El lugar donde Anthon estaciona es magnífico y está lleno de muchas personas, por lo que, me alegra no estar solos, aunque me angustia un poco por la posibilidad de resultar heridos al exponernos.
— ¿Estará bien si entramos a un lugar tan lleno? No quiero que nos hagan daño cuando tenemos al pequeño George con nosotros.— ¿A qué le temes? Tiene un padre que es juez y como diversión tortura, también tiene un primo/tío que es jefe de la mafia y una prima/tía que es buena asesinando con los ojos cerrados. El niño está más protegido que el presidente de Estados Unidos.— ¡Arnold, deja de mencionar eso que hice…!— Baja la voz, despertarás a George. — dice Arnold y yo respiro profundo.De inmediato, cubro mi boca y lamento mentalmente por olvidar algo tan importante, pero, el pequeño duerme plácidMi corazón se acelera frenéticamente ante sus palabras. Sí, estaba hablando de él, pero me llena grandemente comprender que él está cambiando internamente y que Arnold siente que yo soy el motivo o la causa de ese cambio favorable.Uno que disfruto materializarse porque estoy segura de que el Arnold que conocí, no sería capaz de algo de este tipo.— Me siento bien porque sé que me estás ayudando a tener una mejor versión de mí. Una que se siente feliz por verte sonreír y quiere romperle el cuello a cualquiera que te haga pasar un mal momento. Hablo en serio con ambas declaraciones. — dice Arnold advirtiendo con la mirada a todos a su alrededor.— No se preocupe, señor Krick, su prometida causa miedo sin esas amenazas, sino que lo digan los que estuvieron en el hospital. — dice Andrés y yo pienso en cerrar su boca por ser tan comunicativo.
Arnold me observa aturdido y después, su mirada cambia tanto que parece al video donde el gato descubre que la parte roja de la sandía sabe mejor que la parte blanca y verde de la cascara.Sus pupilas cambian tan rápido de tamaño y la forma en que me mira está tan llena de lujuria que solo puedo reír un poco cuando mira hacia abajo para saber si ya vamos a bajar pronto.‘Oh… me llenas de orgullo, Eva. Finalmente dejaste el miedo para experimentar el verdadero placer.’ Me dice mi mente y yo reafirmo mi pensamiento.Lógicamente puedo darle muchas cosas como agradecimiento, pero, siendo honesta conmigo, siento que la mejor forma de hacer mi cumpleaños especial, es tener sexo con el hombre con el que he consolidado un vínculo.Sería su regalo, pero sé que yo disfrutaré más que él, porque no hay algo más magnifico para mí que tener sexo co
Nos encontramos en la noria, se supone que deberíamos mirar a nuestro alrededor, para disfrutar de la vista, pero, nos resulta más interesante lo que estamos haciendo y por eso, dejo que él me tome completamente.Porque aunque es mi secuestrador, en estos momentos es lo que más deseo, yo necesito a Arnold y todo el placer que él puede darme. Es por eso que no me quejo cuando me impide que tome su magnitud con mi boca.— Está bien, es un reto que tomaré después. — susurro y Arnold me sonríe mientras sus dedos húmedos por mi orgasmo, acarician mi labio inferior.— No sabes cuantas veces he soñado y pensado en este momento.— ¿Querías follarme mientras estábamos en la noria?— Yo quiero follarte en todas partes, Eva. Ese beso de esa noche, solo fue un incentivo que me hizo imaginar muchas cosas más y ahora te lo daré. &md
Lo sé, soy consciente que todo lo que acaba de decir es algo que él puede hacer realidad y por ello, lamento lo que mi boca dijo sin mi respectiva autorización. Porque Arnold se inclina sobre mí para atacarme tan fuerte, que él envuelve sus brazos en mi cuerpo para poder estar pegado a mi cuerpo a pesar de los ataques que amenazan con sacarme de la cabina.Su ataque salvaje está a otro nivel, porque por mucho que yo me preparara psicológicamente a su respuesta, esto va más allá de lo que esperaba, por eso, no puedo evitar gemir mientras imploro que no nos escuchen.‘Si no lo hacen, será un milagro.’ Me digo mentalmente.Intento decir algo, pedirle que sea más gentil, pero de mi boca salen sonidos cortados que son casi silenciados por los gemidos que salen de lo más profundo de mi garganta. Arnold, deja de abrazarme con uno de sus brazos, para cubrir mi boca mientras é
Sus palabras deberían alertarme, porque por mi decisión abrupta no pensé en las consecuencias de ello, pero, estoy tan perdida en las sensaciones que experimento que ni siquiera soy capaz de pensar en algo cuerdo ahora.Pero, no puedo culparme por eso, porque el cuerpo atractivo de Arnold esta frente a mí mientras su fuerte y grande mano se aferra a la punta de su polla de la que todavía parece salir ese semen que estuvo a nada de entrar en mi cuerpo.‘¿Acaso quieres un hijo de Arnold? ¿Cómo pudiste ofrecerte así cuando las consecuencias pudieron ser enormes?’ me pregunto mentalmente.— Habla, Eva, porque no quiero que me culpes por un embarazo cuando te estoy avisando que esta maniobra que he hecho, no va a repetirse. No tengo suficiente control para usarlo una segunda vez.— Buscaré el método anticonceptivo y después de eso retomaremos esto. — digo
Los chicos fingen no verme y yo tensiono mi cuerpo, porque es evidente que ellos se han dado cuenta que no estábamos hablando cuando estábamos en la noria, mi vestido arruinado y nuestros rostros después del sexo nos impide vernos de forma diferente.‘Ese sexo fue intenso y dudo que sea el final.’ Me digo mentalmente.A Arnold le importa lo que sus hombres puedan pensar, pero yo me avergüenzo un poco porque me opuse a relacionarme con él y terminé dándole sexo como regalo de cumpleaños. Un regalo que él nunca rechazaría.— Deja de darle importancia.— Están con sus familias, es vergonzoso que ellos se hayan dado cuenta de ello. — digo avergonzada mientras Arnold continúa caminando rápido sin dejar de soltarme.— No te preocupes, no se dieron cuenta.— Fingen no notarlo.— Eva, ellos tienen sexo y mucho.&mdas
No sé si estoy arriesgando mi propia vida en esto, lo que sí sé es que este hombre me excita y mucho, por eso, me muevo un poco intentando contabilizar mi resistencia sexual, porque con Arnold iré a deportes extremos.— Querida, no lo pienses tanto, te recuerdo que todo lo que vamos a hacer será placentero. — dice Arnold sonriéndome de forma pervertida.— Eso es cierto, pero, debo pensar las cosas, es mucho tiempo de desgaste y no quiero sufrir de un infarto o herir mi intimidad por tu perversión.— ¿Mi perversión? Querrás decir nuestra perversión. — dice Arnold sonriéndome.— No tengo tanta excitación como tú, Arnold. Así que, yo sí sé cuándo detenerme. — digo y Arnold me observa divertido.Es como si en estos momentos se determinara a hacerme tan pervertida e insaciable como él. Pero,
Mi corazón se acelera y no es por la excitación que pueda sentir, si no, porque Arnold se ve muy molesto debido a lo que hemos hablado, por eso, ese hombre no hace preguntas y habilita la primera habitación que está disponible para abrirnos la puerta al punto que Arnold pueda pasar sin problemas.— Espera un momento, por favor. — imploro preocupada por mi propia seguridad.— No, Eva. No voy a darte ni siquiera un segundo, me has dejado en claro cuáles son tus miedos y yo voy a mostrarte que eso es lo que menos te debe preocupar.— Arnold, no sé cómo ayudas a superar tus miedos pero…— Estamos solos, Eva. Así que, hablemos bien las cosas. — dice Arnold lanzándome a la cama.El material de la cama me hace rebotar mientras yo siento que mi corazón está a punto de estallarse, sobre todo, porque la mirada de Arnold es tan terrorífica que