Patético

Una vez que el joven entró en su muy pequeño apartamento se dejó caer por la superficie de la puerta hasta terminar sentado en el suelo. Su respiración era agitada, un sonrojo cubría su rostro y una extraña sonrisa cruzaba sus labios. Se llevó la mano a la boca para ocultarla del reflejo de los cristales de su balcón pero sabía que con eso no resolvería nada. Su celular vibró dentro del bolsillo y lo sacó viendo un nombre con el que estaba familiarizado. No tenía ganas de responder pero después de muchos tonos respondió.

-Hola Marin-

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