Como cuando ves una película súper cliché de una tipa sobre el hombre buenote y la escena típica de la excitación y la derretidera. Scarlet odiaba ese tipo de películas pero el karma es duro y ahora estaba ella misma sufriendo en carne propia esos sucesos. Como que le hubiera gustado al menos ver dos o tres para ver como reaccionaba las protagonistas.
No, mejor no, esas idiotas siempre se dejaban llevar por sus mentes calientes y al final se comían al principal y luego venía el final feliz a la vista. Asco. Como si la vida fuera color de rosa.
No mi reina.
La cruda realidad es que tenía que poner los pies sobre la tierra y demostrar quién era la persona con más edad entre los dos. Además de que ella era su jefa y tenía que ahorrarle parte de la vergüenza al chico con el rostro rojo debajo de ella.
Aunque tenía que reconocer una cosa. El cuerpo de Eagle era totalmente su tipo, y este se amoldaba bastante bien al de ella. Y eso que sentía al
Un ladrido de Rufus hizo que Scarlet reaccionara y su mente volviera a la tierra. Por cuánto tiempo se había quedado viendo el torso desnudo de Eagle. Pues al parecer bastante porque ya la respiración de él que anteriormente era agitada, ahora se había calmada. Esta vez fue ella la que tragó en seco. Era una situación muy incómoda, sobre todo porque él estaba prácticamente desnudo y ella…miró hacia abajo. El pullover de algodón blanco que tenía puesta se transparentaba dejando a la vista el sujetador oscuro que llevaba. El sonrojo en su rostro se hizo más evidente y más cuando se percató que los ojos del hombre estaban fijos en esta parte. Un estremecimiento la recorrió. Que era esa mirada. Parecía la de un depredador después de haber encontrado una deliciosa pieza de carne para devorar. Solo que en este caso esa pieza de carne era su pecho. Nunca se imaginó que un hombre pudiera verla de esa forma…no lujuriosa…sino salvaje. Y por alguna razón no se cubrió. Era como
Scarlet había podido enfriar su mente mientras se bañaba, pero aun recordaba lo que había ocurrido y tuvo que reconocer algo. Aquello le había gustado. Estar sobre el cuerpo de Eagle, la forma en que su cuerpo había respondido a él. Como olía cuando la pegó a él. La forma en que su cuerpo se estremeció cuando llegó al orgasmo, como sonó cuando lo hizo. Y todo eso la hizo excitarse por el hombre. Pero no, nada de relaciones. Estás siempre terminaban mal y lo menos que quería era tener que buscar a alguien de nuevo para meter en su casa para que cuidara a su perro. Rufus se llevaba bien con Eagle y eso era una tranquilidad. Además sus relaciones siempre terminaban mal, así que no. No estaba buscando pareja y mucho menos con Eagle. El joven le caía bien y su relación de trabajo era estable. Así que tema amoroso o sexual estaba fuera de discusión. Se dijo eso pero ahora estaba ella asintiendo que él le revisara la espalda. No debía pensar mal. Él solo estaba preocupado por lo que le po
-Estás enamorado--¿Eh?- Eagle miró al hombre frente a él con cara incrédulo- Eso es mentira tuya-Minutos antesUna vez que Eagle había llegado al hospital se puso una mascarilla negra para cubrir su rostro, aunque sabía que eso no haría mucha diferencia. Allí adentro ya lo conocían. Maldito el momento que se le ocurrió acostarse con una de las doctoras, ahora todas las mujeres como perras en celo lo estaban buscando para tener sexo con él o una relación estable. Y eso sin contar que todas tenían en su celular aquella foto donde salía dormido con todo el torso desnudo y con la sábana solo cubriendo las partes necesarias.¿En qué momento se la había tomado?De seguro después que había caído agotado después de la ronda de sexo. Recordaba que por aquellas fechas trabajaba casi 18 horas seguid
Él…no…estaba…enamorado. Eagle jadeó cuando se detuvo arriba durante su ejercicio de plancha. Podía sentir sus músculos tensos por el esfuerzo. Solo recordaba estar haber empezado y su mente se llenó de problemas y ahora su cuerpo pagaba las consecuencias. Se tuvo que sentar en el suelo y mover sus hombros para aliviarlos. Normalmente el ejercicio ayudaba a que despejara toda la b****a en su cerebro y como que siempre era mucha, razón por la que su cuerpo estaba bien tonificado. Pero ese día no. La visita a su amigo como que le había puesto el mundo boca arriba. No quería una relación, no buscaba una relación. Eso era mucho problema y al final siempre terminaban exigiéndole a él más de lo que podía dar. Así que No. Y enamorarse menos. Se habría dado cuenta él mismo ¿verdad? Ahhh. Se llevó las manos a la cabeza y se dejó caer hacia atrás. Su pecho sudado subiendo y bajando. Todavía recordaba lo que Alex le había dicho y para su desgracia lo que había oc
Eagle veía como el trozo de carne se freía en la sartén mientras preparaba la cena para su jefa. Toda la semana había intentado evitarla y había tenido éxito. Scarlet estaba llegando tarde y siempre le timbraba antes de salir del trabajo. Él aprovechaba y dejando todo listo se iba antes que ella llegara.Si estaba molesta con él no lo sabía pero no había tocado el tema. Y eso era bueno. Su cabeza todavía era un caos total con el hecho de que tenía que pedirle que lo acompañara a la cena precisamente al otro día…la semana se había pasado volando.Al menos le había hecho caso a su amigo Alexander. En un principio no creyó que funcionaría. Pero después de darse cuenta que ni siquiera después de explotarse con ejercicio y dos orgasmos provocados, podría dormir no le había quedado más alternativa. Así que había requerido usar su otra parte de la terapia.Había agarrado su actual libreta y sentado en la cama comenzando a escribir. Las memorias volaron en su mente. El suceso con S
Wao, Eagle no lo podía creer. Scarlet había aceptado tan fácilmente que era de locos. Todo el tiempo martirizándose de que sería rechazado y que pasaría la vergüenza de su vida y ella simplemente aceptó, así, sin más.Simplemente increíble.Miró su reloj, marcaban las 8:30 de la tarde. La cena era a las 9, no muy lejos de allí. Scarlet había insistido en que irían en el auto de ella. Ya que tenía que demostrar lo grande que supuestamente era ella pues entraría por la puerta grande. Así que si, irían en su lujoso auto. Eso comenzaría cerrando unas cuantas bocas.Ese día había optado por un conjunto negro, desde el pantalón ajustado hasta la camisa de seda de mangas largas, arriba solo una simple chaqueta larga del mismo color completamente lisa. Su cabello lo había dejado suelto y en su oreja danzaba un delicado pendiente. Se había vestido lo más sencillo pero decente posible. Aun así sabía que destacaba, las mujeres se le había quedado viendo cuando iba en camino a casa de
La tensión se sentía en el ambiente. O al menos eso era lo que sentía Alexander. No sabía de dónde demonios su amigo Eagle había sacado a su pareja pero vaya que era toda una personaje. Podía ser fulminada con la mirada por Marcia y las otras dos enfermeras a su lado, pero ella simplemente comía con elegancia los bocados de su plato.Eagle a su lado le servía cerveza o se comportaba como todo un amante dedicado. Aquello era todo un espectáculo.Scarlet por su parte también era consciente de su alrededor. Ya había recibido un leve puntapié por parte de aquella mujer de mala cara. Simplemente la había pisado abajo sin que nadie se diera cuenta. Si creían que ella seria de las mujeres que se quedaría sin hacer nada cuando la agredían estaban muy equivocadas.Miró su reloj y se acercó a Eagle murmurándole en el oído.
Scarlet era una mujer que no se caracterizaba por tener mucha paciencia, razón por la que muchos le tenían terror cuando ella se paraba frente a ellos cuando se demoraran mucho en su trabajo. Por lo que cuando a la estúpida mujer delante de ella se le ocurrió pasar la fina línea, fue más de lo que ella podía soportar. Había planeado portarse como toda una dama elegante, refinada, pero al parecer tendría que sacar sus colmillos y garras y demostrar quién era la loba alfa de la manada.Por lo que ni siquiera mirar, con el flequillo chorreándole agua, agarró el cuchillo frente a ella y lo clavó en la mesa con un sonido sordo. Solo pudo escuchar un gemido colectivo y después un silencio mortal.Al abrir los ojos encontró que el cuchillo se encontraba precisamente clavado entre dos de los dedos de Marcia y esta estaba agradablemente pálida. Scarlet sonrió d