Cuando Scarlet detuvo el auto lo hizo delante de una pizzería, una muy grande y espaciosa donde había diferentes mesa con sombrillas y pocas personas. La temperatura ya era fresca anunciando que comenzaría la temporada de calor pero aún así las personas disfrutaban más estar en el interior, pero no para quien estaba sentado con un libro en la mano y en cuando notó el auto se levantó agitando las manos .
Eagle lo reconoció al momento. Ese rostro, esa sonrisa, ese cabello negro rizado y sin dominio que lo hacía parecer un niño travieso. Definitivamente, ese era la mente maestra detrás de los libros que podían hacer que estuviera días solo leyendo. Lowen Misar, uno de los escritores con más éxitos de los últimos tiempos. Y no podía esperar a hablar con él .Scarlet notó su emoción y sonrió deteniendo el auto .- Puedes ir a saludarlo primero, sabe que vienes conmigo mientras parqueo el auto - le dijo ella quitando el seguro de la puerta.Eagle no lo pensó dos veces y salió-¿Lo pasaste bien?- Scarlet le preguntó a Eagle ya de camino de regreso.Estaba cayendo la tarde y el cielo había tomado hermosos tonos naranjas y rosados. La vista era admirable, pero Eagle no estaba pendiente a eso.-Scarlet, si todavía estás dispuesta a ser mi editora ¿puedo tomar tu propuesta?-Por un momento ella pensó que perdería el control del auto pero mantuvo la compostura y lo miró rápidamente pars después dirigir su atención a la carretera.-¿Vas a aceptar por fin--Sí. Hablé con Lowen y él me convenció. Creo que será una forma de ayudarme a mí mismo-Scarlet alzó los bordes de sus labios. Sabía que podía contar con Lowen.-En ese caso dime cuando quieres empezar, mientras antes mejor, tengo otros manuscritos que tratar pero ninguno tan interesante como el tuyo-Eagle se quedó pensativo.-La verdad es que ese no está terminado--Te puedo ayudar con eso, me dijiste que tenías otros, podemos usarlos para crear una historia coherente y at
A pesar de su enfermedad y de sus fuertes impulsos Eagle no era un hombre que hubiera tomado a alguna mujer en contra de su voluntad. No, eso nunca. Era lo que le decían en estos tiempos un caballero con la mujer que fuera, y aunque después la tuviera babeando y jadeando en la cama cubierta de fluidos y agotada por una excelente sesión de sexo nunca hacía nada que ellas no quisieran.Y esta no sería la primera vez.Por lo que pudo tomar control de si mismo segundos antes de que sus labios tocaran los de Scarlet. Y aunque cada fibra de su cuerpo le decía, le pedía, le rogaba que devorara esa boca, su cerebro era ahora el que mandaba, por lo que se mordió los labios y con un rápido movimiento se levantó de la cama y le dio la espalda.-Por favor… antes que sea demasiado tarde-Scarlet se incorporó lentamente en la cama aun conmocionada por lo recién. Aun podía sentir el aliento caliente de Eagle sobre sus labios y la leve sensación de haberlos rozado pero se había de
Ventajas de tener a una jefa con dinero, es que además de un buen salario, una buena merienda y cena, la posibilidad de conocer personas famosas y de poder ir a lugares caros como en el que estaba en ese momento, sin tener que invertir un centavo. Eagle no podía esconder la enorme sonrisa de su rostro.A su lado Scarlet se sintió extrañamente contenta por la felicidad de otra persona. Eagle era alguien que sonreía normalmente, pero la expresión de su rostro era muy parecida a la que tuvo cuando conoció a Lowen.Scarlet se puso los lentes y acomodó su bolsa en el brazo. Eagle llevaba otra con el almuerzo, las toallas y las cosas de Rufus. Porque si, el perro los había acompañado. Y estaba como loco tirando de la correa para irse a correr por la playa.-Directora, nuestros puestos están allá- su secretaria se acercó a Scarlet y le indicó una zona sin tantas personas y donde había varias sombrillas y tumbonas debajo.Los tres se dirigieron allí y dejaron las cosas sob
Definitivamente era el cielo, pero a la vez era un arma de doble filo. Las manos suaves y frías por la crema de Scarlet eran como una lucha interna entre su mente y su cuerpo. Y al parecer a ella se le había olvidado la reacción que ella provocaba en su cuerpo, porque sobaba cada uno de sus músculos mientras le aplicaba el protector solar.No se quejaba, iría al infierno si lo hiciera, pero lo que estaba dentro de su short como que tenía vida propia, y dios, estaban en plena playa. No podía ir caminando de aquí para allá con una erección y no ser tachado de pervertido u otra cosa peor. No podía pasar esa vergüenza delante de la mujer.-Creo que ya…- dijo intentando levantarse antes de que fuera demasiado tarde pero las manos de la mujer lo agarraron de los hombros y tiraron hacia abajo impidiéndole levantarse.-Aun te falta, quédate quieto, qué harás si se pone peor- le dijo ella y Eagle no tuvo más alternativa que hacerle caso y quedarse quieto. Pero en consecuencia tuvo q
Para Eagle hubiera sido más fácil si simplemente todo fuera parte de una de sus fantasías sexuales donde la mujer que le gustaba estaba en el baño, la misma que le había provocado una erección y que ahora dispuesta a hacerlo llegar al orgasmo. Pero no, la realidad siempre superaba la imaginación y si, Scarlet estaba allí dentro, en aquel pequeño cubículo, junto a él.Aún la tenía agarrada de la muñeca agarrada con algo de fuerza contra la pared, como si su cabeza pensara que ella se escaparía a última hora. Aunque su cuerpo grande la había llevado contra la pared contraria a la puerta para evitar cualquier contratiempo.-¿Está segura de esto?- la voz de Eagle era grave pero en cambio sus ojos la hicieron temblar ligeramente y él lo notó. Su pulgar acarició con un movimiento suave y estimulante las venas en la mu&nti
Para alguien como Eagle, tener un orgasmo o simplemente sentirse bien con solo unas caricias sobre su miembro era algo complicado, pero eso era en otra situación. Con Scarlet haciendo ese trabajo como que la cosa era diferente. Estaba con los ojos fuertemente cerrados, su cuerpo tenso, sudando a pesar de su piel estar húmeda, su boca ligeramente abierta soltando su caliente alientos sobre el cuello de la mujer, y lo mejor, su cadera comenzaba a acalambrarse dado que sí, su orgasmo estaba rayando y a punto de venir.Dios, y era tan bueno que se estaba volviendo loco, completamente loco. Definitivamente la realidad superaba con creces todas las fantasías que había tenido en su mente. Scarlet era mucho mejor.Las manos de ella se movían constantemente sobre su miembro de arriba abajo, rozando su glande de una forma excitante arañándolo con sus uñas suave. Y eso lo tenía en la gloria. Eagle contenía su cadera para no embestir, algo que le dictaba su cuerpo, que decía. Quería arran
Eagle necesitó algunos minutos de más antes de poder salir del baño público con sus pensamientos medianamente en orden y con la excitación a raya. Todavía la sensación de las manos de la mujer recorriendo su cuerpo era muy vivida y temblaba ligeramente ante las olas de calor que podían asaltarlo de nuevo. Pero no, tenía que tomar control sobre él mismo.Aunque cuando salió se dio cuenta que ni Scarlet ni Rufus estaban en la mira. Debía haber vuelto a sus puestos. Respiró aliviado al menos por el momento. Todavía no sabía cómo mirarla a la cara. No es que no estuviera acostumbrado a este tipo de situaciones donde las mujeres le hacían hasta mamadas y él después podía seguir hablando como ellas como si anda hubiera pasado, es que era la primera vez que lo hacía con alguien que le gustara de verdad.Pero para su sorpresa, cuando regresó no encontró a nadie. Su puesto estaba vacío. Frunció el ceño. Por alguna razón tenía un mal presentimiento. Se acercó y miró por los alrededor pa
Zieg no podía creerlo. AL fin, y después de todos los problemas por los que había pasado, la mujer que lo volvía loco estaba en sus manos. Era un logro que no se creía. Desde el primer momento en que la había visto supo que la quería en su cama, pero la maldita se había resistido tanto que comenzaba a mermarle la paciencia.Pero la espera no iba a ser eterna y aunque había fallado miles de veces, el resultado de su insistencia era que ahora la tenía bajo él, mostrando su deliciosa piel dispuesta a ser tocada y saboreada por él.-Hermosa- dijo pasando sus dedos a lo largo de su cuello- Realmente hermosa. Soy un hombre feliz por poder tocar este maravilloso cuerpo. Tienes que sentirte orgullosa que serás mía de una vez por todas.Zieg vio como ella todavía mostraba resistencia pero no duraría mucho, ella estaba aturdida y mareada, que mejor momento. Sus manos se desplazaron hacia uno de sus pechos y lo apretaron por encima de la tela con fuerza. Una mueca de dolor se posó en