Zieg no podía creerlo. AL fin, y después de todos los problemas por los que había pasado, la mujer que lo volvía loco estaba en sus manos. Era un logro que no se creía. Desde el primer momento en que la había visto supo que la quería en su cama, pero la maldita se había resistido tanto que comenzaba a mermarle la paciencia.
Pero la espera no iba a ser eterna y aunque había fallado miles de veces, el resultado de su insistencia era que ahora la tenía bajo él, mostrando su deliciosa piel dispuesta a ser tocada y saboreada por él.-Hermosa- dijo pasando sus dedos a lo largo de su cuello- Realmente hermosa. Soy un hombre feliz por poder tocar este maravilloso cuerpo. Tienes que sentirte orgullosa que serás mía de una vez por todas.Zieg vio como ella todavía mostraba resistencia pero no duraría mucho, ella estaba aturdida y mareada, que mejor momento. Sus manos se desplazaron hacia uno de sus pechos y lo apretaron por encima de la tela con fuerza. Una mueca de dolor se posó enEagle se encargó de cargar a Rufus entre sus brazos mientras sentía a Scarlet caminar detrás de él. Los dedos de ella aguantaban el borde de su camisa y no parecían querer soltarlo. Ella no había dicho una palabra desde que la había rescatado y estaba inusualmente tranquila y mantenía su cabeza baja. El impacto de ser casi violada debía haber sido severo.Ambos entraron al taxi que había pedido y se dirigieron a la casa de ella. Al entrar Eagle llevó a Rufus a su cama y lo acomodó allí recibiendo un lametazo en la mano por parte del can. Soltó un leve gemido al posicionar su pata herida pero nada más. Eagle miró el reloj. Ya eran las 7 de la noche. El ajetreo del durante la mañana y tarde, y el hospital les había tomado casi todo el día. Había recibido un mensaje que ya estaban procesando el auto de ella por lo que pronto lo traerían
Scarlet no estaba acostumbra a dormir con alguien. Generalmente lo hacía sola dado que no tenía pareja. Lo más acompañada que lo hacía era con su perro, pero nada más. Pero esa noche realmente necesitaba estar acompañada. Sentía que si cerraba los ojos volvería a ver el rostro de Zieg delante de ella golpeándola y tocándola.Agradeció que Eagle estuviera con ella. Estaba asustada aunque no lo mostrara mucho. Y a diferencia de otras personas que solían alejarse del sexo opuesto tras una agresión sexual, ella se sentía cómoda, al menos al lado de Eagle. Quizás porque sabía que no la iba a formar en su estado.Así que cuando terminaron de comer ambos subieron las escaleras en dirección al cuarto de ella cuando escucharon el ladrido de Rufus en la punta. Él no quería quedarse solo. Eagle dio media vuelta y le acarició la cabeza al perro.-¿Tú también quieres dormir con nosotros?- le sonrió.El perro ladró y movió la cola. Eagle miró por encima del hombro a Scarlet que asinti
Scarlet llevaba mucho tiempo que el sueño lo consideraba descanso a medias. Realmente aunque se acostaba no podía dormir lo suficientemente cómoda como para levantarse y estar completamente renovada. Pero ahora, cuando abrió sus ojos la sensación fue completamente diferente. Había dormido como nunca en su vida y de cansancio hacía cero.Pudo ver por el rabillo del ojo cuando enfocó su visión que ya eran las 11 de la mañana, así que había dormido bastante y se imaginó que realmente lo necesitaba. Lo mejor de todo es que el malestar que sufría el día anterior dado el intento de violación como que se había esfumado.Su piel ya no picaba en asco, las imágenes no volvían a su mente una y otra vez, y quizás era debido al joven que estaba debajo de ella. Porque si, había dormido después de todo el resto de la noche sobre él. Solo concentrándose en los fuertes latidos de su corazón y de su agradable olorLentamente y para no despertarlo se fue incorporando escuchando como Rufus pro
La película transcurría en la pantalla del enorme televisor de la sala más las dos personas delante de este no le prestaban atención. Scarlet concentraba su atención en las páginas delante de ella. Por su parte Eagle simplemente la miraba, la estudiaba, se deleitaba con observarla.La forma en que mordía su labio inferior, como su pecho subía y bajaba anunciado que su respiración era algo más fuerte que lo normal, como apretaba sus muslos y del ligero, muy ligero sonrojo en sus mejillas. Y Eagle lo sabía, ella estaba excitada, excitada por lo que había escrito él.Sonrió y se acercó a ella al verla hacer un puchero. Miró por el rabillo del ojo y se dio cuenta que ya casi llegaba al final de la trama incompleta. Era su momento.Su hombro tocó el de ella y se recargó un poco.-Parece inconforme- le murmuró acercando sus labios a su oído. Pudo sentir al agradable olor de ella y estuvo tentado en chupar el cuello que quedaba descubierto.Ella fue consciente de su cercanía
Húmedo, suave, caliente y estrecho, como a Eagle le gustaba. Así era el interior de la mujer donde dos de sus dedos estaban enterrados hasta los nudillos. Ella mordía su mano para no gemir más alto en sus brazos. Y él solo podía decir que estaba en la gloria. Solo ansiaba que ella dejara salir su voz. Sabía que eso lo excitaría aún más de lo que estaba.-Y los dedos se movieron suaves, adentro y afuera, estimulando cada parte de la húmeda cavidad hasta que volvía loca a su pareja- en ningún momento había dejado de relatar sus pasos. Todo lo contrario, su narrativa se hacía más explícita por momentos.Scarlet quiso cerrar sus piernas ante la estimulación avasalladora pero Eagle lo había previsto y sacando su mano de sobar el delicioso seno, agarró uno de sus muslos impidiéndole que lo hiciera completamente. La escuchó protestar con un sonido de su garganta. Más no se detendría.Movió sus dedos al compás de sus palabras, buscando la mayor estimulación,-No- Scarlet j
Eagle tuvo que tocarse la frente cuando colgó el celular y suspirar sonoramente. Sentía que su cabeza comenzaba a doler. Su relación con su madre no era … de las mejores. Ella siempre quería que él hiciera todo lo que ella quería. Nunca le había pedido opinión sobre sus gustos, simplemente le exigía que hiciera esto y aquello. Como resultado su relación era sumamente tensa, y esa también había sido una de las razones por las que había querido migrar a la ciudad.Ya se imaginaba la escena en su casa. Realmente no la esperaba.-¿Qué ocurre?- escuchó la voz de Scarlet detrás de él desde el sofá. Ella ya se había arreglado la ropa.-Tengo… tengo que volver a mi casa. Mi madre hizo una visita imprevista y me está esperando- solo le dijo y no esperó respuesta.Había demasiadas cosas en su mente empezando por lo que acababa de hacer con la mujer hasta su madre. Por lo que entró al cuarto y cerró la puerta. Para cuando salió Scarlet ya había subido a su cuarto junto con Rufus. L
No era que Eagle odiara a su familia, era que ella no hacía anda para ganarse su cariño y realmente él estaba obstinado de que le hicieran la vida un suplicio. Y más su madre que criticaba cada centímetro de su pequeño apartamento.Cuando Scarlet había ido hacía poco no lo criticó y mira que ella era alguien con un status económico alto dado su cargo en el trabajo y méritos, pero al contrario de su madre lo había observado con algo de atención e interés. Incluso parecía cómoda sobre todo cuando se había instalado en su cama.Pero su madre era otra historia, era una persona de bajos ingresos que había vivido siempre de lo que le entraba a su padre y aun después del divorcio le seguía sacando. Aun así siempre se había creído con el derecho de criticar a todo el mundo como si ella tuviera lo mejor. Si ella se compraba un vestido y la vecina uno, de algunos dólares más caro, se encargaba de desprestigiarla por el pueblo diciéndole a los demás del mal gusto de esa perso
Scarlet le puso la correa a Rufus. Ya era entrada la noche, pero le había entrado antojos de donas. Le encantaba y no tenía en sus casas. Y la tienda a donde siempre vendía estaba cerrada por celebraciones. Bueno, no había más remedio, tendría que ir a buscarlo ella misma a cuatro cuadras donde había una dulcería. Esperaba que así fuera. Miró el reloj en la entrada del edificio. 9 de la noche. Ya era tarde, se imaginó que Eagle no estaría dormido todavía. Al volver lo llamaría. Se había ido de su cas algo tenso y se preocupaba de que algo no estuviera bien en su vida. Pero no pudo pensar mucho pues si perro le tiró de la correa y casi rueda por los escalones. -Rufus, me vas a matar- le protestó ella pero el perro solo jadeó moviendo su cola- Tú, amigo mío, debes ir a mi lado, no me vayas a arrastrar por toda la calle. No soy Eagle- Ante la mención del nombre del chico el perro ladró contento. Le encantaba Eagle y lo demostraba con creces. Y Scarlet reconoció