-¿Quién te dio permiso a entrar?- gruño con mi rostro rojo de rabia y molestia hacia el hombre parado en la entrada de mi casa.
-¡No te estreses! Andrew- su voz relajada me está causando que le restriegue el rostro por las piedras que están a las afueras de mi casa –Solo quería venir a saludar- su mano quiere ser colocado en mi brazo y es quitada rápidamente antes de que por lo menos se acercara.
-Soy capaz de matarte y no me interesa que tu padre venga a buscarme- mi pose fuerte esta saliendo a flote. A cada esquina tengo a mis amigos y ellos tienen sus brazos cruzados esperado por una batalla que no se ha desarrollado.
-Solo quería venir a saludar a tu visita- mi entrecejo se frunce y él sonríe con suficiencia.
-Yo no tengo visita- le respondo sin abrir casi mi boca.
-¿Cómo qué no?- vuelve a sonreír y trata de mirar por encima de mi hombro, algo que no logra porque suelo ser más alta que él, incluso más alto que su padre. –Algunas personas hablan, Andrew. No me estés escondiendo a la cosita bonita que tienes en tu casa- la arrogancia desaborda por sus labios y estoy dispuesto a borrarla cuando mi brazo es tocado por la mano de Christine. Nadie tiene el derecho de llamar de esa forma a Victoria, solamente yo puedo.
-Nadie está en casa, creo que ya conoces a Katherine y a Susan- me cruzo de brazos –Y creo que ya conoces a las parejas de ellas, porque si vienes por alguna de ellas, dejare que alguno de ellos- señalo a mis amigos a mis espaldas que están ya con sus ojos casi negros –Te destroce- ladeo mi cabeza.
Veo su mandíbula apretarse y sus dientes chillan cuando son apretados y movidos. –No juegues con fuego McGregor- la forma en que dice mi apellido me hace sentir feliz.
Ese imbécil sabe de lo que soy capaz de hacer si le coloca una mano encima a cualquiera de las personas que están a mí alrededor, y puede que incluso sea peor si sus manos van a Victoria.
-Vendré de nuevo, Andrew y espero que no me mientas como lo estás haciendo hoy- su cuerpo se gira y dos de sus amigos van detrás de él como perro sobre su hueso.
Observo cuando el desaparece por los grandes árboles para poder cerrar la puerta -¿Cómo lo sabe?- pregunto casi en un susurro a mis amigos que están tan desorientados como lo estoy yo por la visita de Miracle.
-Ella es una Dankworth- recuerda Christopher –Puede que supieran del trato- vuelve a decir pero por un momento me siento aún más desubicado.
-Recuerda lo que nos dijo Victoria, si es como ella dice y él es el novio de Antonella Dankworth, es posible que se lo dijera- ordeno mis pensamientos mientras estamos de camino hacia la cocina.
-Están en la habitación asignada para ella- me recuerdan y es cuando me vuelvo a sentar en la mesa del comedor.
-¿Cómo supieron que era la elegida?- mi pregunta, la que había quedado rezagada vuelve a estar sobre la mesa como una carta de ultimo tiro.
-Por mi parte no me di cuenta a la primera- Christopher se encoge de hombros como apenado de lo que va a decir –Susan tuvo que pasar por delante de mí como unas veinte veces para poder mirar en su dirección- su rostro de arruga en una mueca divertida.
-Es extraño porque siempre me habían dicho que cuando llegara sentirías una atracción a millas de distancias y siempre querrías tener las manos encima de ellas, pero aunque es una total verdad no me paso así- continuo ahora Christine –Me costó verla o por lo menos aceptar que lo que estaba revolucionando mi sistema se debía a una mujer-
-Mujer humana- termina de decir Christopher –Si ya de por si una mujer lobo es difícil, imagínate tener que confesarle a una humana que eres lobo y explicarle lo que es ser una mate-
-Pero aunque hemos estado viendo la manera en que actúas con Victoria a tu alrededor, creo que la tienes más difícil lo que nosotros pensamos- concluye mi amiga y vemos a Christopher abrir la boca.
-Creo que tienes un tema más delicado ¿Cómo le vas a explicar a la vampira que tienes cautiva por un trato de hace 250 que ella es tu luna?- mi saliva me hace ahogar.
-Ella no puede serlo, debe ser una atracción puramente carnal- me levanto de golpe y mis brazos se agitan en la distancia.
-¡Carnal! ¿En serio no estás diciendo eso? No hay ni sinceridad en tu voz- me reprocha Christine acercándose hacia donde estoy. –Carnal es acostarte con una mujer cualquiera sin sentir nada-
-Carnal es ir a un bar y tomar a una mujer- continua él.
-Lo que tú estás haciendo no es nada carnal, Andrew- dice ella haciendo que me gire a mirarla –Están retándose cada minuto que se paran de frente y nunca te he visto ponerle una mano encima o alzarla para reprenderla, es como si cada una de las acciones que hace ella, te motiva-
-Eso no es nada carnal- vuelve a murmurar mi amigo.
Mis manos se unen por encima de mi cabeza y cierro mis ojos ¡Carnal!
-¿Todos está bien?- la voz de Kathe me hace abrir los ojos, Christine esta acercándose a ella y dejando un beso en la cima de su cabeza.
-Claro que si preciosa, claro que si- la manera en que ella está abrazando a la pequeña mujer me revuelve todo mi propio sistema, si mi sistema, porque es imposible que sean mis sentimientos.
-Susan esta con Victoria- mi amigo asiente y va por el pasillo hacia la habitación en donde deberían estar las dos mujeres. Las otras dos lo están siguiendo mientras yo poso mi frente a la pared.
-No puede ser eso- murmuro con mi puño pegado a la pared.
-Es ella, y no me has querido escuchar- gruñe mi lobo y mi espalda ahora es la que está a la pared.
-¿Eso es lo que me has querido decir todo este tiempo?- un gruñido es la única respuesta –Ella ni siquiera sabe que soy un lobo y menos un Alpha- porque todo tiene que ser tan complejo.
-No dirá nada- el chico le dice al hombre detrás del escritorio.
-¡No sabes hacer nada Nathan, nada!- se levanta con la furia reflejada en sus ojos y está dando la vuelta al escritorio -¿Así es como quieres ser mi sucesor?- un trago de licor directamente de la botella es pasado por la garganta del hombre adulto.
-¡No digas eso! he luchado para obtenerlo- se levanta de golpe y es sentado con la misma rapidez.
-No me estas dejando otra opción, Nathaniel- le reprocha rápidamente el padre del joven –Andrew podría vencerte con los ojos cerrados-
El bramido del joven se escucha por toda la oficina mientras que el hombre lo mira impasible, sus pasos dan fuera del lugar y a grandes zancadas quiere terminar saliendo de allí.
-Nunca me toma en cuenta- su mano se restriega por sus labios y barbilla con molestia, sus fosas nasales se ensanchan con cada respiración fuerte que da –A casa de Antonella, necesito verla- le comunica al chofer cuando entra al auto color negro –Necesito estar dentro de ella-
-Andrew- susurraba cerca de mi oído para levantarse lentamente, podía escuchar el latir de mi corazón acelerado mientras la sentía encima de mí. Sus piernas a cada lado de mis caderas y sus movimientos de adelante hacia atrás estaban logrando que perdieran la razón.-¡Oh!- mis labios se abrieron y solté un gruñido, mis manos se apretaron en sus muslos tratando de aguantar mucho más tiempo. Ella necesitaba que durara mucho más.Mi miembro estaba tan dentro de ella que podía sentir lo apretada que estaba.-¡Más! ¡Dame más!- su cabello negro caía en cascada delante de ella creando un velo mientras subía y bajaba, su sudor podía verse entre el valle de sus pechos.Mis caderas comenzaron hacer un movimiento tratando de emparejarse a ella, mientras ella bajaba yo empujaba hacia arriba causando un ri
Vivir en un castillo no me hace ser la persona más atlética que existe, pero cuando caiga la noche estaré perfecta para cualquier situación que se me avecine. Mis pies están molestándome, no soy una de esas vampiras que andan rápido, puedo leerte la mente con solo poner mi mano o incluso hacer que puedas ver el futuro.La sudadera aun esta encima de mi cuerpo para evitar que algo se pueda enredar en mí, las ramas pueden ser muy engañosas. Lamento no haber tomado un poco de la sangre cuando estuve en la casa se Andrew, pero si tan solo hubiera pisado la cocina puedo estar segura que él me tendría un ojo encima al buscar las mil maneras de confesar lo que mi padre estaba pasando.No entiendo mucho el camino que debo recorrer porque no sé cómo fue que llegue aquí, pero cuando pueda encontrar la ciudad mi ubicación puede mejorar, desde all&ia
-Vamos Gustav- el brazo del hombre estaba puesto en el reposa brazo de su sillón de cuero marrón. Este niega efusivamente aunque no sentía que podría aguantar un poco más.-No- el murmuro sale de sus labios e inevitablemente es golpeado.-¡Gustav! ¿Te gusta ser lastimado?- la pregunta vuelve a llegar y el hombre vuelve a negar pero aun así baja la mirada -¿Tu hija vale tanto?-el tono de burla del hombre decía mucho más de lo que se puede considerar –Es una Dankworth, tan mala como lo soy yo--Mi hija no es como tú- sus palabras no eran muy altas y por no decir que eran poco escuchadas por el hombre al cual le interesaba poco el bienestar de Gustav.-Tu mujer era tan asesina como yo- su sonrisa de lado era lo más desagradable que el hombre podría mirar. Su mirada dio directo al suelo con molestia y rabia desbordando de su
-¡Oh Dios!- entraba y salía de la mujer debajo de mí, sus gemidos me alentaban a continuar en mi faena –Más fuerte- murmuro mientras se extendía más en la cama.-Amor- susurro cerca del cuello de la mujer mientras mis embestidas eran cada vez más fuertes y duras, mis manos estaban a cada costados mientras sus piernas apretaban mi cintura. Toque el lado suave de su piel y fue bajando poco a poco hasta llegar a su muslo y alzarlo para llevarlo a mi hombro.-¡Joder!- sus pupilas se dilataron grandemente mientras veía a la mujer debajo de mi recibir todo mi placer –Acércate- me susurro lo mejor que pudo y nuestras bocas se buscaron hasta unirse en un beso desenfrenado. Estaba tan llevado por la sensación de estar dentro de la mujer que inevitablemente me des coordine y mi miembro termino afuera de ella –Maldita sea Nathan! Siempre es lo mismo- me termine
-Victoria- las palabras estaban saliendo de mi como una súplica, casi un ruego y saben algo, nunca le he rogado a nadie, pero dudo mucho no hacerlo al amor de mi vida.-Eres un lobo Andrew, yo soy una vampira, eso es rematadamente imposible- me dice ella mientras está sentada en la cama dándome la espalda sin querer mirarme realmente.-¡Joder Victoria!- me levanto de golpe y me siento en el otro extremo dándole la espalda a ella –No niegues que no sentiste eso- comento tratando de hacerle espacio a mis palabras, pero trato de hacer la seña hacia los dos.-¿Eso?- su tono sale más como pregunta que como reproche -¿Qué es eso para ti? No te estoy entendiendo Andrew- ella se levanta por el movimiento de la cama. Hago lo mismo pero me quedo desde el otro lado de la cama mirándola fijamente.-La necesidad interior, este sentir fuerte- agito
Ella está bajando delante de mí, como si nada de lo que ocurrió en la habitación paso. No me molesta en lo absoluto, ella sabe que me pertenece tanto como yo le pertenezco a ella, le va a costar un mundo entero per yo estaré allí para esperarla. Ya de por sí he esperado mucho tiempo.Mis amigos están sentados en la gran mesa junto a la mujer de servicio, hay otra mujer allí además de ellos y eso me está incomodando ¿Quién es? ¿Qué hace aquí?La mujer se levanta y viene corriendo y se engancha en los brazos de Victoria, quiero gruñirle que se le aleje pero estoy seguro ella terminaría molesta de mi actitud desagradable por no sé quién.Mi ojos se entrecierran hacia ella, una tos me saca de mis pensamientos y me giro para mirar a Christopher que mueve su cabeza hacia un costado. Ella s
Estoy molesta, molesta. No debiera estar pero creo que tengo todo el derecho de estarlo ¿Por qué se fue y me dejo? No se supone que yo tendría que ir con él, ¡Oh no! Claro que no, él siempre tiene que ir con sus amigos a todos lados. Que si Christopher, que si Christine, que si Katherine, que si Susan. ¡Okey no! Esas dos últimas no tienen nada que ver, ellas me caen bien dentro de lo que cabe.Pero siempre quiere estar tirándosela de héroe delante de mí, entiendo que no necesariamente sea por mí. Pero ¡Hey! No estoy pintada en la pared como para que me deje a un lado.-¿Qué te pasa?- escuchó la voz a mi lado. Elisa está mirándome con una sonrisa. Giro mi cuerpo y la veo sentada en la cama. ¡Mierda! No puedo ver la cama de la misma forma.Entiendo que tengo que dejar algunas cosas claras, pero entre esas no q
-Alfa- la suave voz de Christine se vuelve incluso más baja de lo que habitualmente es. Ella está mirando hacia mí. Mi mano se agita y apunto a Christopher para que camine en la otra dirección.La noche está muy oscura pero aun así aprovecho que puedo distinguir a mí alrededor. Veo como Chris está corriendo hacia donde le había comunicado mientras Christine está mirándome de nuevo, apunta la otra dirección y ahora los tres estamos ubicados en zonas diferentes.La estrategia es entrar por los tres lados diferentes. Debo mantener el silencio y caminar lo menos ruidoso posible ¿Cómo lo hare? No lo sé, yo parezco un gigante y todo lo que piso parece que sonara de aquí a mil millas. Algunas luces están encendidas pero me parece algo poco profesional que tengan a Gustav en el piso superior.Según cómo act&uacu