Para alguien como Eagle, tener un orgasmo o simplemente sentirse bien con solo unas caricias sobre su miembro era algo complicado, pero eso era en otra situación. Con Scarlet haciendo ese trabajo como que la cosa era diferente. Estaba con los ojos fuertemente cerrados, su cuerpo tenso, sudando a pesar de su piel estar húmeda, su boca ligeramente abierta soltando su caliente alientos sobre el cuello de la mujer, y lo mejor, su cadera comenzaba a acalambrarse dado que sí, su orgasmo estaba rayando y a punto de venir.
Dios, y era tan bueno que se estaba volviendo loco, completamente loco. Definitivamente la realidad superaba con creces todas las fantasías que había tenido en su mente. Scarlet era mucho mejor.Las manos de ella se movían constantemente sobre su miembro de arriba abajo, rozando su glande de una forma excitante arañándolo con sus uñas suave. Y eso lo tenía en la gloria. Eagle contenía su cadera para no embestir, algo que le dictaba su cuerpo, que decía. Quería arranEagle necesitó algunos minutos de más antes de poder salir del baño público con sus pensamientos medianamente en orden y con la excitación a raya. Todavía la sensación de las manos de la mujer recorriendo su cuerpo era muy vivida y temblaba ligeramente ante las olas de calor que podían asaltarlo de nuevo. Pero no, tenía que tomar control sobre él mismo.Aunque cuando salió se dio cuenta que ni Scarlet ni Rufus estaban en la mira. Debía haber vuelto a sus puestos. Respiró aliviado al menos por el momento. Todavía no sabía cómo mirarla a la cara. No es que no estuviera acostumbrado a este tipo de situaciones donde las mujeres le hacían hasta mamadas y él después podía seguir hablando como ellas como si anda hubiera pasado, es que era la primera vez que lo hacía con alguien que le gustara de verdad.Pero para su sorpresa, cuando regresó no encontró a nadie. Su puesto estaba vacío. Frunció el ceño. Por alguna razón tenía un mal presentimiento. Se acercó y miró por los alrededor pa
Zieg no podía creerlo. AL fin, y después de todos los problemas por los que había pasado, la mujer que lo volvía loco estaba en sus manos. Era un logro que no se creía. Desde el primer momento en que la había visto supo que la quería en su cama, pero la maldita se había resistido tanto que comenzaba a mermarle la paciencia.Pero la espera no iba a ser eterna y aunque había fallado miles de veces, el resultado de su insistencia era que ahora la tenía bajo él, mostrando su deliciosa piel dispuesta a ser tocada y saboreada por él.-Hermosa- dijo pasando sus dedos a lo largo de su cuello- Realmente hermosa. Soy un hombre feliz por poder tocar este maravilloso cuerpo. Tienes que sentirte orgullosa que serás mía de una vez por todas.Zieg vio como ella todavía mostraba resistencia pero no duraría mucho, ella estaba aturdida y mareada, que mejor momento. Sus manos se desplazaron hacia uno de sus pechos y lo apretaron por encima de la tela con fuerza. Una mueca de dolor se posó en
Eagle se encargó de cargar a Rufus entre sus brazos mientras sentía a Scarlet caminar detrás de él. Los dedos de ella aguantaban el borde de su camisa y no parecían querer soltarlo. Ella no había dicho una palabra desde que la había rescatado y estaba inusualmente tranquila y mantenía su cabeza baja. El impacto de ser casi violada debía haber sido severo.Ambos entraron al taxi que había pedido y se dirigieron a la casa de ella. Al entrar Eagle llevó a Rufus a su cama y lo acomodó allí recibiendo un lametazo en la mano por parte del can. Soltó un leve gemido al posicionar su pata herida pero nada más. Eagle miró el reloj. Ya eran las 7 de la noche. El ajetreo del durante la mañana y tarde, y el hospital les había tomado casi todo el día. Había recibido un mensaje que ya estaban procesando el auto de ella por lo que pronto lo traerían
Scarlet no estaba acostumbra a dormir con alguien. Generalmente lo hacía sola dado que no tenía pareja. Lo más acompañada que lo hacía era con su perro, pero nada más. Pero esa noche realmente necesitaba estar acompañada. Sentía que si cerraba los ojos volvería a ver el rostro de Zieg delante de ella golpeándola y tocándola.Agradeció que Eagle estuviera con ella. Estaba asustada aunque no lo mostrara mucho. Y a diferencia de otras personas que solían alejarse del sexo opuesto tras una agresión sexual, ella se sentía cómoda, al menos al lado de Eagle. Quizás porque sabía que no la iba a formar en su estado.Así que cuando terminaron de comer ambos subieron las escaleras en dirección al cuarto de ella cuando escucharon el ladrido de Rufus en la punta. Él no quería quedarse solo. Eagle dio media vuelta y le acarició la cabeza al perro.-¿Tú también quieres dormir con nosotros?- le sonrió.El perro ladró y movió la cola. Eagle miró por encima del hombro a Scarlet que asinti
Scarlet llevaba mucho tiempo que el sueño lo consideraba descanso a medias. Realmente aunque se acostaba no podía dormir lo suficientemente cómoda como para levantarse y estar completamente renovada. Pero ahora, cuando abrió sus ojos la sensación fue completamente diferente. Había dormido como nunca en su vida y de cansancio hacía cero.Pudo ver por el rabillo del ojo cuando enfocó su visión que ya eran las 11 de la mañana, así que había dormido bastante y se imaginó que realmente lo necesitaba. Lo mejor de todo es que el malestar que sufría el día anterior dado el intento de violación como que se había esfumado.Su piel ya no picaba en asco, las imágenes no volvían a su mente una y otra vez, y quizás era debido al joven que estaba debajo de ella. Porque si, había dormido después de todo el resto de la noche sobre él. Solo concentrándose en los fuertes latidos de su corazón y de su agradable olorLentamente y para no despertarlo se fue incorporando escuchando como Rufus pro
La película transcurría en la pantalla del enorme televisor de la sala más las dos personas delante de este no le prestaban atención. Scarlet concentraba su atención en las páginas delante de ella. Por su parte Eagle simplemente la miraba, la estudiaba, se deleitaba con observarla.La forma en que mordía su labio inferior, como su pecho subía y bajaba anunciado que su respiración era algo más fuerte que lo normal, como apretaba sus muslos y del ligero, muy ligero sonrojo en sus mejillas. Y Eagle lo sabía, ella estaba excitada, excitada por lo que había escrito él.Sonrió y se acercó a ella al verla hacer un puchero. Miró por el rabillo del ojo y se dio cuenta que ya casi llegaba al final de la trama incompleta. Era su momento.Su hombro tocó el de ella y se recargó un poco.-Parece inconforme- le murmuró acercando sus labios a su oído. Pudo sentir al agradable olor de ella y estuvo tentado en chupar el cuello que quedaba descubierto.Ella fue consciente de su cercanía
Húmedo, suave, caliente y estrecho, como a Eagle le gustaba. Así era el interior de la mujer donde dos de sus dedos estaban enterrados hasta los nudillos. Ella mordía su mano para no gemir más alto en sus brazos. Y él solo podía decir que estaba en la gloria. Solo ansiaba que ella dejara salir su voz. Sabía que eso lo excitaría aún más de lo que estaba.-Y los dedos se movieron suaves, adentro y afuera, estimulando cada parte de la húmeda cavidad hasta que volvía loca a su pareja- en ningún momento había dejado de relatar sus pasos. Todo lo contrario, su narrativa se hacía más explícita por momentos.Scarlet quiso cerrar sus piernas ante la estimulación avasalladora pero Eagle lo había previsto y sacando su mano de sobar el delicioso seno, agarró uno de sus muslos impidiéndole que lo hiciera completamente. La escuchó protestar con un sonido de su garganta. Más no se detendría.Movió sus dedos al compás de sus palabras, buscando la mayor estimulación,-No- Scarlet j
Eagle tuvo que tocarse la frente cuando colgó el celular y suspirar sonoramente. Sentía que su cabeza comenzaba a doler. Su relación con su madre no era … de las mejores. Ella siempre quería que él hiciera todo lo que ella quería. Nunca le había pedido opinión sobre sus gustos, simplemente le exigía que hiciera esto y aquello. Como resultado su relación era sumamente tensa, y esa también había sido una de las razones por las que había querido migrar a la ciudad.Ya se imaginaba la escena en su casa. Realmente no la esperaba.-¿Qué ocurre?- escuchó la voz de Scarlet detrás de él desde el sofá. Ella ya se había arreglado la ropa.-Tengo… tengo que volver a mi casa. Mi madre hizo una visita imprevista y me está esperando- solo le dijo y no esperó respuesta.Había demasiadas cosas en su mente empezando por lo que acababa de hacer con la mujer hasta su madre. Por lo que entró al cuarto y cerró la puerta. Para cuando salió Scarlet ya había subido a su cuarto junto con Rufus. L