En la vida se presentaban muchas oportunidades. Algunas buenas, otras no muy buenas y las malas. Pero que te digan que te van a pagar casi una fortuna por solo cuidar un perro, sin mucho esfuerzo…literal, en el cielo. O así fue como se sintió Eagle después de la maravillosa propuesta escrita en el suculento contrato en las manos de Eagle.
Dios, aquello era lo mejor que le había ocurrido en su vida hasta el momento. Ya no tendría que estar contando cada uno de los centavos para terminar el mes. Si la cosa iba bien como que podría hasta cambiarse a un apartamento algo más grande que el diminuto donde apenas tenía espacio para sus cosas.
Su mente al momento se desvió al punto de que si hacía un buen trabajo podía tener unos regalitos por encima, dados precisamente por esta mujer y su fantástico cuerpo. Como por ejemplo, aquellos que reflejaran las cosas que había escrito en suEagle tenía que reconocer que trabajar bajo la fija mirada de su nueva empleadora era…duro. Scarlet estaba sentada en el inmenso y lujoso sofá de la sala. Y sus ojos seguían cada movimiento de él con sumo cuidado. Por lo visto el cuidado del perro no era una tarea tan fácil como él pensaba.Tragó en seco y una gota de sudor bajó por su espalda mientras le preparaba la comida a Rufus. Al menos había alguien que estaba muy feliz por la situación. El inmenso Golden Retriever jadeaba con dos patas sobre la meseta ansioso por su plato de comida.El sonido del celular de la mujer le hizo respirar cuando ella se levantó salió hacia la terraza.-Oye socio, tu dueña es peligrosa- se rio sacudiendo la cabeza del perro que la levantó al oír su nuevo apodo-Eagle se recostó a la meseta con los brazos sobre su pecho. Ahora era él el que s
-Tierra llamando a Eagle, tierra llamando a Eagle Tierra llamado al tipo más caliente de la Universidad--Deja ya de hablar mierdaa. Daniel- el nombrado se quejó rascándose el oído por el grito recibido por su amigo a su lado- ¿Que quieres?--Uyyy. Alguien está de muy mal humor hoy. Amigo vengo a informarte que hoy ya las clases terminaron. Has esatdo todo el día en las musarañas. Despierta que te van a entrar moscas en la boca- Daniel fingió exasperación.Eagle dejó caer pesadamente cabeza sobre la mesa.-No se que hacer- dio un profundo suspiro-Vaya, alguien como tu suspirando así. Quien tuvo el coraje de dejarte- su amigo sonreía. No era normal que el siempre sonriente de Eagle estuviera deprimido a menos qeu fuera por flta de dinero para terminar el mes y por lo que tenia entendido ese ya no era un problema. Le había informado de lo bien que su nu
A pesar de haber trabajado para la editorial en su anterior trabajo y del que no quería saber mucho, demasiado malos ratos, Eagle nunca había entrado realmente al enorme edificio. Realmente era impresionante desde dentro. Con estructuras de mármol, piso negro, paredes lacadas, y todas las personas con elegantes trajes.Eso por no decir aquello que tenían un aire de aristocrático que le dio envidia. Con razón Scarlet trabajaba en ese lugar, le pegaba. Se dio cuenta que algunas personas se quedaban mirándolo. Sobre todo, mujeres. Y comentaban entre ellas.No supo si era por su rostro como siempre, o por lo sencillo que estaba vestido. Esperaba que fuera lo segundo. Sacó su celular y le timbró a su jefa. Se había demorado como media hora en llegar por lo esperaba que la reunión hubiera terminado.Pocos segundos después recibió un mensaje que esperara que ya iba bajando.
Eagle se detuvo delante de la puerta del enorme penhouse de Scarlet y por alguna razón abrir la puerta con la llave sin que fuera el recepcionista del edificio el que lo hiciera, le removió algo dentro de él.Confianza. La mujer estaba confiando en él. Bueno no era que ella pudiera quejarse. Se había comportado excepcionalmente bien esa semana. Tratado a Rufus como un rey. La casa limpia y el perro obediente a más no poder.Ella definitivamente podría estar orgullosa de su trabajo.Más no él que cuando abrió la puerta pensó que había explotado una bomba de plumas en la casa. Eagle se quedó con la boca abierta y tuvo que escupir una pluma que se filtró dentro de esta.-Rufus- suspiró dejando caer sus hombros.La verdad es que no había sido tampoco tan fácil. Ya entendía cuando Scarlet decía que el perro era bastante in
Eagle no puedo evitar gemir y temblar. Su mano apretaba su erección que palpitaba y cuando la alzó vio las manchas blanquecidas de su actual corrida.Demonios. Esto era lo que estaba evitando a toda costa.Su cuerpo estaba completamente empapado de sudor frío contra la puerta del cuarto designado para él. Había sido rápido. Apenas unas caricias y reprimiendo un gemido agudo mordiéndoles los labios se había corrido en sus manos con fantasía de la imagen de la mujer desnuda debajo de él, sus piernas abiertas y recibiéndolo dispuesta.Se tuvo que reír. Era increíble su mente y como esta podía irse a volar. Nunca había visto el cuerpo de la mujer desnudo, pero podía imaginarse una y otra vez y estaba seguro que la realidad era mucho más exquisita.Recuperando la respiración fue hacia sus cosas y buscó sus pastillas y masti
Scarlet estaba durmiendo. O eso intentaba. A pesar de estar agotada sentía que había algunos sonidos que no conocía, sobre todo en la planta de abajo. Se revolvió en la cama y abrió los ojos. Buscó su celular para darse cuenta que apenas eran las 9 de la mañana. Tenía intenciones de entrar a las 11. Pero ya no podía dormir una vez que daba el de pie.El sonido se hizo aún más estruendoso y Scarlet comenzó a preguntarse qué demonios era lo que estaba pasando realmente. Se acordó que Eagle estaba en su casa, y Rufus no estaba en su cuarto y su cama por lo que…-Rufus no-Scarlet escuchó un grito desde afuera para entonces oír un estruendo subiendo la escalera y ver como un perro empapado en agua empujaba su puerta casi tirándola y subiéndose encima de su cama. La mujer apenas pudo reaccionar. Y menos después de ver todo el pat
Como cuando ves una película súper cliché de una tipa sobre el hombre buenote y la escena típica de la excitación y la derretidera. Scarlet odiaba ese tipo de películas pero el karma es duro y ahora estaba ella misma sufriendo en carne propia esos sucesos. Como que le hubiera gustado al menos ver dos o tres para ver como reaccionaba las protagonistas. No, mejor no, esas idiotas siempre se dejaban llevar por sus mentes calientes y al final se comían al principal y luego venía el final feliz a la vista. Asco. Como si la vida fuera color de rosa. No mi reina. La cruda realidad es que tenía que poner los pies sobre la tierra y demostrar quién era la persona con más edad entre los dos. Además de que ella era su jefa y tenía que ahorrarle parte de la vergüenza al chico con el rostro rojo debajo de ella. Aunque tenía que reconocer una cosa. El cuerpo de Eagle era totalmente su tipo, y este se amoldaba bastante bien al de ella. Y eso que sentía al
Un ladrido de Rufus hizo que Scarlet reaccionara y su mente volviera a la tierra. Por cuánto tiempo se había quedado viendo el torso desnudo de Eagle. Pues al parecer bastante porque ya la respiración de él que anteriormente era agitada, ahora se había calmada. Esta vez fue ella la que tragó en seco. Era una situación muy incómoda, sobre todo porque él estaba prácticamente desnudo y ella…miró hacia abajo. El pullover de algodón blanco que tenía puesta se transparentaba dejando a la vista el sujetador oscuro que llevaba. El sonrojo en su rostro se hizo más evidente y más cuando se percató que los ojos del hombre estaban fijos en esta parte. Un estremecimiento la recorrió. Que era esa mirada. Parecía la de un depredador después de haber encontrado una deliciosa pieza de carne para devorar. Solo que en este caso esa pieza de carne era su pecho. Nunca se imaginó que un hombre pudiera verla de esa forma…no lujuriosa…sino salvaje. Y por alguna razón no se cubrió. Era como