomoda más como si no estuviera herido.— Entonces eres virgen. — dice él en tono burlón.— Si soy o no virgen no es tu problema.— Tienes razón, no es mi problema. Parece que estás molesta porque me encuentre aquí.— No te conozco y es evidente que eres alguien peligroso, por eso no te quiero aquí. Si vienen tus enemigos, nos matarán y nadie podrá salvarnos.— No te preocupes, ya vamos a marcharnos, solo te estaba esperando.— ¿Marcharnos? ¿